Tanto si gana Álvaro Delgado, como si lo hace Yamandú Orsi, existe un amplio consenso en todo el espectro político sobre el sólido marco de políticas macroeconómicas con las que cuenta Uruguay, según destaca la agencia de calificación crediticia DBRS Morningstar, que mantuvo la calificación crediticia del país. “Los candidatos presidenciales están ampliamente alineados en cuanto a la importancia de unas finanzas públicas sostenibles, la estabilidad de precios y una buena regulación del sistema financiero”, fundamenta en el comunicado.
DBRS Morningstar mantuvo la calificación de la deuda soberana de Uruguay en ‘BBB’ con perspectiva estable, debido a sus políticas macroeconómicas «predecibles» y a sus «sólidas» instituciones.
De acuerdo a la agencia, el entorno político del país constituye una fortaleza clave para mantener la nota del país. Evalúa que independientemente de quién gane la presidencia el próximo domingo 24 de noviembre, existe un amplio consenso en todo el espectro político sobre el sólido marco de políticas macroeconómicas de Uruguay. “No esperamos que la dirección de la política macroeconómica cambie independientemente de quién gane la Presidencia”, sostiene el comunicado de DBRS Morningstar, explicando que ambos candidatos “están ampliamente alineados en cuanto a la importancia de unas finanzas públicas sostenibles, la estabilidad de precios y una buena regulación del sistema financiero”.
La firma canadiense destacó la recuperación económica del país luego de los efectos de la sequía de 2023 y donde pudo afrontar la baja demanda de Argentina por el diferencial cambiario con ese país.
A su vez, remarca que la no aprobación del plebiscito del PIT-CNT y el horizonte macroeconómico estable más allá de quién gane el balotaje son algunas de las cuestiones que la agencia valoró positivamente, al igual que la baja de la inflación, que cumplió en octubre 17 meses dentro del rango meta.
Evaluación general
En cuanto a las perspectivas económicas, recuerda que el FMI espera un crecimiento del 3,2% del PIB este año, y la agencia resaltó que Uruguay cuenta con un “mercado laboral saludable”, con una tasa de empleo que registró su mayor nivel desde 2015 y un ingreso real aumentando a un ritmo sólido.
No obstante, se advirtió por el resultado fiscal, que en los primeros nueve meses registró un déficit del 3,4% del PIB, ligeramente superior a lo presupuestado, y el aumento de la relación deuda pública/PIB, que se ubicó en 65%, un nivel considerado “algo elevado”. Aun, así, estiman que “se mantenga estable durante los próximos cinco años a medida que la política fiscal se endurezca gradualmente”.
Respecto a posibles cambios en su calificación crediticia para Uruguay, Morningstar DBRS sostuvo que un motivo de mejora sería que se mantenga una consolidación fiscal continua, que coloque el ratio de deuda pública en una trayectoria descendente firme en el mediano plazo, lo que brindaría un mayor espacio fiscal. También sería un elemento positivo que se incrementaran los niveles de inversión, de forma de lograr una mejora en las perspectivas de crecimiento a mediano plazo.
Del otro lado de la balanza, un posible escenario de revisión a la baja de la calificación estaría asociado a un deterioro sostenido en la trayectoria fiscal, así como a la posibilidad de “que los amortiguadores externos se erosionen con el tiempo, debilitando así la resiliencia de Uruguay ante shocks adversos”.