Tras la fuerte caída que generó la pandemia, el sector turístico mejora sus perspectivas para la temporada entrante, esperándose importantes aumentos respecto a la temporada pasada, aunque el punto de comparación es con registros de actividad mínimos, según señala un informe de coyuntura del Centro de Investigaciones Económicas (Cinve). Comparado con los períodos prepandemia, el flujo de turistas argentinos sería un 1% inferior y el de brasileros podría ubicarse en niveles similares, y si se considera el año completo, el escenario es aún menos positivo, esperándose caídas de 12% y 1%, respectivamente.
Las restricciones a la movilidad, los confinamientos, el cierre de fronteras, y otras medidas adoptadas desde marzo de 2020 para mitigar el impacto de la pandemia, tuvieron un efecto demoledor sobre el turismo. El informe del Cinve señala que las actividades vinculadas al sector se redujeron al mínimo (ver gráficos) al igual que en la mayoría de los países, en una situación que, además, se extendió durante el año 2021.
Recién a partir de la Semana de Turismo de 2021 se comenzó a habilitar el ingreso al país, al principio de forma restringida. Sin embargo, la ola de contagios que sufrió Uruguay en el primer semestre de ese año llevó a que las actividades de turismo se desarrollaran de forma extremadamente limitada. En la segunda mitad del año, el avance efectivo de la vacunación logró frenar los fallecimientos, pero los contagios continuaron y se generó una segunda ola durante el verano de 2022.
De esta forma, el impacto negativo de la pandemia sobre el sector persistió durante la temporada estival de 2022, lo que determinó -junto a otros factores- que el flujo de turismo receptivo estuviera 60% por debajo de la temporada 2019-2020.
Una de cal, una de arena
De acuerdo al informe del Cinve, hay tres factores que influyen sobre la actividad de esta temporada turística: la pandemia, los precios y los ingresos en los países emisores.
“Uruguay se encuentra a las puertas de una nueva temporada turística, signada por una evolución de precios relativos que no estimula el turismo receptivo, pero es la primera temporada donde las restricciones asociadas a la pandemia han cedido, con una alta cobertura de vacunación en el país y también en los países vecinos”, señala el documento.
No obstante, se advierte que en Uruguay y otros países se está verificando un aumento de los casos de covid-19, con llamados de las autoridades a la precaución y al uso de mascarillas, aunque –al menos por ahora– no se observan restricciones de mayor significación a la movilidad.
En términos de ingresos/actividad, los países vecinos atraviesan por una fase de recuperación de la actividad económica pospandemia, pero cuyo crecimiento posiblemente sea moderado durante el 2023. Ello puede generar “mayores incentivos para el turismo hacia Uruguay en la temporada de verano, pero menores en el resto del año”.
En cuanto a precios, los niveles en Uruguay respecto a los vecinos no estimulan el flujo del turismo receptivo proveniente de Argentina y de Brasil, principales visitantes en la temporada de verano. Por el contrario, incentivan el flujo de turistas uruguayos hacia Argentina. Se aclara que el modelo del Cinve no considera las restricciones al acceso de divisas por parte de los turistas, especialmente argentinos, sino que los precios relativos considerados tienen en cuenta la evolución del tipo de cambio del mercado paralelo (blue).
Proyecciones
En este escenario, el Cinve proyecta que durante la temporada de verano 2022-2023, el número de turistas argentinos que ingresen a Uruguay se incrementaría un 171% respecto a la temporada 2021-2022, mientras que el flujo de los visitantes brasileños en esta temporada podría alcanzar un crecimiento de 143% respecto a la anterior. Sin embargo, se recuerda que durante la temporada 2021-2022 el flujo de turistas se redujo en más de 60% respecto a la última temporada “normal”. En ese sentido, si se compara el ingreso esperado para esta temporada con los turistas del verano 2019-2020, los incrementos se moderan. Se podría esperar que la cantidad de visitantes argentinos se aproxime a la temporada previa a la pandemia, aunque se ubicaría 1% por debajo de la última temporada prepandemia. Por su parte, el flujo de turistas brasileros podría ubicarse al nivel de la temporada 2019-2020.
Asimismo, se advierte que el panorama no es tan positivo si se considera el año completo. El flujo esperado de turistas de origen argentino durante 2023 se estima que estará 12% por debajo del ingreso de turistas de esa nacionalidad en todo 2019. La cantidad de visitantes brasileros podría ubicarse 1% por debajo de los que ingresaron en 2019.
Un poco de contexto
Si se observa la evolución anual del ingreso de visitantes según país de origen, el ingreso promedio anual de visitantes argentinos en el período 2011-2019 fue de prácticamente dos millones de personas al año, alcanzando el máximo en el año 2017. Se espera que en 2023 los visitantes alcancen una cifra de alrededor de 1,6 millones de turistas, 19% por debajo de ese promedio.
En el caso de los visitantes de origen brasilero, el promedio anual de visitantes para el período 2011-2019 es de 451 mil personas, también con un máximo en 2017 que alcanzó un nivel cercano al medio millón. Durante 2023 se espera que el ingreso de turistas sea 7,5% mayor al promedio del período sin pandemia, unos 485 mil brasileros.