Afectados por la crisis del Covid-19 y las medidas de confinamiento, los ingresos del organismo tuvieron en abril un descenso de 11,5% medido en términos reales, lo que se explicó por las caídas en todas las categorías de impuestos: al consumo, a la renta, a la propiedad. En el acumulado del primer cuatrimestre, la recaudación del organismo verifica un descenso interanual de 2,1%, también con números rojos en todas las categorías de tributos.
Los ingresos de la Dirección General Impositiva (DGI) comienzan a reflejar con fuerza la abrupta caída de la actividad económica, que se registró como consecuencia de la política de confinamiento, promovida particularmente entre marzo y abril.
De acuerdo al informe de recaudación publicado esta semana por el organismo, los ingresos brutos alcanzaron en abril unos 33.630 millones de pesos, lo que implica un leve descenso medido a valores corrientes de 0,1% en comparación con igual mes de 2019. Sin embargo, una vez descontado el efecto inflacionario la recaudación real registra una sensible caída de 9,9% en abril.
Por su parte la recaudación neta, es decir, descontada la devolución de impuestos, alcanzó los 29.853 millones de pesos mostrando una variación interanual en términos reales de -11,5%.
De esta forma, la recaudación del organismo registra en términos netos durante el primer cuatrimestre del año un crecimiento de 6,9% en términos nominales en comparación con igual período de 2019, pero en términos reales, se constata una caída de 2,1%.
Cabe destacar que la caída de los ingresos de la Impositiva, en términos reales, fue generalizada en todas las categorías de impuestos, tanto en el análisis mensual como en el acumulado enero-abril.
El informe publicado por la DGI detalla que los impuestos al consumo cayeron un sustancial 12,6% en el mes de abril, lo que se debió al descenso de 9,2% registrado por el Impuesto al Valor Agregado (IVA, el tributo con mayor peso en la recaudación de la DGI) y de 26,6% del Impuesto Específico Interno (Imesi). De esta forma, al considerar el acumulado del primer cuatrimestre del año, los impuestos al consumo mostraron un descenso a precios constantes de 1,5%, lo que se explica tanto por la caída de los ingresos por concepto de IVA (-0,9%), como del Imesi (-4,4%).
Impuestos a la renta y a la propiedad
Por su parte, los impuestos a la renta tuvieron en abril una caída interanual de 4,3%, acumulando en el período enero-abril un descenso de 1,8%.
A su interior, se observó que el Impuesto a la Renta de las Actividades Empresariales (IRAE) recaudó un 8,6% menos en el cuarto mes del año, acumulando un descenso de 6,6% en el primer cuatrimestre del 2020. Por su parte, Impuesto a la Enajenación de Bienes Agropecuarios (Imeba) se retrajo un 7,9% en abril, pero crece 3,8% en el acumulado del año.
A su vez, el Impuesto a la Renta de las Personas Físicas (IRPF) creció en abril un 1,2% y en particular la categoría II del impuesto, que es el que se aplica a la rentas al trabajo, creció 3,5%. En el acumulado del año, el IRPF aumentó sus ingresos en un 1% en términos reales, y la categoría II del tributo lo hizo un 1,7%. Por su parte, el Impuesto de Asistencia a la Seguridad Social (IASS) aumentó sus ingresos 0,8% en abril y 1,4% en el cuatrimestre, mientras que el Impuesto a la Renta de los No Resientes cayó 13,8% en abril, y 7,3% en enero-abril.
Por último, los impuestos a la Propiedad mostraron un fuerte descenso de 28,1% en abril, con un descenso de 24,3% de los ingresos por Impuesto al Patrimonio, 60,3% en el Impuesto a las Transmisiones Patrimoniales (ITP), y de 35,6% en el Impuesto de Primaria. Al considerar el acumulado enero-abril, el descenso del conjunto de esta categoría de tributos fue de 10,9%, con bajas de 10,1% en el Impuesto al Patrimonio, de 19,7% en el ITP, y de 11,6% en el Impuesto de Primaria.