La Reserva Federal (Fed) estadounidense mantuvo sin cambios, por quinta reunión consecutiva, las tasas de interés, y endureció sus perspectivas para un primer recorte, aunque aún así, la mayoría sigue esperando tres bajas para este año. Este cambio de postura puede leerse como una mejora en el horizonte macroeconómico, aunque el leve aumento en las expectativas sobre la inflación subyacente reflejan que el último paso para llevarlas a su nivel objetivo será el más difícil.
El Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC, por sus siglas en inglés) de la Fed decidió esta semana mantener las tasas de interés en el rango de 5,25% a 5,5%, sus máximos niveles desde enero de 2001, según informó el banco central en un comunicado. De esta forma, la Fed vuelve a mantener sin cambios “el precio del dinero” por quinta reunión consecutiva. El último aumento, de 25 puntos básicos, tuvo lugar en el mes de julio de 2023.
«A la hora de considerar cualquier ajuste del rango objetivo de la tasa de interés de los fondos federales el Comité evaluará cuidadosamente los datos que vayan llegando, la evolución de las perspectivas y el equilibrio de riesgos», indicó el banco central, que valoró el cuadro macroeconómico de «incierto».
La decisión de la Fed no generó sorpresas en los mercados, pero la clave del comunicado es que los miembros del FOMC endurecieron el tono. Si bien la mayoría de los integrantes siguen proyectando tres recortes de tasas para este año, los miembros del organismo están dando marcha atrás, dibujando una menor flexibilización de cara a los próximos años. Esta actualización se apoya en mejores perspectivas económicas y en un repunte de la inflación subyacente.
Horizonte despejado
De acuerdo a las últimas proyecciones, la Fed prevé un máximo de tres recortes, cuando en el mes de diciembre había cinco miembros del comité que contemplaban más descensos. Ahora, solamente un funcionario ve cuatro recortes.
Este cambio de postura puede interpretarse como una mejora en el horizonte macroeconómico. La Fed mejoró mucho su previsión de crecimiento para 2024, al tiempo que aumenta también la de los dos próximos años. En diciembre se esperaba un avance del PIB real del 1,4% este año, mientras que ahora lo eleva hasta el 2,1%. De cara a 2025 y 2026 espera que el crecimiento se mantenga en el 2%, frente a las expectativas de diciembre, que apuntaban al 1,8% y 1,9%, respectivamente. De esta forma, el organismo espera dos años consecutivos, después del actual, en los que la economía estadounidense crecerá a un ritmo estable del 2% anual.
En el más largo plazo, la Fed mantiene su estimación de un crecimiento económico del 1,8%, es decir, que en los próximos dos años la actividad económica estadounidense crecería por encima de su tendencia. Este hecho evidencia que la Fed está viendo algunos elementos que están impulsando la economía en el corto y medio plazo, como puede ser el impacto de la inmigración, de los estímulos fiscales, o de elementos temporales, que irán diluyéndose en el futuro.
En cuanto a las proyecciones de inflación, la Fed no mostró grandes cambios. La revisión más destacable es que el indicador de inflación subyacente para el año 2024 pasó del 2,4% esperado en diciembre, hasta el 2,6%. Esta situación, refleja la posición de la Fed de que el último tramo de descenso de la inflación será el más difícil de lograr.
Para el 2025 el organismo espera un avance del 2,2%, tanto en la inflación subyacente como en la general, y prevé que en 2026 ya se consiga alcanzar el objetivo de inflación del 2%, según ambos indicadores.
Por eso, el presidente de la Fed, Jerome Powell, y sus compañeros, descartan más de tres recortes para este curso, con solo una excepción; un único miembro que apunta a cuatro descensos. Además, pasaron de anticipar una flexibilización de 200 puntos básicos para 2025 a reducirla a 150 puntos básicos.
La pregunta del millón
En este marco, la pregunta que todos se hacen es cuándo comenzará el camino de descensos en las tasas de interés. La Fed insiste en que esperará todo el tiempo que se necesario hasta consolidar la inflación en el objetivo del 2%. En sus últimas comparecencias, Powell había avisado de que el riesgo de quedarse cortos y que “no hubiera un aterrizaje” (que la inflación vuelva a repuntar) seguía siendo tan preocupante como el de pasarse y llevar al país a la recesión.
No obstante, el pasado 6 de marzo el presidente de la Fed cambió de tono y, en su comparecencia ante el Congreso aseguró que el momento de bajar las tasas se acercaba. Sin embargo, el comunicado emitido este miércoles reitera que todavía no tienen la confianza necesaria, y que siguen a la espera de nuevos datos.
En ese sentido, si bien oficialmente no se puso fecha al primer descenso, las expectativas del mercado apuntan al inicio de la flexibilización de la política monetaria para el mes de junio con un leve recorte de 25 puntos básicos.
«Creemos que las tasas probablemente han tocado ya techo en este ciclo, y que si las condiciones económicas se mantienen será apropiado recortar tasas en algún momento, más adelante este año», indicó Powell en su comparecencia ante los medios.
Respecto a si la tasa de interés neutral se encuentra en un nivel más elevado que en el pasado, el presidente de la Fed afirmó que no se puede dar una respuesta certera. «Hoy no lo sabemos. Creemos que, en general, las tasas de interés postcrisis y prepandemia han sido muy bajas por factores que cambian con mucha lentitud, como la demografía y la tecnología. Personalmente, creo que las tasas no volverán a esos niveles, pero hay mucha incertidumbre sobre ello», afirmó Powell.
«Mi instinto me dice que las tasas de interés no bajarán a los niveles tan bajos que vimos en los últimos años, donde, en todo el mundo, vimos que, en algunos casos, se mantuvieron durante un plazo largo en el 0%», agregó.