Medidas adoptadas ante la pandemia pueden explicar parte de la menor morosidad de las empresas

Reporte > Sector financiero tuvo un retorno “razonable dado el contexto económico”

Foto: BCU

En su reporte del sistema financiero, el Banco Central (BCU) afirma que las medidas adoptadas por la entidad para mitigar los efectos de la pandemia del covid-19 en la economía, junto al “importante incremento de los montos cubiertos por el Sistema Nacional de Garantías”, pueden estar explicando “buena parte del descenso observado en la morosidad de las empresas, el crecimiento del crédito en ciertos segmentos, y en el descenso en las tasas de interés en pesos”.

Las instituciones de intermediación financiera en Uruguay cuentan con un capital que prácticamente duplica el requerimiento de capital mínimo regulatorio, que contempla los riesgos de crédito, mercado, operacional y sistémico. En concreto, el capital de las entidades es 1,91 veces el exigido, según informó el BCU en su reporte del sistema financiero correspondiente al segundo trimestre del año.

Allí se reiteró que las pruebas de estrés elaboradas por la Superintendencia de Servicios Financieros (SSF), concluyen que “el sistema bancario soportaría en promedio un escenario de recesión importante manteniendo un nivel patrimonial razonablemente adecuado”.

Según se detalla, el resultado neto de los bancos en el año móvil cerrado al 30 de junio de 2021 fue de $ 28.189 millones, lo que representó un retorno de 1,6% sobre los activos y de 15,1% en relación al patrimonio, “lo que se considera  razonable dado el contexto económico”.

Depósitos

Los depósitos del sector no financiero privado (principal fuente de fondeo del sistema) alcanzaron un equivalente de $ 1,52 billones en junio de 2021. Descontando el efecto inflacionario, esto implica un aumento de 8,1% en los últimos doce meses, pero una disminución de 1,1% en el segundo trimestre.

Diferenciando por moneda a los efectos de revisar el impacto de la variación del tipo de cambio, los depósitos en moneda nacional son aproximadamente un 22% del total ($ 331.641 millones) habiéndose incrementado 17,4% en los últimos doce meses y disminuido 1,9% en el segundo trimestre, medido a valores corrientes. Por su parte, los depósitos en moneda extranjera conforman el 78% restante (US$ 27.241 millones) y a dólares corrientes aumentaron 12% en el año móvil y 4% en el segundo trimestre.

“La caída de la morosidad se explica por el descenso en el segmento de crédito a empresas, en donde cayó de 3,6% en abril 2020 a 2,1% en junio 2021”.

Los depósitos de residentes son un 76% en moneda extranjera y 24% en moneda nacional, registrando un incremento general en términos reales de 8,7% en los últimos doce meses y una disminución real de 0,9% en el segundo trimestre. Por su parte, los depósitos de no residentes (prácticamente todos en monedas extranjera) ascienden al equivalente de US$ 3.425 millones. Si bien medido en dólares corrientes registraron un aumento tanto en la comparación anualizada como trimestral, registraron un descenso en su participación sobre el total de depósitos, pasando de ser el 10,4% en junio del año pasado, al 10% en marzo de 2021, y al 9,8% en junio de 2021.

La participación de los depósitos a la vista en moneda extranjera en el total de depósitos del sector no financiero privado se situó en 93,7%, mientras que en moneda nacional fue 68,9%, en ambos casos sin cambios significativos respecto a trimestres previos.

Créditos

El crédito bruto al sector no financiero residente alcanzó  el 27,9% del PIB en junio de 2021, frente a un 27,3% que representaba a junio de 2020. En moneda extranjera en los últimos 12 meses se incrementó 2,6% en dólares corrientes (US$ 187 millones) mientras que en moneda nacional lo hizo en 8,8% en pesos corrientes ($ 25.410 millones). Si se toma en cuenta el último trimestre, el crédito en moneda extranjera tuvo un crecimiento de 0,8% en dólares corrientes (U$S 56 millones) y en moneda nacional de 0,7% en pesos corrientes  ($ 2.185 millones). Sumando ambas monedas, el crédito al sector privado residente ascendió a $ 635.542 millones a junio de 2021 y se mantuvo incambiado en los últimos doce meses en términos reales, mientras que en el segundo trimestre presentó una disminución aproximada del 2,3%.

Dentro del crédito al sector privado residente, tanto  el crédito a empresas como el crédito a familias no presentaron variaciones reales significativas en el año cerrado en junio, mientras que en el segundo trimestre de 2021 ambos presentaron caídas en términos reales de 2,6% y 1,4% respectivamente.

Morosidad y endeudamiento

La morosidad general del crédito se redujo a 2,4% a junio, luego de haber alcanzado  2,7% en diciembre de 2020 y marzo de 2021, siempre por debajo al valor observado en abril de 2020, mes en que llegó a un máximo de 3,4%. La caída de la morosidad se explica por el descenso en el segmento de crédito a empresas, en donde cayó de 3,6% en abril 2020 a 2,1% en junio 2021, mientras que en los créditos a familias se mantuvo en niveles similares a los registrados un año atrás (2,8%).​

El informe elaborado por el BCU destaca que  las medidas adoptadas ante la pandemia del covid-19 “han permitido extender plazos y flexibilizar la categorización de determinados créditos”, lo que sumado al “importante incremento de los montos cubiertos por el  Sistema Nacional de Garantías”, pueden estar explicando “buena parte del descenso observado en la morosidad de las empresas, el crecimiento del crédito en ciertos segmentos, y en el descenso en las tasas de interés en pesos”.

El endeudamiento de las familias se ubica a junio de 2021 en un 29,5% de su ingreso anual, lo que implica una reducción, tras haber alcanzado “un pico máximo de 31,1% en diciembre de 2020”.