Si bien la economía uruguaya continúa recuperándose del impacto causado por la pandemia, la mayoría de los indicadores adelantados de actividad dan muestra de una desaceleración del ritmo de repunte en algunos sectores de la economía, según el informe de coyuntura elaborado por la firma de asesoría empresarial Grant Thornton. En 2020, el PIB de Uruguay caería 4,7% y en 2021 repuntaría un 3,3%, aunque la recuperación será “heterogénea” y “más lenta en los sectores asociados al esparcimiento”. No obstante, se advierte que un deterioro de la situación sanitaria podría enlentecer aún más la recuperación prevista para el año próximo.
A nivel global, el informe destaca que en Estados Unidos las expectativas de los sectores manufactureros y de servicios (PMI) mejoraron nuevamente, lo que permite anticipar una recuperación de la economía. De la misma forma, también descendió la tasa de desempleo, que se ubica en 6,7%, pese a que se desaceleró la creación de puestos de trabajo. Así, se espera que el PIB estadounidense caiga 3,7% este año (una décima menos que lo previsto en el informe de setiembre) y en 2021 crecería un 3,2%, lo que implica una leve corrección a la baja debido a la incertidumbre que todavía genera la pandemia.
En cuanto a Europa, también se verifica una leve corrección al alza en las proyecciones de crecimiento de las principales economías, y se espera que el 2020 cierre con una caída de 7,5% y no de 7,9% como se esperaba en diciembre. Esta mejora está asociada a la recuperación mayor a la esperada en el tercer trimestre del año. No obstante, también en el viejo continente las expectativas de crecimiento fueron corregidas a la baja para 2021, ante los posibles efectos económicos en el actual escenario y frente a rebrotes futuros del Covid-19. Para la Eurozona, se espera un crecimiento de 3,6% el año próximo, un punto y medio por debajo del 5,1% que se esperaba de rebote en el informe de setiembre. Además, se advierte que las expectativas del sector de servicios (PMI) se deterioran y confirman un peor escenario para los próximos meses.
En cuanto a China, se destaca el crecimiento de 3% registrado en el tercer trimestre, lo que implica un aumento de 5% en comparación con igual período de 2019. Así, la economía del gigante asiático cerraría el año con un crecimiento de 1,8%, repuntando a un 8% en 2021, en línea con las expectativas muy positivas para los sectores de servicios y manufacturas.
En cuanto a la región, la economía de Brasil creció 7,7% en el tercer trimestre y se ubicó un 3,9% por debajo del nivel de 2019. Las perspectivas económicas han mejorado en los últimos meses, esperándose una caída del PBI de 4,5%, para 2020 (en junio se esperaba una caída de 6,7%) y una posterior recuperación del 3,4% para 2021. La relativa rápida recuperación y el mayor dinamismo económico permiten afrontar de mejor manera la necesaria consolidación fiscal que deberá realizar el gobierno. En octubre el déficit fiscal alcanzó el 13,9% y la deuda bruta se ubicó en 91% en relación al PBI.
Por su parte, en setiembre la economía de Argentina recuperó algo de dinamismo y creció un 1,6% en relación al mes anterior, aunque se mantiene un 7% por debajo del nivel de setiembre de 2019. Para el conjunto del 2020 se espera una caída del PIB del 11,6% y un crecimiento de 4,5% en 2021. El escenario de Argentina es complejo. Mientras se negocia un nuevo acuerdo con el FMI, el elevado déficit fiscal (8,7% del PBI) y la ausencia de un plan concreto para reducir el gasto público generan incertidumbre y mantienen la brecha cambiaria en torno al 100% (80 pesos argentinos el dólar oficial y 158 pesos argentinos el blue). La brecha incentiva las importaciones en detrimento de las exportaciones y amplifica la pérdida de reservas por parte del Banco Central, que se ubican en niveles mínimos desde 2016.
Uruguay
En lo que refiere específicamente a Uruguay, el informe de Grant Thornton destaca que en octubre y noviembre la economía continuó recuperándose del fuerte impacto provocado por la pandemia, aunque la mayoría de los indicadores adelantados evidencian que la velocidad de la recuperación se redujo en algunos sectores de la economía. La recaudación de IVA, que en junio y julio había recuperado los niveles de 2019, volvió a mostrar caídas interanuales cercanas al 3% entre agosto y octubre. Por su parte, la recaudación de impuestos a la renta (IRAE e IRPF) se recuperó en octubre pero había caído un 6% en los meses de agosto y setiembre. Además, el ingreso medio de los hogares continúa un 9% por debajo del nivel de 2019.
Por su parte, las ventas de combustibles se recuperaron rápidamente en junio, pero en el tercer trimestre se mantuvieron entre un 1% y 2% por debajo del nivel de 2019. Si bien se recuperaron en octubre (en particular el gasoil, asociado al sector productivo), en noviembre caen fuertemente tanto las ventas de naftas (-7%) como de gasoil (-5%). La venta de energía eléctrica a comercios y servicios volvió a deteriorarse y se ubicó un 11% por debajo del nivel de octubre de 2019.
En Uruguay “la recuperación será muy heterogénea y en términos relativos será más lenta en los sectores asociados al esparcimiento (turismo, restaurantes y hoteles)”.
En materia de comercio exterior, las exportaciones se recuperaron en octubre-noviembre al impulso de la carne, pero continúan muy afectadas por la caída en la demanda global por la pandemia. Las exportaciones cayeron un 25% en abril-mayo, se recuperaron en junio, pero cayeron nuevamente un 15% en el tercer trimestre y se ubican un 2% por debajo del nivel de 2019 en octubre-noviembre.
Por su parte, la industria manufacturera mostró una fuerte recuperación en setiembre y se ubicó en el mismo nivel de setiembre 2019, y en esa línea las ventas de energía eléctrica industrial indicarían que la industria siguió recuperándose en octubre. A su vez, la construcción evidencia un fuerte crecimiento, luego de caer un 4% en el segundo trimestre; las ventas de cemento al mercado interno crecieron un 11% en el tercer trimestre y un 29% en octubre.
De esta forma, el informe de Grant Thornton estima que tras caer un 6% en la primera mitad del año, la economía se contraería 3,5% en la segunda, y cerraría el conjunto del año con un descenso del PIB de 4,7%. Por su parte, en 2021 la economía crecería 3,3%, afectada todavía por el impacto del turismo y las restricciones sanitarias, en particular en el primer semestre.
“La recuperación será muy heterogénea y en términos relativos será más lenta en los sectores asociados al esparcimiento (turismo, restaurantes y hoteles)”, señala el informe.
Asimismo, advierte respecto al riesgo de que un deterioro en la situación sanitaria del país enlentezca aún más la recuperación prevista para el año próximo.
