Pese a la caída registrada en la Inversión Extranjera Directa (IED) a escala global, los flujos hacia la región cortaron con un lustro de descensos y registraron un aumento de 13,2% en 2018, aunque aún se ubica por debajo de los valores registrados durante el auge del precio de las materias primas, según informó la Cepal. El organismo subrayó la importancia de implementar políticas para fomentar la atracción de IED, y contribuir a crear capacidades locales y promover el desarrollo sostenible.
A contramano de la tendencia mundial, los flujos de Inversión Extranjera Directa (IED) hacia América Latina y el Caribe aumentaron 13,2% en 2018 con respecto a 2017, alcanzando unos US$ 184.287 millones, de acuerdo al informe anual elaborado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal). De esta forma, se corta con cinco años de caídas de la IED a la región, aunque se advierte que la cifra final aún se encuentra por debajo de los valores registrados durante el auge del precio de las materias primas.
“Al analizar los diferentes componentes de la IED, se observa que la recuperación del dinamismo en 2018 no se fundamentó en el ingreso de aportes de capital, que sería la fuente más representativa del renovado interés de las empresas por instalarse en los países de la región, sino en el crecimiento de la reinversión de utilidades y de los préstamos entre compañías”, sostiene el documento del organismo de Naciones Unidas.
Tabla partida
El estudio refleja una gran heterogeneidad de resultados entre países: 16 registraron aumentos de las entradas de IED con respecto a 2017, mientras que 15 registraron un retroceso. La mayor parte del crecimiento de la IED en 2018 se explica por las mayores inversiones en Brasil (88.319 millones de dólares, 48% del total regional) y México (36.871 millones de dólares, 20% del total).
Le siguen, en términos de monto recibido, Argentina (11.873 millones de dólares, aumento de 3,1% con respecto a 2017), Colombia (11.352 millones de dólares, caída de 18%), Panamá (6.578 millones de dólares, aumento de 36,3%) y Perú (6.488 millones de dólares, caída de 5,4%). Las entradas a Chile (6.082 millones de dólares) crecieron levemente (3,9%), pero, al igual que en 2017, los flujos de capital hacia el país se situaron claramente por debajo del promedio de la última década.
En el caso de Uruguay, la IED registró un crecimiento de 2,8% en 2018, situándose en US$ 2,702 millones.
“En un contexto internacional de reducción de los flujos de IED y de fuerte competencia por las inversiones, las políticas nacionales no deberían orientarse a recuperar los montos registrados a inicios de la década, sino a atraer cada vez más IED que contribuya a formar capital de conocimiento y avanzar hacia patrones de producción, energía y consumo sostenibles”, señaló la Secretaria Ejecutiva de Cepal, Alicia Bárcena, al presentar los datos.
Las perspectivas para 2019 no son alentadoras por el contexto internacional, y se proyecta una caída de hasta un 5% en las entradas de IED.