La pobreza y la indigencia se mantuvieron en la primera mitad del 2023 en niveles similares a los de igual período del año anterior, pero siguen siendo más altos que los observados en 2019, previo a la pandemia de covid-19.
El Instituto Nacional de Estadística (INE) divulgó ayer jueves los datos de pobreza e indigencia correspondientes al primer semestre de 2023, donde se constata que una de cada 10 personas es pobre en Uruguay, y dos de cada mil se encuentran en situación de indigencia o de pobreza extrema.
Si bien las cifras contrastan fuertemente con la alarmante situación que se registra en Argentina (ver recuadro), se observa cierto estancamiento en la recuperación, y aún no se logra llevar los datos a los valores previos al impacto provocado por la pandemia de covid-19.
Pobreza y pobreza extrema
En concreto, en la primera mitad del año, la proporción tanto de hogares como de personas bajo la línea de indigencia se estimó en 0,2%, lo que representa que dos de cada mil hogares o personas no superan el ingreso necesario para cubrir las necesidades básicas alimentarias. De acuerdo al informe, en valores correspondientes al mes de junio la línea de indigencia en Montevideo se ubicó en $ 5.368, en el interior urbano en $ 5.060 y en el interior rural en $ 4.567.
Por su parte, la pobreza en los hogares se estimó en 7,2% para el primer semestre del año, lo que implica que de cada mil hogares, 72 se encuentran debajo de la línea de pobreza, en tanto que medido a nivel de personas, la pobreza llega al 10,4%. Ello implica que de cada mil personas, 104 no superan el ingreso mínimo para cubrir las necesidades básicas alimentarias y no alimentarias.
A nivel de personas, la pobreza del primer semestre del año es levemente inferior a la de igual período del año pasado (10,7%), aunque es mayor a la del segundo semestre del 2022 (9,1%). Además, se mantiene por encima del 8,6% registrado en el primer semestre de 2019.
De acuerdo al informe del INE, un hogar es considerado pobre si el ingreso corriente con valor locativo del hogar es menor al de la línea de pobreza determinada para ese hogar (la línea tiene en cuenta la canasta básica de alimentos, la no alimentaria y el número de integrantes del hogar). Las personas pobres son las que integran un hogar pobre.
A modo de ejemplo, un hogar compuesto por tres personas se considera pobre en Montevideo cuando recibe ingresos totales líquidos inferiores a $ 47.809, mientras que en uno en el interior urbano la línea está ubicada en $ 31.990 y en el interior rural en $ 22.568.
Para un hogar con una persona, la línea de pobreza se establece en $ 18.620 para Montevideo, $ 12.138 en el interior urbano y $ 8.342 para el interior rural.
Pobreza en Argentina supera el 40%
La crítica situación económica por la que atraviesa Argentina tiene su reflejo en los números de pobreza de ese país. De acuerdo al último informe difundido por el Instituto Nacional de Estadística Censo (Indec), en la primera mitad del año y previo a la devaluación, la pobreza alcanzó el 40,1%, lo que implica que unos 18,6 millones de argentinos son pobres. Por su parte, el nivel de indigencia pasó del 8,8% al 9,3%, lo que equivale a 4,3 millones de personas.
El dato de pobreza es el más alto registrado en el país desde el pico del 42% alcanzado durante la crisis de la pandemia en 2020 y los expertos en estadísticas sociales prevén que el segundo semestre empeore por la aceleración de la inflación, que este año podría llegar hasta el 190% según algunas estimaciones privadas.
La cifra anterior de pobreza era de 36,5% en el primer semestre de 2022 y 39,2% para el segundo semestre, contra 40,6% de 2021 y el 42% del pico de la pandemia de 2022. Por su parte, el nivel de indigencia fue del 8,8% en los primeros seis meses del año pasado y del 8,2% en la segunda mitad.
En cuanto a los grupos de edad según condición de pobreza, el informe del Indec destaca que “más de la mitad (56,2%) de las personas de 0 a 14 años son pobres. El porcentaje total de pobres para los grupos de 15 a 29 años y de 30 a 64 años es de 46,8% y 35,4% respectivamente. En la población de 65 años y más, el 13,2% se ubicó bajo la línea de pobreza”.
Según las mediciones preliminares posteriores a la devaluación de la Universidad Di Tella, la pobreza alcanzó un pico del 43,2% hasta agosto. Es el mayor registro desde que comenzó a medirse esta serie hace nueve años, por encima del hito de la pandemia.