Recuperación de la actividad económica recién se comenzará a observar en 2021

Turismo > Está en etapa de “supervivencia” que durará todo el 2020 y quizás parte de 2021

La crisis causada por la pandemia del Covid-19 agarró a Uruguay en un momento de debilidad, ya que si bien la economía en general seguía creciendo, al interior los datos sectoriales y de empleo mostraban problemas, según se indicó durante la conferencia «Acelerando los motores de la economía y el empleo», organizada por la Asociación Cristiana de Dirigentes de Empresas (ACDE) en la que participaron académicos de la Universidad Católica y empresarios de varios sectores.

La disertación comenzó con un repaso de datos que dan cuenta del impacto de la pandemia en la actividad, el empleo y el consumo, a cargo de Micaela Camacho y Roberto Horta, de la Universidad Católica.

Horta explicó que las estimaciones sobre la economía mundial son “muy fuertes” ya que “va a estar entre las recesiones más grandes de la historia”, sólo superada por la generada por la Segunda Guerra Mundial.

Aclaró que si bien Uruguay venía creciendo, ya desde antes se observaba una tendencia “claramente descendente”, incluso con caída del PIB en el último trimestre de 2019 y el primero de 2020. Esta caída impactó sobre el empleo, que también venía observando un importante deterioro y ahora “se agudiza fuertemente con la pandemia”.

Horta estimó que “todos los sectores se han visto afectados”, aunque algunos lo han sentido más que otros. En particular, los servicios “han sido los más afectados”, lo que incluye a Restaurantes y hoteles, Comercio, Actividades inmobiliarias, Servicios financieros, y Servicios de salud.

Por su parte, Camacho se enfocó en las expectativas de la población a través de los datos del Índice de Confianza del Consumidor. Repasó que en 2019 la confianza había quedado muy cerca del nivel neutro, pero dentro de la zona de moderado optimismo. Sin embargo, en marzo se registró la mayor baja histórica del indicador, llevándolo a la zona de moderado pesimismo y cerca del atendible pesimismo. Luego repuntó en abril y mayo, volvió a caer en junio, pero “se observa una tendencia de recuperación”. Camacho valoró que algo bueno, o que tranquiliza, es que en términos interanuales estamos en números similares.

En particular, se registra una caída en la predisposición a la compra de bienes durables, lo que habla de “consumidores con mucha cautela”. También cae la percepción sobre la situación económica personal en marzo, aunque luego recupera parcialmente en abril y junio. 

Por otro lado, la percepción sobre la situación económica del país registró un crecimiento, lo que evidencia “cierta confianza en que la situación a uno y a tres años va a mejorar”. 

Construcción e industria

Pablo Bocchi, de la empresa Berkes, se refirió a la construcción y la industria, también enfatizando que el punto de partida de la crisis sanitaria no era el mejor para estos sectores.

La construcción, sostuvo, venía de una situación de “preocupación”, ya que la actividad acumulaba cinco años de caída, lo que también se reflejó en la ocupación, que desde el pico de 72 mil puestos registrados en 2012, paso a unos 42 mil en la actualidad.

Bocchi analizó las tres grandes áreas de la construcción: infraestructura (pública, que representa un 33,2%), vivienda (14,8%) e inversión privada (52%). 

Remarcó que en infraestructura “hay necesidad en varias áreas”, como carreteras, trasmisión de energía, agua y saneamiento, puertos, infraestructura locativa (cárceles y hospitales) y  ferrocarril. En ese sentido, propuso aplicar un “plan ágil y eficiente para el desarrollo”, mediante la creación de “fondos de infraestructura” financiado con inversiones privadas, fondos de pensiones y créditos. Estimó que “el Estado tiene que evolucionar a pagar por disponibilidad y no ser el ‘dueño’”, como forma de acelerar los procesos. “De lo contrario, es muy lento y tenemos un encarecimiento”, puntualizó.

En vivienda dijo que hay “consenso” en el déficit de vivienda popular de unas 50.000 unidades, que podría atacarse mediante un plan de apoyos a privados, mediante subsidios. “Si se construyeran la mitad sería un éxito fantástico”, evaluó.

