La búsqueda de una mayor flexibilización del Mercosur y de apertura a nuevos acuerdos comerciales, parece ser un tema en el que –al menos en términos generales- hay mayores consensos entre oficialismo y oposición, según se valoró durante un evento de la Academia Nacional de Economía que reunió a tres exministros de Economía de diferente color político. No obstante, Alvaro García, del Frente Amplio, advirtió que “pasar esa línea” en el Mercosur podría traer perjuicios para muchas industrias locales que dependen de Argentina y Brasil.
Fue un encuentro virtual en el que se destacó la concordia, aún en la discrepancia. Un intercambio calmo, con posiciones a veces encontradas, pero en el que siempre primó el respeto mutuo entre los interlocutores. Sin gritos, sin estridencias, seguramente aburridísimo en términos de la dinámica de redes sociales a las que estamos acostumbrados, pero muy enriquecedor en su contenido.
Así transcurrió el evento “Medidas Clave a tomar en lo que resta de la actual administración”, organizado por la Academia Nacional de Economía, que contó con la participación de tres exministros de Economía de distinto color político: Ignacio de Posadas, del Partido Nacional; Álvaro García, del Frente Amplio; y Luis Mosca, del Partido Colorado.
Más allá de la temática del evento, los tres panelistas hicieron distintas menciones a la “grieta” y la polarización que a veces se genera en redes sociales, y en los efectos que ello puede tener sobre la calidad democrática del país.
De Posadas comentó que “un tema cada vez más urgente en Uruguay” es toda la discusión que se genera día a día en las redes sociales y que “funciona de manera descontrolada” para lo que es el funcionamiento democrático normal. “No es tan urgente ahora, pero se va a venir (…) y no veo que los gobiernos lo estén abordando. No es bueno mirar para otro lado”, comentó.
Álvaro García también dijo estar “muy preocupado por el tema de las grietas”, pero indicó que “hay que saber separar el ruido “, ya que en definitiva “son las conversaciones más directas las que importan”. Explicó que en redes sociales se ve mucho “enojo y manipulación”, lo que ha afectado a la democracia en algunos países por su incidencia directa en elecciones.
Trancando fuerte
En cuanto a sus presentaciones, De Posadas fue quien tuvo la visión más crítica. Hizo referencia a lo que entiende son una serie de problemas y obstáculos del país.
En su visión, hay “serios obstáculos para un funcionamiento de la vida en democracia”, una “educación deficiente”, “un sistema de seguridad social claramente insostenible”, “un Estado con rendimientos deficientes”, “relaciones laborales con exceso de enfrentamiento e ideología” y “una grieta desde el punto de vista político y cultural muy profunda”. Además, valoró que somos un país caro, con baja productividad, alejado del mundo y que muestra “un problema creciente de deterioro del Poder Judicial”.
En ese sentido, al referirse a qué caminos hay, comentó que “lo primero que tiene que hacer el Gobierno es no perder el plebiscito de la LUC”, ya que –opinó- no se trata sobre la ley sino “un plebiscito para derrotar al gobierno”. En ese sentido, estimó que todas las acciones que hay que tomar se complicarían si hay una derrota electoral. “Es una batalla que el Gobierno tiene que dar por la trascendencia”.
En otro orden, sostuvo que en materia de educación “es imposible realizar una reforma de raíz”, ya que “no están dadas las condiciones y no hay tiempo”. Sin embargo, estimó que hay que avanzar en “un camino de medidas incrementales” en lo que refiere a la gestión y en la formación docente.
En cuanto a una reforma del Estado, estimó que “no hay humor para medidas de fondo” y respecto a la apertura comercial dijo que “no es fácil pero es necesaria”.
Luces largas
Álvaro García, por su parte, puso su enfoque en la necesidad de tener una “mirada de largo plazo”, y en ese sentido defendió el trabajo realizado en la Oficina de Planeamiento y Presupuesto (OPP) durante la pasada administración, cuando fue su director. “No es posible encarar cambios de una mirada sólo económica, la mirada tiene que ser más compleja”, sostuvo el representante frenteamplista, indicando que ello implica un abordaje que incluya al desarrollo social y al cuidado medioambiental. Argumentó que incluso desde el sector privado se están tomando en consideración estos aspectos, ya que se están incrementando las exigencias por certificaciones medioambientales, de impacto en la comunidad, entre otras.
