Tras el repunte observado luego del otoño (el momento de mayor impacto de la pandemia en la actividad económica), el mercado del créditos al consumo se muestra estable, pero no logra mantener el impulso ascendente, según el informe elaborado por la financiera Pronto!. Se señala que el consumidor “busca diferenciar productos, mira más precio y evalúa posibilidades” lo cual “genera un ámbito más competitivo” en el mercado.
El mercado de créditos al consumo se estabilizó en el cuarto trimestre, luego recuperarse de la caída registrada durante el otoño, pero no mantiene un impulso firme para volver a una tendencia ascendente, según concluye el Monitor de Mercado de Crédito al Consumo que elabora la financiera Pronto!. La demanda de créditos se mantiene en niveles similares a los últimos meses, pero debajo de los registros del año pasado, mientras que la oferta refleja una conducta de prudencia por parte de los agentes financieros.
Pensando en el cierre del año y de cara al año próximo, “el panorama indica que el mercado no evoluciona parejo en su conjunto, sino que hay diferencias según segmentos económico-sociales y también estrategias diversas de los oferentes”.
A nivel de la oferta se mantiene una relativa recuperación en el mercado, también dependiendo del agente financiero, aunque en el último mes se da una baja respecto a los montos promedios otorgados. Se explica que además de la oferta regular, las empresas del sector están enfocándose en la generación de productos o campañas de ayuda a clientes con dificultades de pago (restructuración de deuda).
Del lado de la demanda también se observa una reactivación, aunque el consumidor se muestra cauteloso respecto a tomar nuevas obligaciones. Al igual que en el informe anterior, se señala que “el consumidor busca diferenciar productos, mira más precio y evalúa posibilidades” lo cual “genera un ámbito más competitivo” en el mercado.
La morosidad se mantiene estable respecto al segundo trimestre del año, aunque también se aprecia disparidad entre los “jugadores” del mercado, dependiendo a su vez de las restricciones planteadas a nivel de cada una de las instituciones.
Pensando a futuro, existe una gran incertidumbre en función de la evolución del contagio de la pandemia, y de su impacto en el sector financiero y del mercado de trabajo. “En ese sentido, no se espera una mejora concreta, sino más bien una tendencia que se mantiene, aunque todo dependerá de cómo se sigan comportando los sectores de actividad y especialmente el turismo”, señala el informe de Pronto!.
No positivo
La “Encuesta de Crédito y Endeudamiento Familiar” de diciembre refleja una mejora de las expectativas de los uruguayos respecto a su situación personal, no tanto por incremento de optimismo sino por disminución del pesimismo. Mientras que en junio solamente 16% creía que podría mejorar en los próximos cuatro meses, en setiembre eso aumentó a 21%, manteniéndose ese nivel en la encuesta de diciembre. Los que pensaban que estarían peor eran 21% en junio, 17% en setiembre y 15,4% ahora en diciembre. El saldo neto pasó de negativo en 5,3% en junio, a positivo en 3,8% en setiembre y positivo de 5,6% en diciembre.
Sin embargo, sobre la economía del país, la visión sigue siendo negativa y empeora. Los que ven mejoras en la economía nacional pasaron de 19% en junio a 26,6% en setiembre y a 21% en diciembre. Aquellos que perciben que la economía empeorará siguen siendo mayoría, y volvieron a incrementarse: habían bajado de 50,8% en junio a 36% en setiembre, pero ahora en diciembre son 40%. El saldo neto es negativo, pasó de casi 32% en junio a 9,3% en setiembre y a 19% en diciembre.