El pasado miércoles, la Facultad de Ciencias Económicas y de Administración (FCEA) fue lugar de homenaje en memoria del profesor Ricardo Pascale, destacado contador público y educador (además de presidente del Banco Central del Uruguay en dos oportunidades), quien falleció en enero de este año. El evento contó con la participación del decano de la Facultad, Jorge Xavier, la profesora emérita Margarita Roldós, y el licenciado en economía Diego Rijos, en su calidad de exalumno de Pascale.
El decano Jorge Xavier abrió el evento explicando que la razón del homenaje a Ricardo Pascale nació de la necesidad de reconocer la trayectoria y la contribución del profesor en la FCEA. En una resolución del Consejo, por unanimidad se decidió nombrar al Centro de Posgrados de la Facultad con el nombre del profesor emérito Ricardo Pascale. “Todos nosotros, en algún momento, fuimos alumnos de Ricardo. En esa condición, creo que todos nos podemos sentir parte”, aseguró Xavier.
El decano continuó haciendo un breve repaso de lo que fue la trayectoria de Pascale. Comentó que se recibió de contador público en la FCEA en el año 1966. Diez años después, obtuvo un Diploma de Estudios Posdoctorales en Finanzas por la Universidad de California de Los Ángeles. En el año 2007 alcanzó el doctorado en Sociedad de la Información y del Conocimiento por la Universidad Abierta de Cataluña. “Cuando ya muchos de nosotros estamos pensando de qué forma disfrutar de la vida, Ricardo seguía apostando a la formación”, valoró.
Pascale también fue catedrático de Finanzas desde el año 1969, con tan solo 26 años. En 1999 creó el primer posgrado de Finanzas en Uruguay, y en el 2005, la primera maestría, por lo que “fue el creador del Centro de Posgrado”, junto a otros profesores. Xavier recordó su designación como profesor emérito en el año 2015, donde el rector de la Universidad, Ricardo Arim, “señaló que Pascale era reconocido como el padre de las finanzas en Uruguay y uno de los mayores especialistas internacionales en el ámbito”.
Pascale fue profesor invitado en múltiples universidades de la región y del mundo, como Argentina, Brasil, Chile, Perú, Costa Rica, España, y en “su muy querida Italia”, donde tenía lazos familiares. “Rastreando en sus antecedentes, también encontré que recibió la distinción de título de Caballero de la República Italiana en el año 2005, por sus contribuciones en el campo de las ciencias y las artes”, comentó el decano.
Más allá de los logros académicos de Pascale, Xavier destacó la personalidad del catedrático. “Ricardo era dueño de un muy particular sentido del humor, y una clara predilección por salpicar sus clases de anécdotas y episodios a lo largo de su vida con una enorme pasión”.
Pensar en el futuro
Entre lo que fue la producción bibliográfica de Pascale, destacó Decisiones Financieras. “¿Quién no estudió ese libro? Se transformó en un texto de lectura prácticamente obligatorio en cualquier curso de finanzas”, aseguró. Ya sobre el final de su vida, Pascale publicó dos libros que “desafiaron a pensar en el futuro”. Del freno al Impulso, publicado en 2021, donde “planteó con mucho rigor los enormes problemas que tenemos en el Uruguay para construir bases sólidas de crecimiento, apostando por la inversión en conocimiento, ciencia, tecnología, innovación”, manifestó Xavier. El Uruguay que nos debemos, publicado en el 2023, también resaltó “la enorme dificultad que tenemos para reflexionar sobre el futuro”.
Como ideas a destacar de Pascale, Xavier habló de la invitación a pensar en el Uruguay a largo plazo, de una manera fuertemente didáctica. También comentó su idea de que los equilibrios macroeconómicos son condiciones necesarias, pero no suficientes para crecer.
“Fue capaz de combinar la economía con el gusto por la cocina. Fue capaz de pasar desde la presidencia de un banco central a dirigir el Institut Pasteur o la Comisión de Bellas Artes. Fue capaz de pasar de la docencia, habiendo alcanzado los máximos niveles, a la condición de alumno. Fue capaz de combinar Peñarol con el Fondo Monetario Internacional. Y también fue capaz de homenajear desde sus abuelos a sus nietos, a quienes dedicó su último libro. Ricardo nos dejó el pasado 26 de enero, nos dejó un enorme legado, y esperamos estar a la altura de ese legado y asumir todos los desafíos con algo de su pasión, compromiso, calidez, sencillez. Tenemos que estar en condiciones de asumir ese compromiso, de mirar a largo plazo, de aportar a la construcción del futuro, de promover esos acuerdos básicos para la construcción de estrategias de crecimiento basadas en el uso intensivo del conocimiento, la innovación, la ciencia, la tecnología. Porque, como decía Ricardo, ignorar el futuro es muy costoso”, finalizó.