El Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) presentó una serie de datos sobre la evolución de la economía el año pasado, así como de indicadores sociales y algunas proyecciones a futuro. La titular de la cartera, Azucena Arbeleche, destacó los logros alcanzados, remarcando que se consiguieron sin aumentar impuestos y cumpliendo con las metas fiscales. Sin embargo, los números presentados también recibieron cuestionamientos, en particular relacionados con la pérdida del poder adquisitivo de los salarios.
Por Ariana Vezoli | @ArianaVezoli
La ministra de Economía brindó el pasado martes una conferencia de prensa para poner en conocimiento de la sociedad algunos números sobre la actividad económica del país, y establecer proyecciones para el año en curso.
Además de Arbeleche, en la mesa expositora se encontraban el subsecretario, José Irastorza; la directora de Política Económica, Marcela Bensión; y el director de Finanzas Públicas, Fernando Blanco.
En su disertación, la ministra celebró haber llegado a niveles de actividad prepandemia e incluso superarlos en el tercer trimestre del 2021. Afirmó que la recuperación se apoyó en dos pilares: la exitosa política de vacunación, lo que permitió que “los motores de la economía” continúen funcionando, y los apoyos otorgados por el Gobierno para mitigar los efectos de la pandemia.
Además, resaltó que “el mayor gasto para mitigación de los daños no impidió que se cumplieran las metas fiscales”, y que estos “no se financiaron con aumentos de impuestos”.
En el tercer trimestre de 2021 el PIB alcanzó el nivel prepandemia, y se proyecta que en todo el año la economía habría crecido un 4,5%, cifra que superó las proyecciones del propio gobierno, que estimaba una expansión del 3,5%. El dato oficial del cierre será publicado el próximo 23 de marzo.
«Se consideró que nuestra proyección era muy optimista, sin embargo, los analistas fueron corrigiendo sus proyecciones y hoy están muy cercanas a este número que finalmente se dará”, sostuvo Arbeleche.
Detalló que la proyección positiva se apoyó en datos adelantados, como la industria manufacturera, los niveles récord de producción industrial, exportaciones de bienes, entre otros.
Por otra parte, resaltó que el mercado laboral recuperó el 80% de los puestos perdidos en 2020, lo que significó la creación de alrededor de 28 mil puestos de trabajo.
En la comparación interanual de diciembre de 2021 con diciembre de 2019 existe una diferencia de 10 mil puestos de trabajo.
Asimismo, la cantidad de personas en seguro de desempleo al último trimestre de 2021 se encuentra entre 35 y 36 mil, siendo que en 2019 había unas 46 mil personas cobrando ese beneficio. Además, destacó que el 80% de los trabajadores salen de esta condición por ser recontratados.
Cumpliendo metas
La ministra también presentó datos sobre las transferencias sociales y los indicadores de pobreza.
Según informó, en el primer semestre de 2021 la pobreza se redujo en 50 mil personas y primaron hogares con jefatura femenina y niños de 0 a 6 años.
«De 2019 a 2020 hubo un aumento real de un 57% de transferencias sociales. Del año 2020 al 2021 se continúan intensificando los esfuerzos y hay un aumento del 25% en términos reales», destacó.
En sintonía con lo anterior, Arbeleche explicó que –medidos en dólares-, en 2019 se transfería el equivalente a US$ 268 millones, en 2021 este número asciende a más de US$ 500 millones, y si agregan apoyos como refugios, alimentación u otros que no siempre son a través del Mides, se deben agregar US$ 50 millones.
La secretaria de Estado insistió en que ello se logró sin incumplir las metas fijadas en materia fiscal. «Pese a la pandemia disruptiva, Uruguay ha cumplido con todas las metas fiscales que se ha propuesto: el déficit observado y también a los tres pilares incluidos en la nueva institucionalidad fiscal; el resultado estructural -de la mano de la sostenibilidad de las políticas, en particular las políticas sociales-; el crecimiento topeado del gasto del gobierno central y el endeudamiento posible del gobierno central”, asintió Arbeleche.
Polémica
Pese la lectura positiva que realiza el gobierno de los datos presentados, la polémica no estuvo ausente de la presentación.
En una instancia de consulta con la prensa, el presidente de la República, Luis Lacalle Pou, se mostró complacido con la comparecencia de Arbeleche y resumió que “todos los compromisos asumidos en la Rendición de Cuentas y en el Presupuesto se cumplieron con creces”.
Sin embargo, el senador del Frente Amplio, Mario Bergara, mostró una posición crítica hacia los números presentados y considera las políticas del gobierno como las causantes de la baja en salarios y jubilaciones. Además, en su cuenta de Twitter indicó que el gobierno no muestra todas las variables.
