La aprobación de una regla fiscal, prevista en la Ley de Urgente Consideración, crea “buenas instituciones fiscales, y va a ser positivo para la economía del país”, según evaluó Hernan Bonilla del CED. Sin embargo, Santiago Rego de CPA Ferrere y José Rocca de la Rediu, advirtieron que una regla fiscal demasiado rígida podría generar limitaciones a la política económica. “Es deseable tener una regla que sea flexible, simple, creíble y que establezca cláusulas de escape”, señaló Rego.
Por Ignacio Palumbo | @ignacio_palumbo
El borrador de la Ley de Urgente Consideración, presentada por el presidente electo Luis Lacalle Pou la semana pasada, contiene 457 artículos divididos en siete temas, que han suscitado una gran polémica entre distintos actores políticos y sociales.
Pero uno de los puntos que prácticamente pasó desapercibido del debate público y que está contenido en el texto, es la creación de una regla fiscal.
Desde el Gobierno actual se argumenta que en los hechos Uruguay ya cuenta con una regla fiscal, que está vigente desde el año 2006, y que es la reglamentación sobre el tope de endeudamiento que pone ciertos límites a la posibilidad de endeudarse del gobierno. Sin embargo, ese tope se puede levantar por voluntad parlamentaria, lo que ha llevado a muchos a asegurar que en realidad ese tope no funciona como tal.
Expertos consultados por CRÓNICAS mostraron diferentes posiciones respecto a la pertinencia de contar con una regla fiscal, y mencionaron las ventajas y las desventajas que esta tiene para una economía como la uruguaya.
El proyecto
El director ejecutivo del Centro de Estudios para el Desarrollo (CED), Hernán Bonilla, explicó que este instrumento se basa en los componentes estructurales de gastos e ingresos del Estado. Es decir, que el Poder Ejecutivo -a través del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF)- fijaría un objetivo fiscal, que tenga en consideración el desempeño de la actividad económica esperado, y que rinda cuentas año a año sobre su objetivo.
Sin embargo, el profesor José Rocca, integrante de la Red de Economistas de Izquierda (Rediu), interpretó que la regla fiscal asociada al crecimiento “le quita flexibilidad” a la política económica, ya que se eliminan herramientas “sin saber la coyuntura que se va a vivir”. “Se fija de antemano una limitación que de repente se tiene que aplicar o de repente no. Todo depende de la evolución económica en cada momento, y ahora no se puede prever”, señaló.
El borrador de la Ley prevé la creación de dos nuevas instituciones: un Comité de Expertos, y un Consejo Fiscal Asesor. Bonilla que explicó que el primero se encargará de brindarle temas de estimación de variables y proyecciones al MEF para el establecimiento de sus objetivos y de balance estructural. Por otro lado, el Consejo Fiscal Asesor buscará “auxiliar, opinar y proponer” sobre la política fiscal del gobierno.
Santiago Rego, del equipo económico de CPA Ferrere, indicó que la creación de estos organismos ayudará a fortalecer la institucionalidad fiscal.
Primeras impresiones
“Creo que es un proyecto completo, que establece buenas instituciones fiscales, y que va a ser positivo para la economía del país”, evaluó el director del CED respecto al texto puesto en consideración de la “Coalición Multicolor”. Agregó también que es “un paso necesario para tener instituciones fiscales más sólidas de lo que hemos tenido”. Implica, también, prevenir los problemas del comportamiento procíclico del gasto público; es decir, “que cuando la economía crece y aumentan los ingresos del Estado, gastamos todavía más de lo que aumenta y ahí tenemos problemas con el déficit fiscal”.
Sin embargo, Rego opinó que aún falta información para poder analizar en detalle la regla; por esto, no se debe olvidar que en Uruguay “la capacidad estabilizadora de la política monetaria es limitada”. Por lo cual, “una regla fiscal muy rígida podría restarle flexibilidad a la política macroeconómica ante shocks externos”.
“Por esto es deseable tener una regla que sea flexible, simple, creíble y que establezca cláusulas de escape”, continuó, y aseguró que, en materia de reglas fiscales, “siempre habrá un dilema entre flexibilidad y credibilidad sobre los objetivos”.
Rocca, en cambio, se mostró en contra de “cualquier tipo de regla fiscal previa, en cualquier circunstancia”.
Vas muy rápido
Consultados respecto a si es pertinente que este proyecto se incluya en la Ley de Urgente Consideración junto con tantos otros temas, Bonilla opinó que “es bueno” que la regla se implemente “cuanto antes”.
Rego concordó: “se puede evaluar positivamente” su inclusión en la ley, “en el sentido que denota la preocupación por corregir el resultado fiscal”. Asimismo, apuntó que “parece ser importante avanzar rápido” en la aprobación de una regla que dote de mayor sostenibilidad a las finanzas públicas.
De igual manera, el experto de Ferrere sostuvo que el diseño de la regla en sí será problema del futuro. “Esto es establecer la metodología de cálculo, las cláusulas de escape y varias definiciones adicionales sobre cómo será su funcionamiento en la práctica”, detalló.