Los presidentes de la Reserva Federal (Fed) estadounidense, el Banco Central Europeo (BCE), así como del Banco de Inglaterra (BoE), coincidieron en señalar que la solidez de la economía en sus respectivas jurisdicciones, les convence para elevar aún más las tasas de interés. Sin embargo, el Banco de Japón (BoJ) va por otro camino y no aumentará sus tasas, aunque se planteó un escenario que podría llevar a un cambio de dirección.
El foro de bancos centrales de Sintra (Portugal) culminó esta edición 2023 con una destacada mesa redonda de la que participaron los principales banqueros centrales del mundo, Christine Lagarde del BCE, Jerome Powell de la Fed, Andrew Bailey del BoE y Kazuo Ueda del BoJ. La conclusión de las autoridades en el evento fue clara: aún queda “terreno por cubrir” en el proceso de normalización monetaria, y por tanto (a excepción de Japón) esperan más incrementos en las tasas de interés en las próximas reuniones.
Este mensaje se suma también al lineamiento que había trasmitido el FMI durante el mismo evento, tan solo dos días antes (ver página 12).
En el caso de la Fed, Powell ratificó el mensaje de la entidad en su última reunión, donde se dejó entrever que habrá dos subas de tasas más durante este año. “Hemos hecho mucho en apenas un año, con incrementos de tasas de 500 puntos básicos (pb), pero creemos que hay más capacidad de endurecer la política monetaria a futuro”, señaló. Powell subrayó la fortaleza que está demostrando la economía estadounidense, y ese es su argumento para considerar que todavía hay margen para subir más las tasas.
Por su parte, Lagarde coincidió en que al BCE le queda trabajo por hacer y que la economía aguantará un mayor endurecimiento de la política monetaria, si se tienen en cuenta los datos macroeconómicos que ahora tienen sobre la mesa. Lagarde sigue descartando la recesión dentro de su escenario base, y lanza un mensaje importante para los gobiernos de la zona euro para dejar atrás las políticas de estímulo derivadas de la pandemia. “La política fiscal ahora tiene que hacer su trabajo. Es momento de que los gobiernos acaben con las políticas del covid”, aseveró Lagarde.
BoE y BoJ
Hace tan solo una semana, el BoE definió un aumento de tasas de 50 pb, y su presidente enfatizó que ese camino se mantendrá en futuras reuniones de la entidad. “La economía británica ha demostrado mucha resistencia, y eso es una buena señal. Hay un mercado laboral muy fuerte y el desempleo está en la parte baja de la historia. Nosotros, igual que el BCE y la Fed, nos basamos en las evidencias macro actuales, y todos los datos que hemos analizado nos convencen de que hemos hecho el movimiento de tasas adecuado”, afirmó Bailey.
Distinta es la situación de Japón. Ueda considera que la economía nipona está en otro momento del ciclo, y que todavía no se puede permitir empezar a subir tasas. El japonés es el disidente en el grupo de cuatro grandes bancos centrales, ya que no ha endurecido su política monetaria y mantiene una estrategia diferente, la del control de la curva de intereses.
Sin embargo, Ueda planteó un escenario que podría llevar al BoJ a un cambio de política en los próximos meses. “Nuestra previsión de inflación apunta a que haya una caída hasta final de este año, y a partir de ahí esperamos que haya una subida en el ritmo, durante 2024. Pero no tenemos una gran convicción con este escenario. Si finalmente nos termina de convencer, será un paso adelante para hacer un cambio de política monetaria en ese momento”, sostuvo.