La economía uruguaya creció 3,8% interanual en el segundo trimestre, como efecto rebote de la sequía

Informe de Cuentas Nacionales del BCU

En el segundo trimestre de 2023, la actividad económica local afrontaba los peores impactos de la sequía, registrando una contracción de la actividad de 2,15% en términos interanuales. Un año después, el PIB de Uruguay registró un fuerte crecimiento de 3,8%, a impulso fundamentalmente del rebote de las actividades que se habían visto afectadas un año atrás. Desde el enfoque de la demanda, se constató una reducción tanto de la demanda interna (debido a una caída de la inversión) y un incremento de la demanda externa (por aumento de las exportaciones y caída de las importaciones).

En el segundo trimestre del 2024, el Producto Interno Bruto (PIB) de Uruguay registró un crecimiento de 2% medido en términos desestacionalizados respecto al trimestre anterior, mientras que en términos interanuales registró una expansión de 3,8% en comparación con abril-junio de 2023. Así surge de los datos oficiales dados a conocer ayer por el Banco Central del Uruguay (BCU) en su informe de Cuentas Nacionales, que marcaron una aceleración de la actividad tras tres trimestres de débil crecimiento, y uno de contracción de la actividad.

Justamente, en el segundo trimestre de 2023 la economía local registró una caída de 2,15%, como consecuencia del impacto de la sequía. Esa baja marca de comparación es la determinante del fuerte incremento que se registró entre abril y junio de este año.

Enfoque de la producción

En el informe se destaca el crecimiento interanual registrado por las actividades “Agropecuario, Pesca y Minería”, “Energía eléctrica, Gas y Agua” y “Comercio, alojamiento y Suministro de Comidas y bebidas”. La incidencia positiva de estos sectores fue compensada parcialmente por la menor actividad de la “Industria Manufacturera” y “Actividades profesionales y Arrendamientos”.

El sector “Agropecuario, Pesca y Minería” se expandió un 22,6% interanual, un período en el que la actividad del sector se vio duramente afectada por los efectos de la sequía. En tal sentido, se destaca el crecimiento agrícola, principalmente a empuje de la soja, aunque también crecieron -en menor medida- las actividades silvícola (por mayor demanda de rolos para la industria procesadora de celulosa) y pecuaria (por mayor extracción de ganado para faena y exportación en pie).

También incidido positivamente por la baja base de comparación, la actividad de “Energía eléctrica, Gas y Agua” mostró un crecimiento interanual de 30,4%, explicado por la mayor generación de energía basada en fuentes renovables, incrementándose la participación de la energía hidráulica. Además, se constató un crecimiento de las exportaciones de energía y una reducción de las importaciones.

En tanto, “Comercio, Alojamiento y Suministro de comidas y bebidas” presentó un crecimiento de 4,5%. La actividad comercial mostró expansión tanto en los servicios comerciales al por mayor y al por menor, particularmente el vinculado a la comercialización de soja, combustibles, productos farmacéuticos, vehículos y otros bienes de consumo importados. Los servicios de alojamiento y suministro de comidas y bebidas también presentaron un desempeño positivo, explicado por el crecimiento de la demanda interna.

Por su parte, los “Servicios financieros” crecieron 4,7% y “Transporte y almacenamiento, Información y Comunicaciones” aumentó 3,7%. En el caso del transporte se destaca el incremento del transporte de carga, y en menor medida, el mayor almacenamiento de granos, vinculado a la mayor producción de cultivos de verano. Los servicios de información y comunicación crecieron levemente, debido a la suba de servicios de telecomunicaciones, como de tecnologías de la información.

En tanto, “Salud, Educación, Actividades inmobiliarias y Otros servicios” mostró una suba de 1,3%, vinculado principalmente a la mayor producción de los servicios educativos tanto públicos como privados.

Por su parte, las Industrias Manufactureras tuvieron una contracción interanual de 0,5%, afectadas por el cierre por mantenimiento de la refinería de Ancap, y la elaboración de productos lácteos.

La Construcción, en tanto, se mantuvo en niveles similares a los del año pasado.

Enfoque del gasto

Desde la perspectiva del gasto, se observó una caída de la demanda interna en términos interanuales, asociada a la reducción de 15% de la Formación Bruta de Capital, que se explica por la desacumulación de existencias, fundamentalmente de los granos asociados a la mayor zafra de cultivos de verano. La formación Bruta de capital fijo se mantuvo en niveles similares a los del año anterior, con menor inversión en edificios, y mayor inversión en otras construcciones y en maquinaria y equipo.

El Gasto de Consumo Final creció 1,6% en términos interanuales durante el segundo trimestre, con aumento tanto del Gasto del Consumo Final de Gobierno (4,4%) como de los Hogares (0,9%). En el primer caso se asocia al mayor gasto en servicios de educación, vinculado a una mayor cantidad de días de clase. En el caso de los hogares se destaca la incidencia positiva del gasto en vehículos y otros bienes de consumo importados, parcialmente contrarrestados por la reducción del gasto de turismo en el exterior.

En cuanto a las transacciones de bienes y servicios con el exterior, se constató un incremento del volumen de las Exportaciones de 14,4% y una retracción de las Importaciones de 4,3%. Ello determinó un aumento de la demanda externa neta respecto al segundo trimestre de 2023.