En inversión privada, dijo que se debe “aprovechar y fortalecer” la ley de inversiones y de promoción de viviendas, pero también buscar herramientas nuevas o renovar las vigentes.
En cuanto a la industria, Bocchi señaló que pasó de “tener una fuerza enorme en el pasado” a ser un sector “casi desaparecido”, por factores como el tamaño de la economía, el costo país y la flexibilidad laboral, que implicaron una pérdida de competitividad. Para mejorar la situación, instó a poner el foco en la rentabilidad, generando menores costos y reduciendo la carga impositiva, además de acortando las asimetrías con los países vecinos y combatiendo el contrabando. También instó a “estimular que el Estado favorezca la compra de productos nacionales”.

Turismo

Mario Garbarino, de la firma Garbarino & Lombardo, y Javier San Martín, de la Liga de Fomento de Punta del Este, se enfocaron en el turismo, una de las actividades más golpeadas por la pandemia.

Garbarino destacó que en el mundo, el turismo “no paraba de crecer y a tasas importantes” y para 2020 también se proyectaba un incremento. Sin embargo, la crisis lo revirtió y ahora se esperan caídas de entre 50% y 80% en la actividad.

En Uruguay, el turismo ocupa unas 115 mil personas, lo que equivale a un 7% de la fuerza laboral. Si bien recordó que el contexto regional ya estaba impactando a la baja del sector, en los primeros dos meses del 2020 se manejaban números como para ser “muy optimistas”. Sin embargo, la crisis del Covid-19 cambió esa realidad. “No estábamos preparados para esto. Es una crisis que no habíamos vivido nunca. (…) Viví la crisis del 2002, del 2008, pero nunca me había enfrentado, ni pensé que iba a hacerlo, a esto”, comentó Garbarino.

Detalló que el sector atraviesa tres etapas. La primera, de “cierre”, vino con el “quedate en casa” e implicó una “paralización de la economía nacional” y cierre de fronteras, que forzó al cierre de establecimientos ya que “la demanda cayó al 0%”. Luego comenzó la etapa de “supervivencia”, que implicó una gestión de costos, medidas sanitarias, captación del mercado interno, ayuda del Estado y flexibilización de sindicatos. Estimó que esta etapa va durar todo el 2020 y quizás una parte de 2021. La tercera etapa, de reactivación, “es una interrogante”.

“Medidas tomadas fueron muy importantes, pero seguramente haya que hacer más”, comentó Garbarino, explicando que hasta ahora “los grandes hoteles no han podido salir de la fase uno” y posiblemente no lo hagan mientras estén las fronteras cerradas.

San Martín también repasó por los números del sector y evaluó que “es alarmante” que desde el 13 de marzo hasta el 12 de julio los ingresos de extranjeros cayeron 94%.

A su entender, la demanda interna será la primera que se recupere, mientras que la externa posiblemente comience a repuntar en 2021. San Martin señaló que existen oportunidades en ambos, pero para el internacional, la evolución dependerá de la pandemia, vacuna o tratamiento. De todas formas, advirtió que el turismo internacional en Uruguay “es muy sensible a la situación económica y social de nuestros vecinos”, que sigue siendo muy compleja.


Al pan, pan

Gabriela Olaizola, del Grupo Bimbo, evaluó que se atravesó “una coyuntura extremadamente difícil desde el punto de vista sanitario y económico”, con un escenario de vulnerabilidad, incertidumbre, complejo y ambiguo. “Desconocemos que va a pasar en corto plazo, pero debemos lidiar con esta situación”, comentó.

Aseguró que la empresa afrontó realidades diferentes según el negocio: el “negocio core”, el pan, mantuvo a pleno su producción e incluso la incrementó. Sin embargo, las “galletas” registraron una caída y el “chocolate” fue el que más se erosionó debido a cambios en el consumo (“Se dejó de comprar por impulsos”) y a cuestiones zafrales (semana de pascua cayó en pleno confinamiento).

Ello hizo que la empresa recurriera al seguro de paro parcial. “No hubiésemos querido llegar eso, pero no quedó otra”, sostuvo Olaizola, quien destacó el “diálogo y entendimiento” que hubo con el sindicato.