La directora de política económica del MEF, Marcela Bensión, se refirió a las políticas estructurales sobre las que avanzará el gobierno en materia económica y afirmó que “es necesario ver las cuentas públicas de otra manera”. La transparencia de las cuentas fiscales como gran reforma estructural tiene como herramienta la implementación de la regla fiscal y se apuesta también a depurarlas de efectos transitorios como puede ser el Fondo Covid y el ciclo económico. “No es lo mismo tener un determinado resultado fiscal en crecimiento que en recesión”, subrayó Bensión y aseguró que está es la forma de que ambos resultados fiscales puedan ser comparados a largo plazo.
-Semanas atrás el ex ministro de Economía, Ignacio de Posadas, criticó que al gobierno no le va a alcanzar con “aplicar las políticas de Macri” y que se necesita un Plan Marshall para reactivar la actividad. La ministra de Economía, Azucena Arbeleche respondió que no se puede pensar en un mayor crecimiento si no se avanza en las reformas estructurales. ¿En qué línea van esas reformas?
-Las reformas estructurales van en la línea de mejorar la transparencia de las cuentas fiscales. Es necesario mejorar la rendición de cuentas a la ciudadanía porque eso nos permite focalizarnos en dónde ser más eficientes en el tema del gasto público.
La transparencia de las cuentas fiscales es una gran reforma estructural y tiene que ver con la regla fiscal y con mirar, precisamente, las cuentas fiscales de otra manera, depurando de efectos transitorios como puede ser el Fondo Covid y depurando del ciclo; no es lo mismo tener un determinado resultado fiscal en crecimiento que en recesión.
Hay que depurar de ese efecto cíclico para poder comparar un resultado fiscal de una época recesiva con uno de una época expansiva. Hacia eso vamos.
Estamos caminando hacia la convocatoria de dos comités- uno de expertos y otro de asesores- que se conformará en las próximas semanas. Uno nos dará insumos para permitirnos hacer mejor esa corrección de ciclo y el otro será asesor y auditor de cómo se hace esa corrección del resultado fiscal efectivo al estructural. De este modo, nos ayudarán para rendir mejor las cuentas.
Otra muy importante y grande es la reforma previsional. Ahí se está avanzando en un comité de expertos que ya ha formulado un borrador en cuanto a la situación previsional del país y, eventualmente, hará una propuesta de mejora en ese sentido dado el envejecimiento poblacional del Uruguay.
Hay un debate que nos debemos como sociedad, que no sólo involucra al BPS sino a las diferentes cajas para ver en qué situación están y si pueden atender o no a las jubilaciones futuras de los contribuyentes.
“Se debe transparentar más la relación entre las empresas públicas y el gobierno central”.
En tercer lugar, la reforma de las empresas públicas. Ahí refiero, por ejemplo, a la que más ha sonado en los últimos meses, que es la fijación de las tarifas de los combustibles. En este aspecto también trabaja un comité de expertos para ser más transparentes en la fijación de los precios de los combustibles y en todo lo que es la política energética del país. Esas son tres reformas bien interesantes que se agregan a definir qué queremos con las empresas públicas en materia de funcionamiento y transparentar más la relación entre las mismas y el gobierno central. Es este tema de si las tarifas públicas suben para financiar al gobierno central o suben para cubrir los costos de las empresas públicas y que obtengan el resultado esperable.
No hay que olvidar que pese a atender la pandemia se avanzó de forma muy importante en estas reformas.
De dólar a pesos uruguayos
-Hay un proceso de desdolarización en camino. ¿Cómo hacer para cambiar una variable tan importante en la fijación de precios en la economía uruguaya, sin quedar condicionados a la inflación?
-Es complejo porque somos una economía bimonetaria, estamos acostumbrados a pagar en dólares el inmueble, los viajes al exterior y los electrodomésticos y a ahorrar en dólares. Es un tema bien complejo que incluye aspectos culturales, educacionales y comunicacionales. No siempre se entiende que se puede ganar más ahorrando en pesos que en dólares.
Ahora estamos poniendo todo sobre la mesa para ver qué margen de acción tenemos desde el Poder Ejecutivo sobre todo para comunicar y explicar que a veces ahorrando en dólares se puede llegar a perder, por ejemplo, si uno compró el dólar en $45 y luego precisa los pesos y lo vende en $42.
Además del tema educacional y comunicacional, ya hemos tomado algunas medidas que van en este sentido.
Prueba de ello, fue el programa SiGa, de créditos garantizados otorgados a las Pymes y, posteriormente, al sector turístico y medianas empresas.
Dicho programa implicó, además de incrementar las garantías estatales en hasta US$ 506 millones (y por tanto, inmovilizar la capitalización que oficia como «seña» de dichas garantías que fue de unos US$ 185 millones), una fuerte baja en las tasas de interés y las comisiones asociadas a los préstamos.
En este sentido, se tuvo especial cuidado de incentivar un otorgamiento de créditos en moneda nacional, bajando más fuertemente las tasas de interés y las comisiones asociadas. A modo de ejemplo, las tasas de interés en moneda nacional bajaron del entorno de 34% a 17%, mientras que las de moneda extranjera lo hicieron de 7% a 5%. Por otra parte, las comisiones asociadas a créditos en moneda nacional bajaron de 2% en el programa SiGa previo a la pandemia a 0.6%-1% en el programa SiGa implementado mientras que las comisiones asociadas en dólares bajaron de 2.6% en el programa preexistente a 0.8%-2% en el programa SiGa «Covid».