Aunque la posibilidad de lograr un acuerdo inmediato parece lejana, la confirmación de que los presidentes Donald Trump y Xi Jinping se reunirán durante la próxima cumbre del G-20, parece dar inicio a una nueva etapa de las negociaciones. De todas formas, se reconoce que las posturas de ambas partes son “demasiado divergentes”.
Las posiciones parecen irreconciliables o -al menos- muy distanciadas entre sí. Eso llevó a que las conversaciones entre autoridades chinas y estadounidenses para alcanzar un acuerdo comercial finalizaran en abril, tras la acusación de funcionarios americanos de que los asiáticos estaban renegando de compromisos acordados previamente.
Por ese motivo, parece poco probable un acuerdo próximo, aunque se interpreta que las negociaciones podrían entrar en una nueva fase, gracias a la llamada telefónica entre los presidentes de Estados Unidos, Donald Trump, y de China, Xi Jinping, y la confirmación de que se reunirán la próxima semana en Japón en la Cumbre del G-20.
El representante de Comercio de Estados Unidos, Robert Lighthizer, aseguró el pasado miércoles que hablaría con Liu He, viceprimer ministro y negociador principal de China “en el próximo día y medio”, aunque hasta el cierre de esta edición de CRÓNICAS no hubo novedades en ese sentido.
“Los jefes de los dos equipos comerciales se comunicarán, según las instrucciones entregadas por los dos presidentes”, dijo por su parte, Gao Feng, portavoz del Ministerio de Comercio chino, sin ofrecer más detalles. “Esperamos que (Estados Unidos) cree las condiciones necesarias y la atmósfera para resolver los problemas a través del diálogo como iguales”, agregó.
La mejora en el clima de negociación repercutió de forma positiva en los mercados financieros, luego de días de turbulencia por la amenaza de una nueva escalada en las medidas arancelarias.
No ofendo, ni temo
Sin embargo, el optimismo debe ser cauto. Para el gobierno chino siguen existiendo tres importantes diferencias: la retirada de todos los aranceles adicionales, las compras comerciales y la redacción de un texto “equilibrado” sobre cualquier acuerdo comercial.
En palabras de China, estas tres “cuestiones de principios” no pueden transarse.
Por eso, no parece que el inminente encuentro entre Xi y Trump pueda resolver de inmediato los importantes desacuerdos entre las dos partes, pero sí podría dar comienzo a una nueva fase en las negociaciones, según publicó el periódico estatal chino Global Times.
De todas formas, se remarca que “China no estará impaciente ni temerá a reveses». “Los resultados de la negociación a menudo no se obtienen a través de conversaciones, sino a través de peleas. Si se desea un buen resultado de negociación, China debe persistir y no temer», señala el periódico.
Pese a ello, el optimismo se mantiene. Gao sostuvo que “ambas partes tienen intereses mutuos inmensos” por lo que “si cuidamos de las preocupaciones del otro a través de un diálogo entre iguales, ambas partes serán capaces con seguridad de encontrar una solución que resuelva los problemas de manera apropiada”.
El diario estatal oficial China Daily dijo en un editorial que
ambas partes están “de humor para un diálogo serio”, ya que una guerra comercial declarada dañará a ambos países, pero es improbable que una sola reunión resuelva todo.
“Las expectativas de las dos partes son demasiado divergentes para permitir eso”, sostuvo. “Lo más probable es que la reunión uno a uno termine como el inicio de una nueva fase en las negociaciones y que ambos líderes expongan personalmente los temas fundamentales para cada país”.