Según un informe de la firma de gestión patrimonial y mercado de capitales Puente, los mercados de commodities experimentaron una recuperación significativa en el último mes. Con el petróleo y los metales preciosos liderando, y con las proyecciones positivas para el sector agrícola, los analistas anticipan que el 2024 será un año de precios firmes. Sin embargo, las tensiones geopolíticas, el clima y la evolución de la política monetaria global son factores a seguir de cerca.
En un contexto de incertidumbre global, la dinámica de los mercados de commodities fue favorable durante el último mes, con un aumento del 7,9% en el índice de referencia. Los sectores más destacados han sido el energético, donde los precios del crudo muestran una fuerte recuperación, y los metales preciosos, que continúan en alza como activos refugio ante las crecientes tensiones geopolíticas.
Recuperación del petróleo
El mercado energético se destacó en esta recuperación. Los precios del petróleo experimentaron importantes avances durante los últimos 30 días, en medio de la escalada de las tensiones en Medio Oriente y la menor producción de la Organización de Países Exportadores de Petróleo y sus aliados (OPEP+). El barril de Brent, uno de los principales referentes del mercado, subió +8,3%, ubicándose en US$ 77,5, mientras que el West Texas Intermediate (WTI) lo hizo en +8,6%, alcanzando US$ 74,6. Se espera que para el 2024 estos precios promedien US$ 82 y US$ 77 por barril, respectivamente, en la medida en que las tensiones en la región persistan y la oferta se mantenga restringida.
La OPEP+, por su parte, redujo su proyección de demanda mundial para este y el próximo año. Las estimaciones ahora apuntan a una demanda de 104,1 millones de barriles diarios (mb/d) en 2024 y 105,8 mb/d en 2025, cifras que representan una disminución respecto a las previsiones anteriores. La organización mantiene su compromiso de monitorear el mercado para asegurar su estabilidad, en un contexto de volatilidad creciente debido a los riesgos geopolíticos. En respuesta, la EIA también ajustó a la baja su expectativa del precio del Brent para 2024, situándolo en US$ 81 por barril en promedio, aunque no se descarta que nuevas interrupciones en el suministro de Medio Oriente puedan elevar nuevamente las cotizaciones.
Los metales preciosos se consolidan
Los metales preciosos han ganado terreno en este escenario de volatilidad, consolidándose como los favoritos de los inversores que buscan protegerse ante la incertidumbre. El oro, el activo de refugio por excelencia, ha alcanzado máximos históricos, impulsado por la fuerte demanda de los bancos centrales de mercados emergentes y la constante inestabilidad geopolítica. El precio del oro subió un +2,7% en los últimos 30 días, ubicándose en US$ 2.652 por onza, mientras que en lo que va del año ha acumulado una impresionante subida del +28,8%. Estas cifras reflejan el creciente apetito de los inversores por activos seguros en un contexto global cada vez más incierto.
Además, la plata también ha mostrado un comportamiento alcista, avanzando un +1,7% en el último mes, para cerrar en US$ 31,3 por onza. En lo que va del año, el metal ha acumulado una ganancia del +32,5%, posicionándose como otro de los favoritos en el mercado de metales preciosos. Las proyecciones para los próximos meses continúan siendo positivas, esperándose que el oro promedie alrededor de US$ 2.550 por onza en el último trimestre del año, superando las estimaciones previas, mientras que la plata podría mantener su ritmo al alza impulsado por las mismas aversiones al riesgo.
Perspectivas para el sector agrícola
El sector agrícola también mostró señales de recuperación, con alzas en los precios de los principales cultivos en el último mes. El maíz ha liderado el crecimiento con un aumento del +5,5%, seguido por el trigo, que avanzó un +4,3%, y la soja, que subió un +1,3%. Sin embargo, la incertidumbre sigue latente debido a las condiciones climáticas y a la posibilidad de nuevos eventos extremos que podrían afectar las cosechas.
En Estados Unidos se observó una recuperación parcial tras el paso del huracán Helene y la persistencia de temperaturas superiores a lo normal. Si bien algunas zonas mostraron mejoras, en otras regiones las condiciones de sequía severa continúan, afectando a áreas clave de producción como Texas, Nuevo México y Montana. El Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA), en su informe de octubre, ha mantenido las proyecciones positivas para la campaña 2023/2024. Para la soja, se espera un aumento del +4% en la producción, alcanzando 395 millones de toneladas (mt), mientras que, para el maíz, la proyección es de 1.226 mt, lo que representa un incremento del +6% anual. En cuanto al trigo, la expectativa es de una ligera suba del +0,1%, situándose en 790 mt.
Impacto de la ralentización económica global
A nivel macroeconómico, los analistas anticipan una ralentización en el crecimiento mundial, con una expectativa de +3% para este año, frente al +3,2% registrado en 2023. Este enfriamiento de la economía global refleja una resistencia moderada en la demanda de commodities, aunque se espera que la estabilidad de mediano plazo se mantenga, siempre que no haya cambios significativos en factores externos, como la situación geopolítica o eventos climáticos extremos.
Los sectores más expuestos a esta desaceleración económica son los metales industriales, que están directamente vinculados al nivel de actividad global. En el último mes, sin embargo, estos commodities mostraron un comportamiento positivo. El índice de referencia de metales industriales avanzó un +9,9%, con el cobre subiendo un +5,5% y el aluminio un notable +11%.
El crecimiento económico más lento en China, uno de los mayores consumidores de metales industriales, es uno de los principales riesgos para este sector. A medida que la economía china enfrenta desafíos estructurales y una menor demanda interna, es probable que el impacto en los precios de los metales se haga más visible.
Efectos de la Fed en los commodities
Un factor clave que influyó en el desempeño de los mercados de commodities fue el inicio del ciclo de reducción de tasas de interés por parte de la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos. Con los primeros recortes en marcha y la expectativa de que continúen a lo largo de 2024, se espera que esto mitigue la presión alcista sobre el dólar, beneficiando así las cotizaciones de materias primas. El debilitamiento del dólar suele ser positivo para los commodities, ya que hace que estos activos sean más accesibles para los inversores que operan en otras divisas. Esta tendencia podría ser un soporte adicional para el mercado, especialmente en un contexto de estabilidad relativa en la oferta y demanda de materias primas.