En una economía que crece pero a menor ritmo, el mercado de créditos al consumo muestra “cierto estancamiento” con una “baja propensión de los usuarios a contraer nuevos créditos”, según el último relevamiento realizado por la financiera Pronto!. “El pesimismo se ha acentuado en las familias y eso repercute en una prudencia marcada”, interpreta el informe.
El mercado de créditos al consumo cerró la primera mitad del año con una tendencia a estabilizarse y una baja propensión de los usuarios a contraer nuevos préstamos, en un escenario de “pesimismo acentuado” que no se manifestaba en mediciones anteriores, según señala el último Monitor del Mercado de Crédito al Consumo, que elabora la financiera Pronto!.
De acuerdo al relevamiento realizado por la firma, correspondiente al segundo trimestre de 2017, se aprecia una “incertidumbre generalizada respecto a las perspectivas económicas del país para los próximos meses”, lo que sumado a otros problemas de los consumidores en el mercado laboral, generan “una actitud de prudencia”.
“Los consumidores son muy cuidadosos en sus decisiones económicas. Apenas 5% de los usuarios del mercado de préstamos para familias de sectores socioeconómicos medio-bajo y bajo, considera que la economía mejorará dentro de horizonte cercano”, sostiene el informe, explicando que ello representa “menos de la mitad de los que tenían visión optimista en marzo, lo que evidencia un deterioro fuerte de expectativas”.
Asimismo, se advierte que los que veían que la economía podía empeorar pasaron de ser un 26% en marzo, a un 38% en junio.
En este contexto de deterioro de las perspectivas económicas, también se observan “dificultades para el cumplimiento en fecha de las obligaciones de pago”. “Las familias expresan problemas para cancelar obligaciones y eso genera un incremento de los niveles de morosidad del sistema”, sostiene el informe.
El mercado
El crédito de las familias de todo el sistema financiero se mantuvo al alza en el primer trimestre del año, cerrando en marzo con un stock de US$ 7.780 millones. De todas formas, ello implica un crecimiento de 9,1% medido a pesos corrientes, lo que descontando el efecto inflacionario marca un aumento de 2%, que refleja la desaceleración del mercado.
Por su parte, al cierre de la primera mitad del año el porcentaje de personas que tienen algún tipo de endeudamiento aumentó levemente ubicándose en 79%. De todas formas, implica una caída de 5 puntos porcentuales respecto al inicio de 2017.
La proporción de personas que tienen algún tipo de préstamo amortizable vigente (préstamos en efectivo u órdenes de compra) registró una suba, luego de una tendencia a la baja de casi todo el año pasado. El 56% de las personas que están en el mercado de crédito tienen préstamo vigente en la modalidad de órdenes de compra o préstamos directos. En junio del año pasado era 61%, en setiembre bajó a 60%, en diciembre bajó a 57% y en marzo de este año a 52%, para quedar a mitad de año en 56%.
La cantidad de créditos vigentes por persona se mantuvo relativamente estable, en 2,0 por cada persona.
Por su parte, el promedio de tarjetas de crédito vigentes en los segmentos analizados había llegado a niveles de 2 por persona y con una tendencia a ligera alza, pero ha vuelto a niveles de años anteriores, ubicándose al cierre de junio en 1,7 por persona.
En lo que refiere a la relación que tiene la cuota de préstamos, órdenes de compra o pagos mínimos de tarjeta de crédito, sobre el ingreso mensual total, se ubicó en 26% lo que implica un descenso de cuatro décimas de punto respecto al 30% de marzo, o al 33% respecto a setiembre del año anterior.
Relacionado a lo anterior, al observar la relación entre el nivel de endeudamiento personal con el ingreso percibido, al cierre del primer semestre se ubica en 2,7, lo que marca un aumento respecto al 2,2 registrado a marzo, pero dos décimas menos que lo registrado al cierre de 2017.
Consultadas respecto a la disposición de cancelar el total de endeudamiento en los próximos cuatro meses, se ubicó en 17%, lo que implica una baja respecto al primer trimestre cuando se ubicaba en 19%.
Pensando a futuro, el porcentaje de personas que presentaron propensión a contraer créditos a futuro registró otra baja en el trimestre, ubicándose en 11%, lo que marca su nivel más bajo desde 2013. En setiembre del 2016, un 24% de los usuarios del sistema tenían previsto contraer un crédito en el futuro cercano, pero esa proporción se redujo a 22% en diciembre de ese año, bajó a 18% al cierre de 2017 y a 14% en marzo.
Entre quienes responden que tienen intención de contraer un crédito en el futuro cercano, indican como principal destino las “Refacciones en el hogar”, lo que se mantiene igual que en mediciones anteriores. Luego hay otros destinos, como “Pago de servicios públicos”, y “compra de vestimenta”.
Por el contrario, entre los motivos para no contraer préstamos en los próximos meses, el principal es que las personas sienten que “no necesitan” un nuevo crédito (36,4%), seguido por quienes prefieren no contraer deudas (18,8%) o cancelar deudas pendientes (13,8%).