Pese a que el crecimiento económico global es “apenas moderado”, los mercados financieros han mostrado un fuerte nivel de valuación de los activos, que obligan a no subestimar los riesgos que esto tiene, evaluó el Equipo Económico. El Banco Central del Uruguay (BCU) resolvió mantener el sesgo contractivo de la política monetaria pese a que la inflación continúa dentro del rango meta.
El Comité de Coordinación Macroeconómica (integrado por el Ministerio de Economía y el BCU) evaluó que el escenario internacional sigue caracterizado por un “alto grado de incertidumbre política y de política económica, y muy elevados niveles de valuación de activos financieros, a pesar de que el crecimiento en el mundo desarrollado es apenas moderado”. En ese sentido, las autoridades indicaron que “no deben subestimarse los riesgos implícitos que esta exuberancia de los mercados financieros pueden traer aparejados”.
Sin embargo, se destacaron “las fortalezas que el país ha venido construyendo en los últimos años y que le permiten enfrentar eventuales shocks adversos: desdolarización y ampliación de plazos de la deuda pública, disminución de descalces financieros en el sector privado, elevado nivel de reservas internacionales, diversificación del comercio exterior, flexibilidad cambiaria, entre otras”.
En cuanto al análisis de la economía local, el comunicado difundido entiende que tanto el nivel de actividad como los equilibrios macroeconómicos evolucionan favorablemente. En particular, se destacó “el superávit alcanzado en la cuenta corriente de la balanza de pagos, fruto de la evolución moderada del gasto interno, y la permanencia de la inflación dentro del rango meta”. Respecto a esto último, se subraya “el cambio estructural que se verifica en la evolución de los precios de los bienes no transables (que no se comercializan con el exterior), los cuales, luego de más de diez años de crecimiento relativamente estable por encima del 10% se encuentran en una senda de desaceleración que los ubica en el entorno del 8%”. “Este proceso es consecuencia, en buena medida, de la saludable evolución a la baja que han experimentado las expectativas de inflación y que es necesario consolidar”, subrayó el comunicado del Comité.
Respecto al manejo monetario, se destaca que el continuo cambio de portafolio favorable a la moneda nacional ha llevado a las autoridades a flexibilizar la pauta indicativa del agregado M1’ (dinero en poder del público, más depósitos a la vista, más cajas de ahorro). Se explica que el BCU adquirió en lo que va del año una cifra superior a los US$ 3.000 millones para “evitar que el referido cambio de portafolio resulte en presiones excesivas sobre el tipo de cambio que afecten el nivel de actividad y el empleo”.
Por su parte, el Comité de Política Monetaria (Copom) del BCU analizó que aunque la inflación continúa dentro del rango objetivo, igual entiende necesario mantener la instancia contractiva de la política monetaria a efectos de consolidar esa meta, incidiendo principalmente a través de las expectativas inflacionarias. En ese sentido, y “tomando en consideración el proceso de remonetización de la economía y el aumento de la demanda de dinero” se resolvió “fijar como pauta indicativa de crecimiento interanual de M1’ para el último trimestre del año un rango entre 13% y 15%”.