UE busca un mayor presupuesto tras el Brexit y propone recortar subsidios agrícolas

Ni lo pienses > Francia calificó la decisión como inaceptable

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La Unión Europea (UE) se apronta a la aprobación de un nuevo presupuesto, más grande y plurianual, luego de que se concrete la salida del Reino Unido del bloque en 2019. De esa forma, Bruselas propone recortar los subsidios agrícolas, lo que ha despertado críticas de los países beneficiarios, con Francia a la cabeza.

La Comisión Europea (CE) presentó en el Parlamento Europeo su propuesta para el presupuesto comunitario que regirá entre 2021 y 2027. Si bien se trata de una impactante cifra de 1,3 billones (millones de millones) de euros a valores corrientes (1,13 billones a precios constantes de 2018), divididos entre los siete años que dura, se trata de 185.000 millones de euros al año, lo que representa aproximadamente el 1,1% del Producto Interior Bruto (PIB) del bloque.

La discusión no es fácil y tiene una gran carga política en la definición de las prioridades entre quienes mayormente aportan y quienes mayormente reciben dinero del bloque, y además, se da en un contexto de salida del Reino Unido de la UE.

La CE propone un incremento presupuestal del 4,3% (desde los 1,09 billones del período 2014-2020 a precios constantes a los 1,13 billones del 2021-2027). Se trata de una cifra significativa si se tiene en cuenta el Brexit.

En cuanto a la composición del gasto, se seguiría con la tendencia de los últimos años recortando los subsidios agrícolas de la política agrícola común (PAC) y en el apoyo a las regiones más pobres (los llamados fondos de Cohesión). Ambas partidas sufrirían recortes del 5%, según la propuesta de ayer de la Comisión. De todas formas, siguen siendo los dos grandes pilares del presupuesto, representando el 30% en el caso de Cohesión (379.000 millones de euros) y el 34% en la PAC (442.000 millones de euros).

Francia, que por lejos es el mayor beneficiario del PAC, dijo que la propuesta es inaceptable. “Representa un riesgo sin precedentes para la viabilidad de las granjas al impactar gravemente los ingresos de los agricultores, para quienes la ayuda directa es esencial. Francia no puede aceptar ninguna disminución en los ingresos directos para los agricultores”, dijo el Ministerio de Agricultura en un comunicado.

En las propuestas, los países de la UE tendrán que limitar los subsidios para granjas grandes o imponer pagos regresivos dependiendo del tamaño de la granja, y redistribuir el resto a las pequeñas y medianas.

Los ahorros en estos apartados se destinarían a otras prioridades, como la lucha contra el desempleo o la política migratoria. Entre las partidas favorecidas: la acción Exterior aumentaría un 26%, los programas de I+D+i un 50%, el gasto en control de fronteras sería dos veces y media el actual, el programa Erasmus Plus se duplicaría, los fondos para transformación digital crecerían un 800% y el gasto en seguridad crecería 40%. Además, se crea el nuevo Fondo Europeo de Defensa por 13.000 millones de euros.

Las contribuciones

Por otro lado, las instituciones comunitarias intentarán aumentar los recursos propios de la UE, a través de un impuesto a los plásticos y también se ha debatido el uso de los beneficios generados por el BCE, que ahora vuelven a las arcas nacionales.

“Representa un riesgo sin precedentes para la viabilidad de las granjas” Ministerio de Agricultura de Francia

En cuanto a las contribuciones de los países, la salida del Reino Unido deja un agujero de entre 10.000 y 14.000 millones de euros. Los contribuyentes netos, Suecia, Holanda, Dinamarca y Austria, sobre todo, se niegan a poner un euro más. Los receptores netos, especialmente en Europa del Este, piden aumentarlo porque buena parte de su gasto público depende de los fondos comunitarios. Esto pone en la mesa otro problema: la negativa de muchos países del Este europeo a aceptar la cuota obligatoria de acogida de refugiados que les corresponde. Alemania, el mayor contribuyente neto en términos absolutos (no per cápita), ve esta situación como una falta absoluta de solidaridad y una traición a la fuerte asistencia que se ha dado al bloque oriental. Por ese motivo, si bien los germanos están de acuerdo en aumentar los aportes al bloque, quieren condicionar el desembolso a que los países receptores respeten los valores democráticos de la UE.

Tras presentar la propuesta, ahora es turno del Parlamento y el Consejo Europeo para llegar a un doble acuerdo: a su interna y entre ambas instituciones. La fecha puesta como límite es mayo de 2019 cuando se realizarán las elecciones europeas, aunque las expectativas marcan que lo más probable es que se logre sobre la fecha límite en finales de 2020.


Ministro alemán de Economía insta a la unidad frente a guerra comercial

El ministro alemán de Economía, Peter Altmaier, instó a los países de la UE a encontrar una posición común sobre cómo negociar sobre comercio con Estados Unidos después de que el presidente estadounidense, Donald Trump, ampliara el aplazamiento temporal para las tarifas sobre el acero y el aluminio a la UE.

El funcionario reconoció que la UE afrontaba una situación difícil: “Debemos intentar conseguir una solución justa en las negociaciones entre los europeos y los estadounidenses”.

Aunque la UE pidió una exención permanente de las tarifas, argumentando que la extensión de un mes está causando incertidumbre a las empresas, hay diferencias en el énfasis entre los países miembros.

Alemania quiere un acuerdo común para reducir las tarifas en una serie de productos, especialmente manufactureros. Por su parte, Francia está de acuerdo en que hay un exceso de capacidad en los sectores del acero y el aluminio y que está dispuesta a trabajar con Estados Unidos y otros socios para hallar una solución en estos asuntos.

Insiste, sin embargo, en que solo puede discutirlo si tiene la plena certeza de que la UE será excluida de forma permanente de incrementos tarifarios unilaterales.