La transición energética de Ancap: Gas natural, captura de CO2 y e-diésel están en su agenda

Los proyectos energéticos del ente

La matriz energética del mundo está tendiendo hacia un camino de sustentabilidad, y ante ello Ancap presentó, en un taller que brindó a periodistas, sus distintos proyectos para encausarse en este cometido global. La producción de H2 (dihidrógeno o hidrógeno molecular) y la instalación de granjas en el mar, la perforación de bloques marítimos en busca de hidrocarburos, la adaptación de la refinería de La Teja y el proyecto de e-fuels en Paysandú, son los principales elementos que forman parte de su hoja de ruta.

El cometido de Ancap se encuadra en las siguientes afirmaciones de su presidente, Alejandro Stipanicic, quien declaró que “tenemos que reducir las emisiones de carbono en nuestras operaciones tradicionales, refinería y logística. Lo que hacemos habitualmente, debemos hacerlo con menos emisiones”.

A este cometido se suma, como primer ítem de importancia, la perforación de bloques marítimos en busca de gas natural. Distintos especialistas explicaron que se tomó el ejemplo de hallazgos de este hidrocarburo realizados en la costa de Namibia y, a través de un rastreamiento geológico en el que se tomó como punto de partida la Pangea, las conclusiones indicarían que las costas del país africano tienen coincidencias con las costas de Uruguay, partiendo de su separación y localización actual.

Para esto, se distribuirán siete bloques offshore y ya existe un contrato vigente con Challenger Energy (CEG). Para los seis bloques restantes hay contratos en proceso de firma con Shell, YPF, grupo APA y CEG y el monto de la inversión comprometida asciende a US$  127 millones.

Sobre este proyecto, Stipanicic enfatizó en que las probabilidades de éxito “oscilan entre el 10% y el 20%” y tanto el costo como el riesgo de esto estará a cuenta de las empresas privadas.

Otra opción sustentable: Hidrógeno molecular

A su vez, en lo que respecta a este apartado, se buscará la producción de Ha nivel marítimo. Para esto, Ancap planea licitar, en el segundo semestre de 2023, áreas offshore para que empresas privadas desarrollen estudios de factibilidad y evalúen el potencial de la instalación de infraestructura para la producción de H2.

La producción de hidrógeno molecular está dentro de los cometidos, tal como lo especifica la ley, de Ancap. No así la generación eléctrica, según explicó a los periodistas presentes el presidente del ente.

Para este proyecto se estiman áreas de 760 km2 y una producción de 200.000 TonH2 al año. El modelo de negocio tendrá distintos subperíodos de evaluación y producción, las ganancias serán compartidas y Ancap puede asociarse en caso de que exista un acorde desarrollo.

La transición hacia la biorrefinería 

La estrategia climática de largo plazo indica que al 2050 se debería dejar de refinar petróleo crudo. Hoy en día, la refinería de La Teja refina 50.000 barriles diarios y 2,5 millones de toneladas anuales.

Para esta transformación de su planta refinadora utilizará sus actuales activos y apuntará a optimizar sus procesos industriales más complejos. Los especialistas presentes explicaron que esta transformación sí es factible y que se pasará de procesar combustibles fósiles a procesar residuos agrícolas, forestales, urbanos y cultivos energéticos específicos, entre otros.

Se buscará aprovechar el excedente de Hgris para producir turbo combustible sostenible (SAF) y biogasoil, junto con el biopropano y bionafta.


Producción de hidrógeno verde y combustibles sintéticos en Paysandú

La compañía chilena HIF será la encargada de llevar a cabo la instalación de este proyecto en Paysandú. A través de la captura del COque produce ALUR en su planta, se producirá eGasolina. 

Esto implicaría, a grandes rasgos, la reutilización de la emisión de CO2, lo que definitivamente no reduciría al 100% su emisión, pero si en un 50%, que según lo entiende el presidente de Ancap, es un avance “mucho mayor al que se han hecho en los últimos 20 años” al respecto de la emisión de carbono.

Por otro lado, los especialistas a cargo del taller explicaron que la planta utilizará 100 litros de agua por segundo, que serán tomados del Río Uruguay y que este volumen de agua es “insignificante” para el caudal que posee el río.