Tras la Cumbre de Mendoza el bloque regional volvió a repetir el hábito de no avanzar en el terreno económico regional. De las normas aprobadas en la última reunión de jefes de Estado, ninguna referenció a aspectos económicos y comerciales, aunque se destacó en los comunicados, el compromiso con las negociaciones vigentes con la Unión Europea.
Como viene sucediendo con la actuación del Mercosur en los últimos años, durante la Cumbre de Mendoza el bloque no aprobó ninguna norma que atendiera a aspectos económicos y comerciales de la agenda interna y externa, “lo que demuestra que más allá del dinamismo que se le ha presentado al Mercosur durante la Presidencia pro Tempore a cargo de Argentina, al menos en cuanto a la aprobación de normas, la situación continúa incambiada”, establece el informe sobre Integración Económica realizado por el Departamento de Negocios Internacionales e Integración de la Universidad Católica del Uruguay.
Salvo las decisiones tomadas en relación al Fondo de Convergencia Estructural del Mercosur, que a criterio del informe es “con distancia uno de los mayores éxitos del bloque en cuanto al funcionamiento de los últimos años”, las demás resoluciones refieren a la firma de memorándums de entendimiento con otros organismos internacionales, firma de convenios, designaciones de cargos o aspectos vinculados con el funcionamiento interno del Mercosur.
Además, se tomaron resoluciones que están relacionadas a la adhesión de Chile al acuerdo de Registración Migratoria Electrónica, la aprobación de un Plan de Acción del Sector Educativo del Mercosur hasta el 2020, el acuerdo entre los Estados Miembros y Asociados para el intercambio de información sobre fabricación y el tráfico ilícito de armas de fuego, municiones, explosivos y otros materiales relacionados, resume el informe.
Además de las decisiones aprobadas en Mendoza, los Estados miembros aprobaron cinco declaraciones y dos comunicados. En el caso del comunicado conjunto de los Estados Parte del Mercosur se destaca la mención a la suscripción del Protocolo de Cooperación y Facilitación de Inversiones Intra Mercosur, los avances en el conjunto de medidas propuestas para facilitar el comercio intrazona que fueron identificadas en el Fortalecimiento del Mercosur Comercial y Económico de 2015. “Esta mención es al menos llamativa si se tiene en cuenta el avance real registrado en este asunto y particularmente cuando uno de los temas tratados en la Cumbre (al menos informalmente) tuvo que ver con la suba de la Tasa Consular por parte de Uruguay”, resalta el trabajo.
Con la impronta que Argentina buscó ponerle a su Presidencia, los mayores destaques en los comunicados lo tuvieron los avances en las negociaciones con la Unión Europea con el objetivo de cerrar el acuerdo a fin de año. También se subraya el inicio de las negociaciones con la Asociación Europea de Libre Comercio (EFTA), la aproximación con la Alianza del Pacífico, la suscripción del Acuerdo de Complementación Económica con Colombia, los avances exploratorios con Canadá, Australia, Nueva Zelanda y Japón.
Además, los presidentes de los Estados fundadores también plantearon algunos desafíos para el bloque, “lo que evidenciaría un cambio en cuanto al perfil de las medidas propuestas, ya que se hace foco en una muy bienvenida agenda interna de corte económico-comercial, valorando la importancia de avanzar en un acuerdo de contrataciones públicas, dinamizar el comercio regional de servicios, impulsar las conversaciones sobre comercio electrónico, facilitación del comercio, cadenas globales de valor, Pymes, competitividad y economía digital”, destaca el documento.
“Por un lado, cabe cuestionarse si el Mercosur debe seguir el camino de perfeccionar la Unión Aduanera, valorando la posibilidad de sincerar su estatus actual y aceptar como meta máxima la zona de libre comercio, la que además debe ser perfeccionada debido a sus exclusiones (sector automotriz) y la aplicación de barreras no arancelarias”, agrega.
A su vez, el informe sostiene que “debe reconocerse que el bloque aún está lejos de cerrar acuerdos comerciales con las principales economías a nivel internacional, quedando la sola esperanza de avanzar con la Unión Europea, acuerdo que de cualquier forma será muy complejo de suscribir en los tiempos presentados por las cancillerías”.