Guerra comercial, riesgos de recesión internacional, elevada turbulencia financiera y crisis de gobernanza en los organismos multilaterales, serán algunos de los temas a los que deberá hacer frente la búlgara Kristalina Georgieva, la nueva directora gerente del FMI. En declaraciones a la prensa, aseguró que la prioridad inmediata del organismo será «ayudar a los países a minimizar el riesgo de crisis y a prepararse para hacer frente a las desaceleraciones».
La búlgara Kristalina Georgieva será la primera persona proveniente de una economía emergente que dirigirá al Fondo Monetario Internacional (FMI), cuando el próximo primero de octubre ocupe el lugar de Directora Gerente del organismo. Ese lugar lo ocupará en sustitución de la francesa Christine Lagarde -la primera mujer en dirigir el organismo- que deja el puesto para asumir como directora del Banco Central Europeo (BCE).
Sin embargo, Georgieva no tendrá un trabajo fácil y deberá tratar con un turbulento contexto internacional de guerras comerciales y síntomas de recesión global.
Normalmente, Georgieva, de 66 años de edad, habría sido considerada demasiado mayor para el puesto, pero tras la intervención de Francia, el FMI renunció al límite de edad de 65 años para sus directores.
La búlgara ostenta una larga trayectoria en organismos internacionales europeos, según destaca un artículo publicado por BBC Mundo.
La economista, hija de un ingeniero civil, estudió Economía Política y Sociología y un doctorado en Ciencias Económicas en la Universidad de Economía Nacional y Mundial de Bulgaria, mientras el país vivía bajo la influencia de la entonces Unión Soviética. Después de graduarse, tuvo su primer contacto con el capitalismo en Reino Unido, como becaria del British Council en la London School of Economics (LSE). Al terminar su pasantía, volvió a la universidad en la que estudió en Bulgaria para trabajar como profesora de Economía, entre 1977 y 1991.
Fue luego de la caída de la Unión Soviética que su carrera adquirió proyección internacional: Desde 1993, ocupó diversos cargos de alto nivel en el Banco Mundial y la Comisión Europea. En estas entidades, se hizo conocida como defensora de la igualdad de género y como líder en la lucha mundial contra el cambio climático.
La agencia de noticias Reuters detalla que su elección como directora del FMI ha despertado un gran orgullo en Bulgaria, que recibió un rescate del FMI hace 20 años.
El primer ministro búlgaro, Boyko Borissov, felicitó a Georgieva en Facebook: «Este es un gran logro para Bulgaria. Estoy convencido de que se ocupará maravillosamente de la gestión de una de las instituciones más grandes del mundo», escribió.
Después de su elección por la Junta Ejecutiva del FMI para un período de cinco años, Georgieva se describió a sí misma como «una firme creyente en el deber de garantizar la estabilidad del sistema económico y financiero mundial a través de la cooperación internacional».
«Es una gran responsabilidad estar al frente del FMI en un momento en que el crecimiento económico mundial continúa decepcionando, las tensiones comerciales persisten y la deuda está en niveles históricamente altos», dijo a periodistas en la sede del FMI en Washington, EE.UU., después de su confirmación.
A raíz del alto endeudamiento, los riesgos están creciendo en mercados emergentes como Argentina (ver recuadro), que en 2018 acordó recibir a lo largo de tres años un rescate de US$ 57.000 millones, el mayor que ha entregado el FMI en su historia.
Georgieva dijo que la prioridad inmediata del FMI es «ayudar a los países a minimizar el riesgo de crisis y a prepararse para hacer frente a las desaceleraciones».
Mientras tanto, el objetivo a largo plazo del FMI es «apoyar políticas monetarias, fiscales y estructurales sólidas para construir economías más fuertes y mejorar la vida de las personas», indicó. «Esto significa también tratar temas como las desigualdades, los riesgos climáticos y el rápido cambio tecnológico», señaló.
«Mi objetivo es fortalecer el FMI haciéndolo aún más progresista y atento a las necesidades de nuestros miembros», añadió.
Gobierno argentino sigue negociando con el FMI, pero no se mencionó ningún desembolso
El Gobierno de Argentina logró algo de tiempo. En su visita oficial a Nueva York, donde participó de la Asamblea General de Naciones Unidas, el presidente Mauricio Macri junto a su equipo económico, mantuvo una reunión -fuera de agenda- con el director gerente interino del FMI, David Lipton, para buscar un respaldo a sus políticas y agilizar un próximo desembolso que debe realizar la entidad por unos US$ 5.400 millones.
Si bien no hubo ningún anuncio concreto, el ministro de Hacienda, Hernán Lacunza anunció luego de la reunión que el próximo 14 de octubre viajará una misión técnica a Washington para continuar con las conversaciones sobre el desembolso de fondos pendiente.
El objetivo estratégico del encuentro era mostrar que el gobierno continuaba la negociación con el organismo con vistas al desembolso que está pendiente tras la crisis generada luego de las elecciones PASO.
Macri no quiso hacer demasiadas declaraciones: “Salió todo muy bien” se limitó a decir . El jerarca jugó una carta importante ya que no es habitual que los presidentes participen de estos encuentros, salvo que exista un final de negociación que anunciar, algo que evidentemente no era el caso. “Hablamos sobre la marcha del programa que está vigente y vamos a seguir trabajando en las dos semanas siguientes”, dijo Lacunza, agregando que el país “cumplió con sus compromisos en materia monetaria y fiscal; eso quedó claro en la reunión”.
Por su parte, el FMI publicó un comunicado, donde simplemente se informó de la reunión. “Discutimos los esfuerzos que Argentina ha realizado bajo el programa respaldado por el FMI y sus impactos positivos. Las recientes medidas de las autoridades han ayudado a calmar a los mercados. Expresé nuestra intención de continuar colaborando con las autoridades y ayudarlas a responder a la difícil situación y los tiempos desafiantes que se avecinan”, señala Lipton a través del comunicado.