La mayoría de los tributos recaudados por el organismo registraron incrementos el año pasado destacándose las subas en los ingresos de IRPF (+26,3%) y IASS (21%). Las excepciones fueron el Impuesto al Patrimonio y el Imeba, que mostraron caídas en términos reales de 2,1% y 3,2%, respectivamente.
La recaudación total bruta de la Dirección General Impositiva (DGI) alcanzó en 2017 unos 350.938 millones de pesos corrientes, lo que implica una variación a valores corrientes de 14,5%, y en términos reales (descontando el efecto inflacionario) de 7,7%, según la información preliminar dada a conocer ayer jueves por el organismo recaudador. Considerada en términos netos, es decir, descontada la devolución de impuestos, la recaudación de la DGI creció el año pasado un 12,9% a valores nominales y un 6,2% en términos reales.
Los impuestos al consumo y a la renta mostraron aumentos reales de su recaudación de 4,2% y 15% respectivamente, mientras que los impuestos a la propiedad mostraron un descenso de 2,1% como consecuencia de la caída de 2,8% de los ingresos por Impuesto al Patrimonio. Por el contrario, el Impuesto a las Trasmisiones Patrimoniales (ITP) tuvo un crecimiento en el año de 5,3% por encima de la inflación.
Dentro de los impuestos al consumo, el IVA (el principal tributo recaudado por la DGI con una participación del 45,8%) tuvo un aumento de su recaudación del 3%. “Desde enero 2017 la devolución del IVA para las compras con tarjetas de débito o instrumentos de dinero electrónico se elevó a 4 puntos. Este hecho enlenteció la dinámica recaudatoria del impuesto, la que hubiese experimentado mayores variaciones de no ser por el mismo”, señala el informe de la DGI. Por su parte, el Impuesto Específico Interno (Imesi) tuvo un crecimiento de 10% medido en términos reales.
Recaudación del IRPF a las rentas del trabajo aumentó un 27,7%
En otro orden, dentro de los impuestos a la renta se destacó el crecimiento de 26,3% que registró la recaudación del Impuesto a las Rentas de las Personas Físicas (IRPF) , fundamentalmente de la categoría II (que se aplica a rentas del trabajo) cuyos ingresos crecieron 27,7%. Cabe recordar que desde enero de 2017 comenzaron a regir los cambios en los porcentajes de aplicación del impuesto y de las deducciones, que el gobierno aplicó buscando reducir el déficit fiscal del país. Por su parte, la recaudación del IRPF categoría I (rentas de capital) aumentó 18%. Por su parte, el Impuesto de Asistencia a la Seguridad Social (IASS) aumentó 21% en términos reales y el Impuesto a la Renta de los No Residentes (IRNR) un 3,9%. En tanto el Impuesto a la Renta de las Actividades Empresariales (IRAE) aumentó sus ingresos en 5,6%, mientras que el Impuesto a la Enajenación de Bienes Agropecuarios (Imeba) si bien mostró un aumento a valores corrientes de 2,7%, al descontar el efecto inflacionario mostró una caída de 3,2%.
Evolución mensual
En el último mes del año, la recaudación bruta de la DGI alcanzó unos 31.033 millones de pesos corrientes, lo que implicó un crecimiento interanual de 13,6% en valores nominales y de 6,6% al descontar el efecto inflacionario. Descontada la devolución de impuestos, la recaudación en diciembre alcanzó los 28.230 millones de pesos mostrando una variación interanual positiva en términos reales de 5,8%.
A nivel de impuestos, la recaudación de Imesi aumentó 19,4% en términos reales, el IVA lo hizo 0,7%, el IRPF un 25,2%, el IRAE un 8%.