Los estudiantes Julián Barquín y María Paz Zufriategui elaboraron su trabajo sobre el instrumento y el “cambio de rumbo necesario” que debe tener. El proyecto que elaboraron toma como base el modelo chileno y “apunta a conseguir que la política fiscal en Uruguay tenga el rol que se nos debe a nosotros los ciudadanos”.
Por Ignacio Palumbo | @ignacio_palumbo
La Academia Nacional de Economía presentó el pasado miércoles a los ganadores de su premio, el cual había sido lanzado en abril y tuvo como eje central la búsqueda de consensos clave.
El evento fue llevado a cabo por la presidenta de la Academia, María Dolores Benavente, y el economista Ariel Davrieux.
El primer lugar se lo llevaron dos alumnos de la Universidad de Montevideo, Julián Barquín y María Paz Zufriategui, por su estudio sobre Uruguay y la regla fiscal. Según expresó Barquín al recibir la distinción, lo que motivó a ambos compañeros a hacer el trabajo sobre ese tema es la situación de Uruguay, que está estancado económicamente. “Qué es lo que tenemos que hacer para salir de donde estamos, y una cosa fundamental, impostergable, es empezar a tener políticas fiscales que sean sustentables con visión a largo plazo, que es algo que Uruguay tiene el debe desde hace mucho tiempo”, señaló.
Al hacer uso de la palabra, Zufriategui explicó la metodología de trabajo utilizada. Por un lado, observaron el contexto económico de Uruguay, donde indicaron que es “muy desfavorable” respecto a lo que era diez años atrás. Por otra parte, analizaron también el comportamiento de la política fiscal uruguaya a nivel histórico, donde se dieron cuenta “que históricamente tiene un comportamiento procíclico”.
De esta manera, encontraron que, si bien hay un consenso de que se debe evitar la prociclicidad en la política fiscal, no se logra “porque no están dados los incentivos para hacerlo”. “Los incentivos de corto plazo políticos, por ejemplo ganar las elecciones que vienen, están fuertemente pasando por arriba a los de largo plazo de sostenibilidad y del rol estabilizador de la política fiscal”, añadió Zufriategui, comentando también que, en base a esto, “la herramienta para volver a poner los incentivos donde deben estar debería ser una regla fiscal”.
Los estudiantes, entonces, redactaron su propio proyecto de ley de responsabilidad fiscal.
Realizaron esto analizando el modelo chileno de regla fiscal, donde en 2001 se alcanzó un consenso político y se legisló una regla fiscal cinco años más tarde, volviéndolo el país de la región con la respuesta “más efectiva contra condiciones adversas”, según el estudiante. Además, el proyecto supera las deficiencias de una ley anterior que ya existe en Uruguay sobre el tope de endeudamiento, aseguró Barquín, que no cumple con el objetivo de la regla fiscal porque “ha aumentado seis o siete veces desde que está”.
“Este proyecto de ley que planteamos supera esas deficiencias y apunta a conseguir que la política fiscal en Uruguay tenga el rol que se nos debe a nosotros los ciudadanos. (…) Nos parece que no hay un camino en desarrollo, no podemos salir de donde estamos si no encaramos este problema de la forma que debe ser”, finalizó Barquín.