El país mantuvo su puntaje, pero en términos comparativos retrocedió tres lugares en el Índice de Competitividad Global, ubicándose en el puesto 76 sobre un total de 137 países. Aunque el país está mejor que el promedio de América Latina, hay aspectos donde se encuentra muy rezagado a escala global, como en el tamaño del mercado y la eficiencia del mercado laboral.
El Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés) dio a conocer esta semana los últimos resultados de su Índice de Competitividad Global (ICG), que muestran a Uruguay en el puesto 76 del ranking global, con 4,15 puntos. “Este resultado confirma nuevamente que Uruguay está “estancado” en puntaje, obteniendo en promedio 4,13 puntos desde 2006 (que lo hace “oscilar” entre las posiciones 60 y 80)”, señala un análisis de los resultados del ICG elaborado por la consultora CPA Ferrere.
Los puestos de privilegio en el ranking no registran grandes cambios. Los primeros diez puestos fueron ocupados por el mismo grupo de países, cambiando en algunos casos su posición dentro del top 10 (la diferencia que separa al primero y al décimo es de tan solo 0,37 puntos). Suiza lidera el ranking general por séptimo año consecutivo, seguido por Singapur, Estados Unidos, Holanda y Alemania.
El análisis de CPA Ferrere, destaca que un dato interesante de los resultados es que entre la posición 34 (primer cuartil) y la posición 104 (tercer cuartil) hay tan solo 0,83 puntos de diferencia. En este grupo, que es donde se encuentra Uruguay, se observa una gran densidad de países, por lo que pequeños movimientos en los puntajes producen grandes cambios en las posiciones del ranking.
A nivel sudamericano, Uruguay se encuentra en la cuarta ubicación, detrás de Chile (33º), Colombia (61º) y Perú (67º), mientras que al considerar el conjunto de América Latina y el Caribe ocupa la octava posición.
Problema de mercados
El informe de la consultora, recuerda que Uruguay tiene un PIB per cápita de US$ 15.748 en 2015, siendo el más alto de Sudamérica y el 41 en el mundo, factor que según el WEF es “determinante para establecer la etapa de desarrollo en que se encuentra el país, y por ende de las capacidades necesarias para mejorar su productividad”. “En función a ello, Uruguay se posiciona en transición entre las etapas 2 y 3, prácticamente alcanzando la etapa 3 de países desarrollados en fase Innovación (+ de US$ 17.000)”.
Asimismo, se observa que “Uruguay se encuentra mejor que el promedio de América Latina en la mayoría de los pilares definidos por el Foro, destacándose en Instituciones y Preparación Tecnológica”. Por el contrario, el Tamaño de Mercado y la Eficiencia del Mercado Laboral, son los puntos donde el país se encuentra más rezagado.
Respecto a este último pilar, Uruguay ocupa la ubicación 121, con algunos subíndices en las últimas posiciones: cooperación entre trabajadores y empleadores y flexibilidad en la determinación de salarios, ambos en el puesto 136.
El pilar que tuvo una mejora significativa respecto al año anterior fue Desarrollo del Mercado Financiero, donde Uruguay pasó del puesto 69 al 51. La mejora en disponibilidad y accesibilidad de los servicios financieros, la facilidad de acceso a los préstamos y la reglamentación de la Bolsa de Valores fueron los principales impulsores de este crecimiento.
En los Pilares de Sofisticación e Innovación no se han visto cambios significativos respecto al año anterior, ocupando los puestos 82 y 83, respectivamente. La metodología del WEF sostiene que estos indicadores serán los principales impulsores del crecimiento de largo plazo para países como Uruguay, dada su etapa de desarrollo (prácticamente en Etapa 3 de países desarrollados).
Entre los aspectos considerados “problemáticos” por el sector empresarial, se mencionan: restrictivas regulaciones laborales, tasas de impuestos, ineficiente burocracia gubernamental, suministro inadecuado de infraestructura, y fuerza laboral inadecuadamente educada.
El índice
El ICG del WEF busca reflejar el nivel de productividad y prosperidad de un país, y su potencial de crecimiento, de acuerdo a la etapa de desarrollo en que se encuentra.
Agrupa los determinantes que impulsan la productividad y competitividad en 12 pilares, y se asigna un puntaje de 1 a 7 a cada una de las variables. A su vez, los países se clasifican según su etapa de desarrollo, según la cual tienen diversos desafíos para lograr mejorar su competitividad: los países en etapas tempranas de desarrollo ponderan en mayor proporción a los requerimientos básicos, mientras que los más desarrollados ponderan más la sofisticación y la innovación. Si bien Uruguay se encuentra en transición entre la Etapa 2 y 3, dado su PIB presenta prácticamente las ponderaciones de la Etapa 3, donde cada Pilar de Innovación representa casi el 15% del puntaje total del ICG.