Aunque sigue estimando que los altos niveles de inflación son transitorios, el BCE mostró una “preocupación unánime” y podría analizar un aumento de tasas de interés en la próxima reunión de marzo “cuando haya más datos”, según declaró la presidenta de la entidad, Christine Lagarde. De todas formas, en su reunión de ayer jueves mantuvo su tasa de interés en mínimos históricos y su plan de continuar con el retiro progresivo de los estímulos, para no afectar a la frágil recuperación económica.
La semana pasada fue la Fed y en esta oportunidad fue el turno del Banco Central Europeo (BCE), que resolvió mantener la tasa de interés en mínimos históricos, a pesar del elevado de nivel de inflación, que se ubica en máximos desde la creación del euro.
Al igual que lo ocurrido con la Fed –que mantuvo su tasa de interés pero dio indicios de que podría haber un aumento “pronto”- el BCE también respondió a las expectativas del mercado que no esperaba un aumento de la tasa en esta reunión, ya que se entiende que la recuperación económica es aún frágil. Además, desde la entidad se sigue entendiendo que el elevado nivel de precios en la economía sigue siendo un fenómeno transitorio, aunque de a poco se reconoce que puede ser más persistente de lo pensado.
El BCE confirmó que la tasa de interés principal se mantiene en el 0%, mientras que la facilidad de crédito seguirá en el 0,25% y la facilidad de depósito (donde guardan los bancos sus reservas) en el -0,5%. También anunció la retirada progresiva de los estímulos.
Pese a ello, los analistas especializados estiman que este año habrá, al menos, dos aumentos de tasas.
“Preocupación unánime”
En la conferencia de prensa posterior a la reunión del Consejo de Gobierno del BCE, la presidenta de la entidad, Christine Lagarde, señaló que el repunte de los precios de la zona euro responde principalmente a la aceleración de los costos de la energía, algo que –estimó- se moderará en los próximos meses. De todas formas, señaló que estos precios pueden afectar a la actividad en el comienzo de 2022 por su impacto sobre los ingresos y el consumo.
“Es probable que la inflación se mantenga elevada durante más tiempo del previsto, pero esperamos que se modere en el transcurso del año”, sostuvo Lagarde, quien reconoció que las subas de precios se han hecho más generalizadas.
En ese sentido, la funcionaria defendió la necesidad de mantener toda la “flexibilidad y opcionabilidad” de la política monetaria, agregando que el BCE está listo para adaptar todas las herramientas según las necesidades.
Lagarde reconoció que hay una “preocupación unánime” dentro del BCE por el aumento de la inflación, que afecta en mayor medida a los sectores más vulnerables y golpea a la baja en las perspectivas de mediano plazo.
También adelantó que en la reunión del próximo mes de marzo, cuando el BCE actualizará sus proyecciones macroeconómicas, se dispondrá de mayor información sobre el impacto de la inflación en los salarios y el mercado laboral, así como en las previsiones de mediano plazo.
“Estamos guiados por la estabilidad de precios y tomar los pasos adecuados en el momento adecuado, sin precipitarnos”, indicó Lagarde, evitando descartar explícitamente un aumento de tasas de interés en 2022, reiterando que no asume compromisos y emplazando a marzo “cuando haya más datos” para poder realizar afirmaciones más completas.