El presidente Luis Lacalle Pou enfatizó la necesidad de generar una apertura comercial con el mundo, durante su participación en el Día de la Exportación. Dijo que se generó “una falsa dicotomía” en el Mercosur, ya que “no se trata de pegar un portazo, ni alejarse”, sino de plantearle a los socios la posibilidad de “jugar con el resto del mundo”. Afirmó que Uruguay tiene “una enorme oportunidad” de desarrollo a futuro, y estimó que ciencia, tecnología e innovación “son el próximo salto cualitativo y cuantitativo de nuestro país”.
El tradicional evento que organiza la Unión de Exportadores (UEU) se realizó ayer jueves por segundo año consecutivo de forma virtual, y contó con la participación del presidente Lacalle, y con exposiciones de los analistas económicos Salvador Di Stefano y Gustavo Segré, que valoraron la coyuntura de Argentina y Brasil, respectivamente (ver recuadros).
Lacalle señaló que estamos en un “momento auspicioso” para el comercio exterior de Uruguay debido al aumento de los precios internacionales de las materias primas, que seguramente se mantendrán durante “un tiempo extenso”. En ese sentido, evaluó que este contexto es el adecuado para hacer los cambios estructurales necesarios en la producción y no quedar rezagados.
Además, destacó la necesidad de generar una apertura al mundo. “Queremos cancha grande, queremos abrirnos al mundo”, sostuvo Lacalle, poniendo como ejemplo el caso de éxito de la firma Uruguay dLocal que ayer jueves se lanzó a cotizar en la bolsa de Nueva York (ver página 17). “Es un claro ejemplo de que los uruguayos tienen las condiciones para salir adelante. El Gobierno tiene que apoyar”, evaluó.
Respecto al Mercosur, dijo que se ha generado una falsa dicotomía. “No se trata de pegar el portazo, ni alejarse; estamos íntimamente vinculados no sólo geográficamente sino también con nuestras costumbres, nuestros orígenes. Además, sin perjuicio de que ha bajado nuestro comercio dentro de la zona, sigue siendo un lugar en el cual comerciamos y que podemos mejorar muchas veces solo atenuando los trámites burocráticos” defendió el presidente. “Por eso le estamos diciendo a nuestros socios ‘vamos a jugar con el resto del mundo, vamos a salir a los países que hoy son socios estratégicos y los que todavía no lo son’», agregó.
Lacalle también se refirió a la “vocación muy fuerte de mejorar el transporte y la logística” discutiendo con la UEU y agentes económico sobre cuál es el puerto del futuro. “Quizás tenemos matices. Saco el quizás. Tenemos matices. Lo que está claro es que el puerto del futuro, sea cual sea su configuración jurídica -el gobierno ya tomó una decisión-, tiene que ser eficaz y eficiente”, sostuvo.
Por último, el presidente dijo tener “una visión optimista” sobre el futuro. “Tenemos una enorme oportunidad en este mundo globalizado para nuestro país. Cuando uno piensa en exportaciones enseguida aparecen las materias primas, sostén de la economía nacional, pero también, la ciencia, la tecnología, la innovación casi siempre configurada a modo de servicios, son el próximo salto cualitativo y cuantitativo de nuestro país”, indicó el mandatario.
“La UEU es un socio estratégico para nuestro país, nuestro país quiere jugar en cancha grande”, concluyó.
“El medio balde lleno”
La presidenta de la UEU, Andrea Roth, destacó el trabajo del “sector exportador como ejemplo de resiliencia y adaptabilidad” ante la afectación que implicó la pandemia para el comercio internacional. Recordó que en 2020 las ventas al exterior se contrajeron un 10%, pero este año se está observando una importante recuperación con algunos sectores, alcanzando niveles de 2019, y otros en camino de lograrlo (ver nota página 14).
Roth remarcó que las exportaciones son “el motor genuino de nuestra economía”, y en ese sentido “hay noticias alentadoras” para el sector, como la recuperación registrada por mercados importantes -como China y Estados Unidos-, y el aumento de los precios internacionales de los commodities. Sin embargo, advirtió que “la región enfrenta dificultades”.
