Una gráfica publicada por la consultora Exante sobre la evolución del ingreso promedio de los hogares según quintiles, agitó el debate político. Desde el Frente Amplio, entienden que los datos demuestran que “la teoría ‘del derrame’ no funciona”, y que es necesario distribuir para lograr un desarrollo sostenible. En tanto, desde el Partido Nacional se cuestionó la “grafiquita”, que “malinterpreta datos viejos”, y se apuntó contra “economistas que se escudan en su condición de académicos o técnicos, pero que en realidad hacen campaña pro-FA o antioficialismo a cara de perro”.
En su habitual tarea de divulgación, la consultora Exante presentó el pasado viernes un análisis de los microdatos de la Encuesta Continua de Hogares que fueron publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE). A través de un hilo en la red social X, la institución presentó diversos gráficos sobre la caracterización de los hogares uruguayos, las condiciones de acceso a la vivienda, las fuentes de ingreso, la autopercepción de pobreza, entre otros.
Pero hubo un gráfico particular que tuvo una repercusión viral. “En promedio, el poder adquisitivo del ingreso de los hogares recuperó los niveles de 2019. Sin embargo, el patrón de caída y recuperación fue heterogéneo y solo los hogares del quintil más alto mostraron en el promedio del año pasado ingresos reales mayores que en 2019”, señaló Exante en el cuarto de sus posteos, acompañado de una gráfica sobre la “Evolución del ingreso promedio de los hogares según quintiles” (ver imagen).
De acuerdo a la información, en 2023 el ingreso de los hogares fue en promedio un 0,8% mayor que el registrado en 2019. Sin embargo, solo el quinto quintil (el de ingresos más altos) registra una mejora en esa comparación, al crecer 3,6%. Los restantes cuatro quintiles siguen marcando una caída respecto al 2019: el primero registra un deterioro de 2,4%, el segundo de 0,9%, el tercero de 1%, y el cuarto marcó un descenso de 1,7%.
No derrama
En cualquier momento, la publicación de este gráfico habría despertado cierta polémica, pero el hecho de que se divulgara a 17 días de las elecciones internas, generó una convulsión que no fue anticipada por los socios de Exante.
La reacción inmediata en las redes sociales, fue la viralización del gráfico por parte de integrantes del FA y sus simpatizantes, buscando llevar agua a su molino.
La precandidata a la Presidencia, Carolina Cosse, publicó en su cuenta de X: “Los números no mienten y nuestro pueblo no necesita encuestas para conocer la realidad que ellas reflejan. La teoría ‘del derrame’ no funciona, es una idea conservadora que solo genera desigualdad e inequidad. Es necesario crecer y distribuir para lograr un desarrollo sostenible”.
En la misma línea, uno de sus asesores, Pablo Ferreri, señaló que “la orientación de las políticas públicas no es inocua” y, si bien el país creció en el período, “el 80% de los hogares está peor que en 2019”. “Hay que crecer, y esa prosperidad debe ser compartida. Eso hizo el FA durante 15 años, y es lo que vamos a hacer a partir de 2025”, agregó.
En tanto, Álvaro García publicó: “Solo mejoró el quintil más rico en este gobierno. Casi cinco años para tener un país más desigual”.
“Tartufos” y “datos viejos”
La reacción del otro lado no demoró en llegar y varios actores del oficialismo salieron a cuestionar los datos de Exante.
Agustín Iturralde, coordinador del programa de Álvaro Delgado, afirmó que el posteo “malinterpreta datos viejos”. “Según publicó el INE los ingresos de hogares son 7,1% mayores que cuando asumió este gobierno. No 0,8% como muestran esos datos viejos. Tener 7% más de ingresos solo es posible si la enorme mayoría de los hogares están mejor”, argumentó.
En la misma línea, señaló que en setiembre se conocerán los microdatos del primer semestre de 2024 y allí “comprobaremos lo que ya es obvio: la inmensa mayoría de los hogares está mejor que en 2019”.
Pero quien fue un poco más allá en sus consideraciones, fue Francisco Faig, asesor de Laura Raffo, quien publicó una serie de tuits haciendo mención a una columna suya en el diario El País, titulada “El corazón de los Tartufos”, que había sido publicada en abril. Los tartufos (como se denomina a una persona hipócrita, falsa), “son economistas que se escudan en su condición de académicos o técnicos, pero que en realidad hacen campaña pro-FA o antioficialismo a cara de perro”, sostuvo Faig. “Lo que ocurrió con la grafiquita de Ex Ante (sic) fue eso: un ejemplo más de Tartufos”, agregó.
La respuesta
A raíz de la controversia generada, el socio de Exante, Pablo Rosselli, realizó una serie de apreciaciones sobre el gráfico en cuestión, el cual “se viralizó de un modo que no anticipamos, con un fuerte debate en torno de las políticas del gobierno”.
Argumentó que la relevancia del gráfico está en que “ilustraba el impacto desigual que tuvo la pandemia” y “las distintas velocidades” de la recuperación poscovid.
“En nuestra opinión, no se puede atribuir esos resultados de un modo sustancial a las políticas económicas. Los hogares se vieron impactados por dos shocks globales, ajenos al gobierno: el covid y la inflación mundial de 2022 (que retrasó la recuperación del salario real)”, sostuvo Rosselli.
Asimismo, contextualizó que los ingresos de los hogares habían comenzado a caer en 2017, acumulando un descenso de 4% en términos reales (promedio 2019 vs promedio 2017), debido a la pérdida de empleos y el bajo dinamismo de la economía. En ese contexto, agregó, la caída del salario real de 2020 y 2021 fue relevante para el cambio de tendencia que se produjo con el empleo luego del covid-19.
“Es esperable que los partidos políticos en la campaña electoral acentúen mucho sus diferencias, pero esas discusiones deberían partir de un buen diagnóstico y de una comprensión de las restricciones y desafíos que enfrenta el país”, concluyó Rosselli.