La economía de Uruguay creció en el primer trimestre un 0,9% respecto al trimestre anterior y un 1,2% en la comparación interanual, cortando así la recesión técnica que había marcado en la segunda mitad de 2022, de acuerdo a la información publicada ayer jueves por el Banco Central (BCU). En particular, el crecimiento de las actividades vinculadas al turismo permitió en parte compensar la afectación de la sequía en los sectores agropecuarios. La demanda interna creció por el empuje del consumo, que permitió compensar el descenso de la inversión, al tiempo que la demanda externa creció apoyada en el aumento de las exportaciones de servicios.
El Producto Interno Bruto (PIB) de Uruguay registró en el primer trimestre del año un crecimiento interanual de 1,2%, mientras que medido en términos desestacionalizados respecto al trimestre anterior la actividad económica creció un 0,9%. De esta forma, la economía corta con la recesión técnica a la que había ingresado en la segunda mitad de 2022 al registrar dos trimestres consecutivos de caídas de la actividad.
Visto desde un enfoque de la producción, el crecimiento interanual del PIB se debió al desempeño positivo de las actividades de “Transporte y almacenamiento, Información y Comunicaciones”, y “Comercio, Alojamiento y Suministro de comidas y bebidas”.
Ello estuvo parcialmente contrarrestado por la menor actividad del sector “Agropecuario, Pesca y Minería”, que registró una caída de 4,3% respecto al primer trimestre de 2022. La contracción del sector se debió a la caída generalizada de la producción agropecuaria, en particular por los bajos rendimientos de los cultivos de verano como consecuencia de la sequía. En el caso de la actividad pecuaria, la caída se debió a una baja de la remisión de leche a plantas y del ganado enviado a faena. La silvicultura compensó parcialmente la caída, lo que se vincula a una mayor demanda para la producción de celulosa.
La actividad de “Energía eléctrica, Gas y Agua” registró una caída de 0,7%, debido a las menores exportaciones a Argentina y Brasil, y la menor generación de energía eléctrica, particularmente la hidroeléctrica y térmica.
Las “Industrias manufactureras” se mantuvieron estables en el primer trimestre (+0,1%), lo que evidencia un desempeño “heterogéneo” a nivel de ramas.
Entre las actividades que mostraron crecimiento, la “Construcción” se expandió 3,3% interanual, registrando crecimiento tanto en edificios como en las otras construcciones, que compensaron la menor inversión registrada por la construcción del Ferrocarril Central y en obras de vialidad.
Las actividades de “Comercio, Alojamiento y Suministro de comidas y bebidas” aumentaron su producción un 3,4%, principalmente por el impulso que implicó la mayor demanda de turistas no residentes tras la flexibilización de los requisitos de ingreso al país.
“Transporte y almacenamiento, Información y Comunicaciones”, creció un 5,6% en el trimestre en términos interanuales, los “Servicios financieros” crecieron 5,1%, las “Actividades profesionales y Arrendamiento” un 1,9%, y “Salud, Educación, Actividades inmobiliarias y Otros Servicios” se expandieron 1,5%.
A tu servicio
Desde el enfoque de la demanda, se registró tanto un incremento de la demanda interna como de la externa.
En el primer caso se registró una expansión del Gasto de Consumo Final, debido al mayor Gasto de Consumo Final de Hogares, que compensó la caída de la Formación Bruta de capital (inversión).
En cuanto a la demanda externa se registró un crecimiento de las Exportaciones de 14%, mientras que las Importaciones (que inciden negativamente en el PIB) registraron un incremento de 12,1%, lo que implica un aumento de la demanda externa neta.
El aumento de las exportaciones se debe principalmente al gasto realizado por los turistas no residentes y por el desempeño positivo de las exportaciones de servicios de tecnologías de la información, otros servicios profesionales, técnicos y empresariales, y servicios relacionados con agencias de viajes y operadores turísticos.