Por último, comentó que los reclamos de mejora de la competitividad, reducción de costos, agilización de trámites y apertura internacional, “forman parte de la agenda con el Gobierno”, pero en esta oportunidad quiso poner el foco “en el medio balde lleno”. En ese sentido, se refirió a los cambios en el mundo y a los que Uruguay deberá adaptarse para potenciar su desarrollo. Entre ellos, mencionó la necesidad de incorporar en las exportaciones certificaciones medioambientales, sanitarias, de equidad racial y de género, entre otras.
“Esperen poco de Argentina”
Salvador Di Stefano, se refirió a la compleja situación argentina, que atraviesa “un problema de estancamiento económico” en el cual el PIB se contrajo 14% desde el año 2017, un nivel que “va a costar muchísimo volver a conseguir”.
A su entender, el problema es que a Argentina “se le cerraron todas las puertas”. Detalló que en 2016 cuando Macri llega al poder, logró abrir la puerta de los mercados internacionales, los organismos multilaterales, del mercado interno y del Banco Central (BCRA). Sin embargo, con el tiempo Argentina quedó afuera primero de los mercados internacionales (afectado por la guerra comercial China – EEUU), lo que llevó al acuerdo con el FMI. Sin embargo, el triunfo de Alberto Fernández “cerró la puerta” con los organismos internacionales y el mercado interno también “quedó malherido” por la elevada inflación. “Nos quedó solamente el BCRA, que es hoy el gran financiador del Estado Argentino”, sostuvo.
“Ese es el grave problema de la República Argentina; estamos ahogados en déficit y no tenemos motores de crecimiento”, sostuvo Di Stefano.
Aseguró que el consumo privado, el consumo público, y las inversiones no están empujando la economía, y las exportaciones son el único que “motor” que funciona, aunque el saldo comercial es favorable en sólo 3% del PIB. En ese sentido, valoró que Argentina es como “un avión Hércules donde solo un motor tira el 3% de la potencia”. “Una economía así languidece”, opinó.
El experto comparó el covid como una inundación. “Cuando el agua está alta, uno está preocupado por el agua, pero cuando baja es que se ven los verdaderos problemas. Vamos a tener cambios brutales en la economía. (…) Todos nosotros tenemos que ser resilientes, reinventarnos, innovar, tenemos que actuar”, subrayó.
También evaluó que habrá “una transformación comercial”, pero que en Argentina hay “una barrera ideológica” en la cual se busca “cerrar la puerta”.
Señaló que nuestro vecino necesita definir un modelo de país. “Argentina no tiene un modelo, hay una ensalada de ideas”, señaló Di Stefano. “Como conclusión diría: esperen poco de Argentina”, agregó.
Lacalle fue “una bocanada de esperanza” para que el Mercosur hiciera “ese guiño a la derecha y a la libertad económica”
El analista Gustavo Segré se refirió a la situación de Brasil, donde Bolsonaro actualmente tiene “muy mala imagen” pero que “no le preocupa, no mira las encuestas”, algo que a su entender “es algo bueno”, ya que muestra que “Bolsonaro de populista, al menos hacia la izquierda, no tiene nada”.
En el plano político valoró que la aparición de Lula le dio impulso a los simpatizantes de Bolsonaro al revitalizar a los sectores a los que “no le agrada la izquierda”, y que en las elecciones de 2022 “Bolsonaro sabe que depende más de él que de Lula”. Explicó que las claves de éxito están en el avance de la vacunación y el crecimiento económico. Además, jugará un papel importante “el centro de la política” para definir la gobernabilidad futura.
Segré destacó que la actividad económica viene repuntando y los datos demuestran que “Brasil ya pasó por el tsunami de la crisis económica”. Destacó que la OCDE espera un crecimiento de 3,7%, pero hay bancos que proyectan una expansión que podría superar el 5%.
“Brasil será la locomotora de la región, no cabe dudas”, subrayó.
En materia de comercio, destacó que cuando Lacalle ganó las elecciones en Uruguay, “sabíamos que el Mercosur iba a ser diferente”, ya que se iba a alinear con Brasil hacia una mayor apertura, en contraposición a Argentina que promueve el cierre, y a Paraguay que busca posicionarse en un camino intermedio. “Cuando asume el presidente Lacalle Pou, para nosotros, quienes defendemos la libertad económica, era una bocanada de esperanza porque el Mercosur podría hacer ese guiño a la derecha y hacia la libertad económica que tanto deseamos”.