Dos de los principales grupos de acreedores rechazaron la “oferta final” dada por el Gobierno argentino, que respondió que “claramente” no hay margen para mejorar el “máximo esfuerzo” del país. Sin embargo, fuentes vinculadas a la negociación, se muestran optimistas de que ambas partes logren un acuerdo. Paralelamente, un grupo de más de 70 economistas y académicos, con el Nobel Joseph Stiglitz a la cabeza, instaron nuevamente a la comunidad internacional a respaldar a Argentina.
Son horas claves para el Gobierno argentino en su intento por acordar una reestructuración de su deuda con los principales acreedores del país.
Aunque algún grupo importante parece haberle bajado el pulgar a las negociaciones, otros se muestran dispuestos a bajar sus pretensiones si es que Argentina mejora la oferta.
El pasado domingo el Gobierno de Alberto Fernández realizó una oferta final para los acreedores. El miércoles, dos grupos clave de acreedores rechazaron la oferta, aunque dijeron que era un paso en la dirección correcta.
El ministro de Economía de Argentina, Martín Guzmán, quien encabeza las negociaciones, respondió diciendo que “claramente” no hay espacio para mejorar el “máximo esfuerzo” del país, pero existe optimismo entre quienes siguen de cerca las negociaciones.
De acuerdo a lo informado ayer jueves por la agencia de noticias Reuters en base a fuentes, un grupo de los principales acreedores puede reducir sus demandas y llegar a un acuerdo rápidamente en las negociaciones de reestructuración de la deuda de US$ 65.000 millones si el Gobierno argentino está dispuesto a hacer concesiones por su parte
Fuentes familiarizadas con el pensamiento de los miembros del Ad Hoc Bondholder Group, incluidos los principales administradores de activos como BlackRock, AllianceBernstein y Fidelity, dijeron que los acreedores estaban listos para comprometerse. “Argentina tiene que subir más y los acreedores deben bajar. Los acreedores están preparados para moverse, pero Argentina necesita subir”, dijo la fuente citada por la agencia.
“Creo que se están acercando a un acuerdo y creo que lo alcanzarán”, dijo Peter Kisler, de North Asset Management, que posee bonos de Argentina pero no forma parte de ningún grupo de acreedores. “Los acreedores están tratando de sacar todo lo que puedan. No les cuesta nada presionar más, especialmente porque queda poco tiempo”, agregó.
Apoyo
En paralelo a este tire y afloje, un grupo de más de 70 economistas y académicos encabezados por el premio Nobel Joseph Stiglitz, Thomas Piketty y John B. Taylor instaron nuevamente a la comunidad internacional a respaldar a Argentina en el proceso de reestructuración de deuda, advirtiendo que «los acreedores soberanos no deben reescribir las reglas durante la pandemia».
En una columna publicada en el portal estadounidense Project Syndicate, los economistas dijeron que si Argentina accediera a las demandas de un grupo de acreedores atrasados, crearía un precedente desastroso que retrasaría en más de una década el desarrollo de la arquitectura legal internacional para la deuda soberana.
«En las negociaciones de deuda en curso, Argentina está utilizando la cláusula hábilmente y un grupo de acreedores ha propuesto retroceder y está presionando a Argentina para que la elimine», subrayaron.