En la tarde de ayer, jueves, la ministra de Economía y Finanzas, Azucena Arbeleche, y el presidente del Banco Central de Uruguay (BCU), Diego Labat, ofrecieron una conferencia de prensa con motivo de la reunión del Comité de Coordinación Macroeconómica. En este marco, ratificaron los números con los que se venía trabajando y en base a los que se elaboró el Presupuesto Nacional. El gobierno apunta a una inflación de 3,7% y un déficit en 2,5% para 2024.
En la tarde del jueves se reunió el Comité de Coordinación Macroeconómica conformado por el directorio del BCU, la coordinadora de política económica del MEF, Marcela Bensión y el director de deuda, Herman Kamil, de parte del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF).
“En la discusión, se ratificaron los números con los cuales veníamos trabajando y elaborando el presupuesto nacional”, aseveró Arbeleche. La ministra sostuvo que se continuará con la trayectoria descendente de la inflación de manera que en 2024 converja al 3,7%.
Las autoridades hicieron énfasis en que la coordinación que en esta oportunidad se dio en un ámbito formal, es permanente y se plasma en reuniones semanales en las cuales también participa la Oficina de Planeamiento y Presupuesto.
El presidente del BCU resaltó la importancia de esta sinergia. “Para nosotros es importante la consistencia de las políticas y por eso la fuerza de esta reunión”, apuntó.
“El presupuesto está siendo enviado al Parlamento con un mensaje que es muy fuerte y muy ambicioso, en lo que compete al BCU que es en la inflación”, comentó Labat y añadió que el objetivo es llegar al 2024 con un 3,7% de inflación. “Entiendo que es una caída paulatina pero muy ambiciosa que nos puede ubicar como país en niveles razonables”, resaltó.
En este contexto, la resolución del comité fue acotar el actual rango de inflación que está entre 3% y 7% e ir a un rango que se encuentre entre 3% y 6% a partir de setiembre de 2022. “Una vez que tenga ese objetivo, la política monetaria va actuar en consistencia para que eso suceda. Ese es nuestro compromiso”, subrayó.
Labat también se refirió al programa de desdolarización. “Desde el Banco Central hemos venido haciendo hincapié en esta herramienta para ayudar a potenciar la política monetaria y contribuye a disminuir la fragilidad financiera que un país puede tener”.
Esta fuerte agenda de desdolarización que impulsa el BCU tendrá la colaboración de varias instituciones públicas y mucha coordinación con el sector privado para que “termine siendo un asunto público importante”.
Los instrumentos
Consultada acerca de cuáles serán las herramientas para alcanzar el objetivo de una inflación en el 3,7%, la ministra recordó los lineamientos principales de la Ley de Presupuesto presentados en la jornada del miércoles por el presidente de la República, Luis Lacalle Pou. “Marcaba que iba a haber una mejora en el resultado fiscal a partir del 2021, la estimación para 2020 es un déficit del 6,5% del PBI en gran medida explicado por el impacto del Covid-19 en la economía y, en 2021, se mejoraría y bajaría a 4,1% del PBI y esta trayectoria continúa culminando en 2024 en 2,5% del PBI”. Esa mejora en los resultados fiscales es lo que está detrás de la baja de los niveles inflacionarios, según la ministra.
Por otro lado, Arbeleche resaltó -como instrumento- la incidencia en el resultado de la política monetaria y de la de ingresos (política salarial). “En ese sentido, ya se ha cerrado la ronda de negociación a nivel del sector privado, sabemos que es de un periodo puente de un año en donde el salario real acompaña la caída de actividad a nivel nacional y estamos discutiendo a nivel de salarios públicos cuál va a ser la evolución”, señaló la ministra.
Por su parte, Labat se refirió a la política monetaria y sostuvo que es importante la construcción de credibilidad que está fundada en ser consistente con las demás políticas. “No tenemos que ver las políticas separadas y caminando cada una por su carril”, comentó.
Asimismo, resaltó que la próxima semana se convocará un nuevo comité de política monetaria para seguir trabajando en la misma línea que los demás instrumentos.
El presidente del BCU resaltó, además, que durante la pandemia se apostó a que la política monetaria tuviera un carácter expansivo tratando de contribuir a que el crédito fluyera y se mantuviera la cadena de pagos.
“Cuando uno mira hacia adelante la política monetaria tendrá que hacer los deberes para corregir la inflación y llevarla a estos rangos más ambiciosos que nos hemos fijado”, comentó.
Rango meta
“Hoy tenemos un rango meta que va de 3% a 7%. Sabemos que está en el entorno de 10% y es claro que la política monetaria no ha sido prioridad en el muy corto plazo, llegamos a estar arriba del 11%, hoy está alrededor del 10%. El rango que hoy está entre 3% y 7% estará en 3% a 6% a partir de setiembre de 2022. Queremos dar señales de largo plazo porque claramente hoy el rango no se está cumpliendo y no pensamos que se vaya a cumplir en un mes”, apuntó.
Consultado acerca del cumplimiento de las metas, Labat señaló: “Convocamos para la semana que viene un comité de política monetaria que va a dar más claras y con más detalle las pautas que tienen que ver con un cambio de instrumento pero que tienen que ver con otro tipoi de medidas complementarias, algunas las esbocé hoy como la desdolarización”, concluyó.