Las cifras de pobreza e indigencia en Uruguay durante 2023 mostraron pequeñas variaciones que no implican “cambios estadísticamente significativos”, y una de cada diez personas es pobre en el país, según el informe publicado por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE). La pobreza continúa afectando en mayor medida a los menores de edad -en especial los menores de seis años-, a los hogares con jefatura femenina y a los afrodescendientes. Por su parte, el índice Gini -que mide la desigualdad de ingresos- volvió a aumentar el año pasado.
Los datos de pobreza e indigencia correspondientes al 2023 divulgados esta semana por el INE no mostraron cambios sustantivos: En Uruguay, una de cada diez personas sigue ubicándose por debajo de la línea de pobreza, y dos de cada mil uruguayos viven en la indigencia.
Si bien las cifras de pobreza marcan un leve aumento, pasando de un 9,9% en 2022 a un 10,1% en 2023%, el informe del INE aclara que se trata de variaciones que se encuentran dentro del margen de error de la muestra, por lo que no se observaron “cambios estadísticamente significativos”. A nivel de hogares, el año pasado un 7% de estos se ubicó por debajo de la línea de pobreza, dato también muy similar al registrado en 2022 (6,9%). Una persona o un hogar se considera pobre cuando no se supera el ingreso mínimo para cubrir las necesidades básicas alimentarias y no alimentarias.
Por su parte, tanto la proporción de hogares como de personas bajo la línea de indigencia se estimó en 0,2%, lo que significa que de cada mil hogares o personas, dos no alcanzan el ingreso necesario para cubrir las necesidades básicas alimentarias.
Radiografía de la pobreza
Al analizar los datos publicados por el INE, se observa que los menores de edad, y en especial los niños menores de seis años, son el grupo etario más afectado por la pobreza. Uno de cada cinco niños (20,1%) menores de seis años vive en un hogar pobre. Por su parte, la pobreza en el grupo de seis a 12 años afectó al 18,3%, y entre los 13 y los 17 años representó el 17,9%. En tanto, entre las personas con edades de 18 a 64 años, la pobreza se ubica en 8,7%. Estas cifras contrastan con solo el 2,2% de personas pobres mayores de 65 años.
Al distinguir según el sexo del referente del hogar, la pobreza continúa afectando en mayor medida a los hogares que tienen una referente mujer, tanto en Montevideo como en el interior del país. Mientras que en el total nacional, la pobreza en los hogares con jefatura masculina se ubica en el 4,8%, en los hogares con jefatura femenina la cifra asciende al 8,8%.
En cuanto a la ascendencia étnico-racial, es la población afrodescendiente la que continúa registrando mayores niveles de pobreza, con una estimación de 19,5%. Ello representa 10,6 puntos porcentuales más que la pobreza entre las personas que declaran tener ascendencia blanca (8,9% de pobreza).
En cuanto a las regiones geográficas, Montevideo tiene la mayor proporción de hogares pobres (8,7%). También se observan valores altos (superiores al 8%) en los departamentos del norte del país y limítrofes con Brasil: Artigas, Rivera, Cerro Largo, Treinta y Tres y Salto. Por otra parte, los niveles más bajos corresponden a los departamentos de Colonia, Flores, Maldonado y San José.
Esa heterogeneidad territorial se observa también al interior de Montevideo, siendo en la periferia donde se registran los mayores niveles de pobreza, mientras que los menores porcentajes de hogares pobres se registran en la costa sur de la capital.
Desigualdad
En otro orden, el INE también dio a conocer esta semana los datos de los indicadores de distribución del ingreso correspondientes al 2023, donde se observó un incremento de la desigualdad de ingresos medida a través del coeficiente de Gini. Este indicador varía entre cero y uno, indicando mayor nivel de desigualdad cuanto más cercano a uno se encuentre.
En 2021 este indicador se ubicaba en 0,386 puntos, mientras que en 2022 ascendió a 0,389 y en 2023 a 0,394. Si se lo compara con el período prepandemia, se constata que el índice de Gini se ubicaba en 2019 en 0,383.