“Una vez más, eligen en función de lo que va bien y lo que va mal”, cuestionó.
Marcela Bensión replicó que la pérdida de salario no responde a un recorte real, sino a un “período puente con incrementos” debido a la situación excepcional, e invitó al senador a explicar mejor los medios para llevar a cabo lo que plantea. “Con respecto a lo que plantea el senador Bergara, diría que él no menciona cómo financiaría eventualmente ese incremento; si con deuda o con impuesto, como se hizo en el pasado”, señaló la directora del MEF.
Objetivo empleo
Respecto a los datos presentados, el economista Jorge Caumont, indicó a CRÓNICAS que el gobierno se planteó como objetivo la recuperación del empleo y ello implicó focalizar la política macroeconómica, la política fiscal, la política monetaria y la política cambiaria, de modo tal de evitar caídas mayores.
“Vemos una muy buena recuperación del empleo, que no viene en caída como antes de la pandemia, sino en ascenso. Pero lo que también es cierto es que el salario real cayó, aunque hay que relativizar esa caída. Ha caído 3,05% en dos años. Pero desde octubre, que había llegado al 3,52%, la caída ha disminuido naturalmente”, desglosó el economista.
Con la inflación aún fuera del rango meta del gobierno -8,15% anual en enero-, Caumont recordó que a pesar de los obstáculos que trajo la pandemia, este indicador se posiciona por debajo del número que alcanzaba a principios del quinquenio.
“Debemos destacar que la política monetaria comienza a ser restrictiva para enfocarse en ese problema. Antes era expansiva porque se enfocaba en la recuperación económica. No es simplemente un problema monetario como ocurre habitualmente, sino que hay factores exógenos que juegan sobre el nivel general de precios. Hay países que tienen hoy la inflación más alta en 20 años”, contrastó.
Sobre el futuro próximo, en lo que respecta a la actividad económica, se inclinó a que suba, aunque no al ritmo con que lo venía haciendo. Además, evaluó que la inflación continuará un tiempo siendo alta, para descender cerca del final del quinquenio.
De todos modos, le puso un voto de confianza a la cifra de crecimiento del PIB que presentó Arbeleche.
“Puede ser 3,8%, yo lo tengo más bajo. Probablemente tenga más datos que uno para hacer las estimaciones. No debemos olvidar que el empleo venía en caída en los últimos años, el desempleo en aumento y eso fue revertido a pesar del factor exógeno. Por razones políticas, hay actores que no quieren reconocer la evidencia empírica”, concluyó Caumont.
“Un manto de duda”
Otra posición crítica a los datos presentados por el MEF fue manifestada por Alejandra Picco, economista e investigadora del Instituto Cuesta-Duarte del PIT-CNT, quien en diálogo con CRÓNICAS consideró ambicioso poder sostener la magnitud de puestos de trabajos generados este año, más la creación de 40.000.
“Si bien 40.000 puestos de trabajo pueden ser razonables con una proyección de crecimiento de la economía de 3,8% para 2022, se abre un manto de dudas, porque implica también sostenerlos este año, y creo que eso ya es un desafío”, reflexionó.
Pese a no existir un cuestionamiento directo a los números del déficit, sí se plantean desde el gremio algunas cuestiones en torno a los datos del crecimiento.
Según los datos que continúa cerrando el instituto, Picco adelantó que el crecimiento en el último trimestre estuvo focalizado en sectores que no demandan gran cantidad de empleados, aunque sí se mantuvo el impulso de la construcción.
“Desde ese punto de vista, incluso con un crecimiento de la economía en línea con lo que decía la ministra, nos parece ambicioso por cómo está mostrando ser el proceso de crecimiento. Teníamos proyecciones, que hoy estamos revisando, pero mucho menos auspiciosas en materia de creación de puestos de trabajo”, explayó la investigadora.
Respecto a la pérdida del poder de compra de los salarios, Picco lo definió como una deuda del gobierno que “se va haciendo más grande a medida que mejora la economía”.
A su vez, cuestionó el hecho de que no se haya incluido en la Rendición de Cuentas, por lo que –estimó- no sería “una variable de relevancia” para el gobierno.
“Es momento de que la fuerte caída del salario se revierta. Nuestras proyecciones indican que en 2022 la recuperación del poder de compra del salario será muy baja. Pero para esa proyección necesitamos el nivel de inflación, que hoy la estamos subiendo. En la medida en que esta sea mayor, la recuperación será menor”, apuntó la economista.