El experto estadounidense, Timothy Kehoe, aseguró que la entrada neta de empresas genera un crecimiento de la productividad y en consecuencia de la actividad económica en su conjunto. El presidente del BCU, Mario Bergara, coincidió en la importancia de facilitar el ingreso, pero también en mejorar los procesos de salida de empresas. “No sacar empresas ineficientes a tiempo es puro costo”, comentó.
Por Ricardo Delgado | @ricardo_dl
Entre el miércoles y jueves se desarrollaron las XXXIII Jornadas Anuales de Economía del Banco Central del Uruguay (BCU), una instancia donde -según dijo Bergara en la apertura- se fomenta la discusión conceptual y académica, pero también se debate sobre la marcha la economía mundial, regional y local.
El jerarca destacó que el contexto internacional y regional atraviesa por un período de gran incertidumbre y volatilidad, que es consecuencia de factores económicos y políticos. En este contexto, Uruguay como economía pequeña y abierta se ve afectada por la menor llegada de inversiones, ya que las decisiones en esa materia “están muy condicionadas por el mercado”. Ante ello, interpretó que el país “debe tomar sus recaudos” para “navegar en este mundo de volatilidad y complejo”.
La primer exposición de las Jornadas estuvo a cargo de Timothy Kehoe, profesor de la Universidad de Minnesota y consejero de la Fed de Minneapolis, quien brindó una conferencia titulada “Firm Entry and Exit and Aggregate Growth” (Entrada y salida de empresas y crecimiento agregado) basado en su investigación sobre el impacto que tiene el ingreso y salida de empresas del mercado en el crecimiento de una economía.
El estudio se basa en la interrogante de que tiene mayor impacto sobre el crecimiento de un país: la mejora de la productividad de empresas ya constituidas, o los flujos de entrada y salida de empresas.
Clave de productividad
Para Kehoe “en el largo plazo el crecimiento viene determinado por (el aumento de) la productividad”, pero reconoció que existe un “debate muy grande” en torno a que elementos generan mayor productividad: por un lado están quienes creen que se basa en empresas ya establecidas, mientras que otros creen que incide mayormente la entrada y salidas de empresas.
Calificándose a sí mismo como un amante de la gastronomía, el experto estadounidense puso como ejemplo a Ciudad de México, donde “cada semana hay un nuevo restaurante” y “cada semana cierra otro”. Esta dinámica, provocó “una revolución” en la cocina del país, generando mucha innovación y fusión. “Mi teoría tiene que ver con eso”, aseguró, explicando que el nivel de cocina está aumentando en ese país porque “hay mucha competencia para entrar” y luego “hay mucha competencia para sobrevivir”. A su entender, ese comportamiento también puede ampliarse al resto de la economía.
En ese sentido, Kehoe comentó que “cuando existe crecimiento de la productividad, se genera mayor entrada de empresas”. Detalló que la contribución promedio de la entrada neta de empresas es más importante para la productividad de un país en períodos de rápido crecimiento: Incide un 47% en el crecimiento en momentos de rápida expansión y un 22% en períodos de lento crecimiento. En ese sentido, los países que precisan de un crecimiento veloz “deben facilitar la entrada de empresas”.
El estudio se basa en datos de encuestas sobre la industria manufacturera de Corea del Sur y Chile principalmente –debido a que cuentan con buenos datos estadísticos- y en menor medida de Estados Unidos, donde es más difícil de acceder a esos datos. En todos los casos, se observan contribuciones importantes de la entrada neta de empresas en el crecimiento de la productividad.
Para Kehoe otro efecto de la entrada y salida de empresas en la economía es “un efecto de derrame” en productividad hacia otras empresas ya constituidas que “se ven en la necesidad de mejorar la eficiencia ante la mayor competencia”.
Para finalizar, en un mensaje directo a Bergara, se refirió al informe Doing Business, que elabora el Banco Mundial para medir la facilidad para hacer negocios donde Uruguay ocupa el puesto 94 sobre 160 economías. “Esto implica algo para mejorar”, dijo mirando al jerarca.
La entrada y la salida
Por supuesto que el presidente del BCU no quedó sin contestar. Bergara comentó que el estudio de Kehoe “muestras cosas que son muy intuitivas” y eso lleva a que “compremos la historia”. Reconoció que hay aspectos que son más cuestionables y puso como ejemplo el caso de la construcción donde cuando aumenta la demanda la productividad tiende a caer.
Pero el jerarca hizo hincapié en la incidencia de las transformaciones tecnológicas que se están dando en el mundo “de manera drástica”, y que provoca cambios sustanciales en las formas de producción. “La dinámica tecnológica complica mucho más la medición” del estudio de Kehoe, según Bergara. Siguiendo con el ejemplo de la construcción, se refirió a los cambios ya visibles en las formas de construir, pasando de los obreros armando hormigón a ir encastrando partes prediseñadas, y ahora que se ya existen “impresoras 3D que imprimen casas”. “Dinámica actual lleva a ganancias de productividad y los flujos de entrada cada vez tienen más importancia”, comentó Bergara, agregando que “en todos los países reducir costos de entrada es muy importante, todos hacen esfuerzos”.
“No sacar empresas ineficientes a tiempo es puro costo y a la larga se van a morir igual”
Pero más allá de facilitar la entrada, el presidente del BCU evaluó que es importante también mirar el proceso de salida de las empresas “que muchas veces se subestima”. Recordó que históricamente “lo peor que podría pasar es que una empresa cierre”, pero estimó que esto está cambiando, y graficó que en la actualidad las empresas más dinámicas no tienen una década, y posiblemente las más dinámicas en diez años “todavía no fueron creadas”.
“Al tema de la entrada neta hay que darle mucha atención, y facilitar y reducir los costos de salidas de empresas ineficientes también”, subrayó Bergara, explicando que “no sacar empresas ineficientes a tiempo es puro costo y a la larga se van a morir igual”. No obstante, reconoció que desde el punto de vista social es necesario “ver los procesos y facilitar la transición”. “Es un desafío grande para las políticas públicas”, concluyó.
Respecto a “la provocación” de Kehoe, Bergara dijo que discrepa con la metodología del Banco Mundial para medir los tiempos de creación de una firma, pero reconoció que es un desafío para las políticas públicas “allanar el camino para las empresas”.