A su entender, es fundamental “que existan carreteras de largo plazo, que permitan tener un horizonte mayor”, para orientar las inversiones hacia ese objetivo.
“Hay evoluciones históricas. Si no prendemos las luces largas y vemos a dónde va el mundo, vamos a cometer errores de rescatar cosas que son irrescatables. La mirada larga es fundamental, y el diálogo también lo es”, reflexionó el jerarca.
García argumentó que esa fue la línea de trabajo trazada desde la OPP en la pasada administración, pero lamentó que no se continuó con ese trabajo luego del cambio de Gobierno.
En cuanto a la apertura internacional, opinó que es un tema clave y compartió los objetivos del Gobierno de buscar la mayor flexibilización del Mercosur que se pueda lograr, y de avanzar en un acuerdo comercial con China. “Hay que desearle lo mejor posible al Gobierno, para que avance en lo más que se pueda”, indicó García, recordando que la administración anterior trató de llevar adelante esa misma agenda. No obstante, advirtió por los riesgos de ir más allá. “Lo más lejos que pueda ir Uruguay dentro del Mercosur, siempre es bienvenido. Ahora, si se pretende pasar esa línea, habrá que ver cuáles son las consecuencias de ese hecho”, comentó el exdirector de OPP, explicando que ese camino podría traer perjuicios para determinadas industrias locales que dependen mucho de la demanda de Argentina y de Brasil.
Por último, se refirió a “la nueva fiscalidad internacional que estamos enfrentando”, a la que definió como “un gran tema” porque en él “juegan las relaciones de poder internacional” y Uruguay debe “estar atento a esas realidades”.
Permiso…
A su turno, Luis Mosca indicó que “sería conveniente” que Uruguay, en el contexto de buscar mayor apertura comercial, solicitara el ingreso al TPP11 (Acuerdo Transpacífico), un acuerdo de integración suscrito en marzo de 2018 y que es una segunda etapa del TPP original que tenía a EEUU como principal referente. Se trata de un acuerdo de libre comercio y de apertura de la inversión, de un conjunto de países con un alto peso a nivel internacional.
Entre los motivos por los que deberíamos solicitar el ingreso a ese acuerdo, Mosca argumentó que “es un acuerdo de última generación”, que “permitiría vender mejor, pero también comprar mejor, logrando mejores condiciones de acceso a tecnología, bienes de capital e insumos para mejorar la productividad”. Además, tiene la ventaja de ser “un acuerdo ya vigente”, cuyos términos y condiciones están explícitos, facilitaría el acceso a otros acuerdos comerciales (“sería como una norma ISO para negociar otros acuerdos”), y conviene políticamente para evitar que un TLC directo con China nos deje en medio de la guerra geopolítica entre China y EEUU.
Sin embargo, apuntó que para lograr beneficios de ese acuerdo se requiere de acciones que mejoren la competitividad, lo que implica una mayor consistencia entre políticas (fiscal, monetaria, cambiaria, salarial y de tipo de cambio), una reducción de los costos internos (tarifas, impuestos, desregulaciones), mejoras en la educación formal y en capital humano, y mejores servicios logísticos y de facilitación del comercio.
El secretario de la Presidencia, Álvaro Delgado, se refirió a la noticia publicada ayer por el semanario Búsqueda donde se informó que el Gobierno había decidido no acompañar la propuesta de rebaja del Arancel Externo Común, que había sido acordada entre Argentina y Brasil.
Delgado señaló que “no sería muy inteligente” comunicar la posición de Uruguay “por la prensa”. Recordó que la posición de Uruguay es la de avanzar en la flexibilización del bloque y que respecto a otros planteos el país “puede tener algunas posiciones, pero como todas las cosas la diplomacia implica trabajar en los ámbitos en los que hay que trabajar”.
En tal sentido, señaló que la definición será en el mes de diciembre cuando se realice la cumbre del bloque. “Esperemos que terminemos el año con buenas noticias para Uruguay”, dijo Delgado en rueda de prensa.
Fuentes de Cancillería consultadas por CRÓNICAS prefirieron no hacer comentarios respecto a la información, e indicaron que cualquier definición sobre este y otros temas, se comunicará por las vías oficiales.