Si bien la economía del país vecino parece estar mostrando algunos signos de repunte, diversos expertos consultados por CRÓNICAS aún se mantienen expectantes de la situación. Persisten incertidumbres, sobre todo en torno a las próximas elecciones, y todavía cabe la posibilidad de que se caiga en otra recesión.
Por Ignacio Palumbo | @ignacio_palumbo
Tras un 2018 para el olvido, en los últimos meses la economía argentina ha venido mostrando alguna señal esperanzadora, aunque aún los datos oficiales siguen dando cuenta de un importante deterioro del PIB en términos interanuales.
Pero más allá de que el déficit fiscal del país y los elevados niveles de inflación, siguen impactando sobre la economía del vecino país, en el plano financiero no se observa la volatilidad que se registró durante buena parte del año pasado.
Sin embargo, para algunos expertos, aún no es momento de cantar victoria.
En diálogo con CRÓNICAS, diversos economistas opinaron respecto a la situación argentina y cómo podría impactar un posible rebrote de su economía a Uruguay.
Esto no se acaba hasta que se acaba
Para Hernán Bonilla, director ejecutivo del Centro de Estudios para el Desarrollo (CED), “nunca se sabe si ya está definitivamente superado el asunto”. Si bien la situación parece ir en mejora, según indicó, el país vecino “sigue teniendo todavía necesidades de financiamiento muy importantes”.
Por lo tanto, se mantiene la posibilidad de que “pueda tener otro momento complicado”, añadió.
Pablo Moya, economista de la consultora Oikos, ató la realidad económica a la política: en el área financiera “seguramente haya mayores tensiones” cuanto más se acerque Argentina al período electoral, lo que se reflejará en nuevas tensiones sobre el tipo de cambio.
Una vez se supere esta etapa, dependerá de la fórmula presidencial electa y del programa económico-financiero que vayan a implementar, lo que “determine si lo peor ya pasó”, agregó. Al entender de Moya, lo fundamental es saber “cómo tomarán los mercados” la asunción del nuevo gobierno.
Por su parte, la directora del Instituto de Economía (Iecon) de la Facultad de Ciencias Económicas y Administración de la Universidad de la República, Gabriela Mordecki, analizó este escenario político como de “mucha incertidumbre”. Evaluó que “es complicado” estudiar la evolución de la economía argentina. A pesar de ello, sí consideró que “en algún momento Argentina va a crecer”, pero “no creo que estemos viéndolo ahora”.
Help!
Durante los duros meses de volatilidad que debió afrontar Argentina durante el año pasado, el gobierno de Macri tuvo que recurrir al Fondo Monetario Internacional (FMI) para traer tranquilidad a los mercados. Ahora, con las aguas más calmas, el director para el Hemisferio Occidental del organismo, Alejandro Werner, dijo que “la incertidumbre se ha moderado”. En un comunicado difundido el pasado lunes 29 de julio, el jerarca observó que “la economía está recuperándose”.
Sin embargo, los expertos no fueron tan optimistas. Moya se mantuvo firme en que “hay mucha inestabilidad como para decir que lo peor ya pasó”, mientras que Mordecki evaluó que “es cierto que se ha moderado (la volatilidad), pero de niveles altísimos”, por lo que “igual es elevada”. Bonilla fue el más optimista, al evaluar que la situación sí está mejorando, pero “de todas formas hay que seguirla con atención”, apuntó. Por ello, le pareció “razonable” ser “cautamente optimista”.
Por otro lado, evaluaron que la decisión de la Reserva Federal (Fed) de un recorte en sus tasas de interés (ver página 17) impactará positivamente, señalaron, pero en el corto plazo. Esa decisión permite el arribo de capitales a mercados emergentes, aunque Moya advirtió que muchos de esos capitales son “especulativos y golondrina”. De todas formas, permiten sacarle presión al tipo de cambio. También permite obtener financiamiento internacional a tasas más bajas. Sin embargo, Bonilla advirtió que el aumento del endeudamiento tiene un límite.
Uruguay
Mordecki evaluó que el principal impacto en Uruguay se da a través del canal Servicios, por el impacto de la coyuntura en el turismo. En ese sentido, evaluó que si el dólar “más o menos se mantiene en estos niveles que estamos ahora o aumenta levemente” Uruguay volverá a “no estar tan caro” para sus vecinos en la próxima temporada. “Creo que es un sector que puede empezar a mejorar, no a los niveles que estaba pero no volver a caer”, resumió.
Pero más allá de esta actividad particular, “no veo que haya otros factores que nos estén impactando positivamente”, advirtió Mordecki.
Bonilla y Moya, mientras tanto, sí esperan un panorama positivo, o por lo menos más favorable que años anteriores. El primero vislumbró que la región le dará al país “más buenas noticias que en los años anteriores”, lo cual puede tener efectos positivos para Uruguay.
El segundo, sostuvo que “hay un panorama de cierta mejora” en la medida que, pasadas las elecciones en Argentina, “se disipen -para bien o para mal- las interrogantes que están planteadas”.
El otro vecino
En el caso de Brasil, hubo posturas diversas sobre su situación y las perspectivas que se tienen.
Para Bonilla, el país también presenta incertidumbres. “Viene de años muy complicados, sería razonable ahora que tenga algún efecto rebote y crezca, pero sería necesario también que procesen reformas que permitan vislumbrar un crecimiento más de largo plazo”, precisó.
Moya, por su parte, señaló que las reformas que el gobierno de Jair Bolsonaro busca llevar adelante van encaminadas, lo cual “es una buena señal”. No obstante, la demora en llevar a cabo la reforma “es el síntoma de lo dificultoso que le está siendo al gobierno” poder tener apoyos para lograrlo.
Por último, Mordecki instó a observar a Brasil y Argentina como un bloque común: “entre ellos hay una sinergia bien importante”, comentó. En este vínculo, más allá de los problemas de cada uno, lleva a que Uruguay mire el mundo; “no podemos ser una burbuja”, indicó.