El anuncio del presidente Tabaré Vázquez, con la posterior aprobación de su par chino generó expectativas en Uruguay, acerca de la posibilidad de ingresar, sin obstáculos, al mercado más grande del mundo. Una profundización con China es beneficioso porque se podrá competir por igual con aquellos países que proveen a China de productos, pero entran sin pagar impuestos”, dijo a CRÓNICAS Teresa Aishemberg de la UEU.
Por Adolfo Umpiérrez | @AdolfoUmpierrez
Es la vuelta de la dictadura, Uruguay se apresta a iniciar su reapertura después de muchos años de cierre al mundo. Del otro lado del planeta, China continúa apoderada de una isla que algunos tienen la osadía de reconocer como un país independiente. La señal del gobierno chino es clara: quien reconoce a Taiwan como país independiente, pasa a la ignominia de parte de la segunda potencia económica del mundo. En 1988, el Uruguay de Julio María Sanguinetti, muy lejos del Uruguay de izquierda del 2016, fue claro en su reconocimiento. El 2 de febrero de 1988 el gobierno uruguayo comunicó a Taiwan el establecimiento de relaciones con la China Popular y nombró embajador a Guillermo Valles, quien abrió la representación diplomática en aquel país.
Casi 30 años después, Uruguay y China van camino al proceso de profundización de la relación bilateral más importante que se pudiera pensar. Esta semana el presidente de la República, Tabaré Vázquez, en su visita de Estado a Pekín, le tendió la mano a su par Ji Xinping, para iniciar las negociaciones para un Tratado de Libre Comercio a firmarse en 2018. “Para eso habrá que ponerse a trabajar”, respondió levantando el guante Xinping y generó gran expectativa a nivel local.
Seguirán trabajando
“Evidentemente nos interesa que Uruguay continúe mejorando los accesos a los mercados a través de distintos instrumentos para ser más competitivos”, dijo a CRÓNICAS la gerente de la Unión de Exportadores del Uruguay, Teresa Aishemberg, quien agregó que “una profundización con China es beneficioso porque se podrá competir por igual con aquellos países que proveen a China de productos, pero como tienen acuerdos, entran sin pagar impuestos. Mientras tanto, nosotros seguimos mirando desde afuera cómo esos países compiten y Uruguay paga impuestos. Ese dinero puede ser utilizado para la inversión en Uruguay y para que las empresas puedan generar más y mejores puestos de trabajo”.
La relación con China lleva años, y no nació a partir de esta visita oficial: “La comenzó el sector lanero que viene negociando constantemente con los chinos. La ejecutiva sostiene que Uruguay ha logrado hacer la diferencia por la calidad de los productos. El hecho de que se haya generado “una relación en base a la certeza”, aspecto valorado por “la cultura milenaria oriental”, es muy importante en la relación.
“Hoy sucede que abrimos más el abanico de productos y esto es resultado de este trabajo que se viene realizando hace años. Por lo tanto no nos sorprende que hoy podamos mejorar y profundizar la relación con China”, aseguró Aishemberg.
La lana, la pionera
Desde el Secretariado Uruguayo de la Lana (SUL), su presidente, Alejandro Gambetta, dijo a CRÓNICAS que la gremial ve de forma positiva el anuncio hecho desde Pekín. “El mercado chino es muy importante para las materias primas uruguayas, ya sea carne vacuna, ovina, lácteos, productos agrícolas y la lana que tiene ya una historia muy larga con China, en cuanto a lo que es colocación de productos, sea en estado natural o en tops, que es la lana con un proceso de elaboración importante”, sostuvo. Gambetta cree, además, que el sector no solamente se verá beneficiado por las colocaciones de lana, sino que también de carne ovina: “Potencialmente China es un mercado muy importante para el crecimiento de ese producto”, agregó.
El ingreso de lana a China se vio disminuido en 2016 por la mejora en los precios desde Europa, hacia donde se han concentrado las colocaciones de tops de lana procesada. Si bien ha ingresado menos a China, este continúa siendo el principal destino.
La delegación que viajó a China no estuvo integrada por integrantes del SUL, quienes si bien no tenían previsto viajar en esta oportunidad, tampoco recibieron invitación oficial. De todas maneras, quienes comercializan lana viajan continuamente a China: “Hay un contacto fluido con ese país por parte de quienes trabajan en el sector ovino”, destacó Gambetta.
Desde el SUL se estima que una vez que la delegación llegue a Uruguay tendrán contacto con el gobierno, mediante el ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca, para tratar este tema entre otros.
Con ellos sí
Consultado por CRÓNICAS para la edición del 19 de agosto, Marcelo Abdala había sido claro acerca de hacia dónde pretende el PIT-CNT, que se encaminen las negociaciones comerciales. “En principio nos gustaría generar acuerdos de cooperación científica y comercial con Rusia y China, tratando, además, de fortalecer la unidad de América Latina mediante el Mercosur, la Unasur, y todos los mecanismos de integración continental, que por la contraofensiva del imperialismo y la proliferación de algunos gobiernos de derecha en el Cono Sur están en problemas”, dijo entonces. A propósito el secretario general de la central sindical dijo esta semana a El País que el PIT-CNT está de acuerdo a priori con negociaciones que impliquen una «profundización» de la relación con países a los que considera «emergentes» como Rusia y China, siempre que no impliquen que Uruguay sufra «dumping social» o «competencia desleal», por las condiciones de trabajo que existen en China y que pueden generar abaratamiento de costos.
Lo habían dicho
En el informe acerca de las relaciones comerciales entre Uruguay y China, publicado en agosto por el Departamento de Negocios Internacionales e Integración de la Universidad Católica del Uruguay, se advierte que el crecimiento de la demanda china de alimentos procesados provocaría que Uruguay buscara avanzar en la negociación de un acuerdo comercial con aquel país, acuerdo que de alcanzarlo mejorará su competitividad con otros mercados que además de preferencias arancelarias y mejores condiciones de acceso, están más cerca geográficamente.