La economista estadounidense, Deirdre McCloskey, destacó la importancia de las “nuevas ideas” para lograr un desarrollo económico para el país, ya que no alcanza sólo con invertir en capital. Con bastante optimismo, valoró que Uruguay podría crecer un 7% por año si liberalizara su economía mediante la detención del proteccionismo y la facilitación en la apertura de negocios.
Por Ignacio Palumbo | @ignacio_palumbo
La economista y candidata a premio Nobel de Economía, Deirdre McCloskey visitó por primera vez a Uruguay, donde participó del evento “Los fundamentos del progreso”, que organizó el Centro de Estudios para el Desarrollo (CED). En dicho evento, realizado el pasado lunes 13 de mayo en el Piso 40 del World Trade Center, McCloskey expuso sus principales visiones respecto a las políticas que a su entender deben encararse para lograr el crecimiento económico en un mundo globalizado.
En primer lugar destacó el fuerte incremento que han tenido los ingresos de las personas, asegurando que “estamos 3.000% mejor que nuestros ancestros” del 1800.
Para ella, este hecho “no es difícil de creer”, ya que “tenemos estas innovaciones milagrosas alrededor”.
Las ideas
De esta forma, McCloskey defendió que las ideas son, sin dudas, el factor principal que ha permitido el “sorprendente” crecimiento económico a lo largo de la historia. Por ese motivo, y pensando en cómo desarrollar una economía, la experta subrayó que son las “nuevas ideas las que importan”. A esta ideología, la llamó “innovismo” y criticó que la inversión en capital por sí misma no dará frutos, si es que no está acompañada por innovación o nuevas ideas.
Explicó que de por sí la palabra capital no es del todo acertada, y evaluó que “el mero vertido de capital en un país no lo vuelve rico”. A modo de consejo, instó a que Uruguay persuada al gobierno chino a invertir en el país si es que puede hacerlo, pero aclaró que no será eso lo que le brinde riqueza. “Lo que les va a hacer ricos es ideas nuevas, buenas, para proyectos dentro de su país”, argumentó.
Asimismo, explicó que no se tratan de inversiones pequeñas, sino de “grandes cambios” en el funcionamiento de la economía. “Tienen que ser democráticas, tienen que afectar a toda la sociedad (…), toda la sociedad debe estar de acuerdo con el innovismo”, agregó.
La libertad
En otro orden, la experta subrayó la importancia de liberalizar aún más la economía para lograr un desarrollo económico: “Cuanto más libre se vuelve una economía, más rica se volverá”, señaló.
En ese entendido, McCloskey sugirió que Uruguay liberalice su economía, ya que así podrá “explotar”. “No veo ninguna razón por la cual Uruguay no crezca a tasas de 7% por año”, opinó. Para lograr esto, dio una lista de lineamientos que el país debe seguir: detener el proteccionismo, hacer que sea más fácil abrir un negocio, vender los activos del Estado y privatizar.
En este sentido, resaltó un punto clave de su discurso, y es que las innovaciones son “impredecibles”, pero deben ser permitidas. Y ese es el problema según la experta, ya que Uruguay posee “muy vibrantemente” un modelo estatista en donde el gobierno es el emprendedor, lo cual “es una locura”. Así, evaluó que “el gobierno no es más inteligente que nosotros”, que debería permitírsele a la gente innovar en la economía impredecible actual.
Para concluir, señaló que lo mejor que se puede hacer es “hablar con los artistas, hacedores de películas, músicos, periodistas”, y todos los involucrados en la cultura e “intentar persuadirlos para que compartan su visión de una sociedad libre” y “donde nadie sea un niño”. Según la economista, es necesaria una economía “de adultos”, y se debe buscar persuadir a esa gente de cultura para que “creen cosas que recomienden libertad”.
China “montada sobre un tigre”
Durante su disertación, McCloskey también se refirió a la situación actual de China, la segunda mayor economía mundial y el principal socio comercial de Uruguay, y a los riesgos que este país enfrenta.
Haciendo referencia al fuerte crecimiento económico que ha tenido ese país en las últimas décadas, la experta analizó que el Partido Comunista chino se encuentra con un problema, ya que está “montando en la espalda de un tigre”. “Siempre y cuando te mantengas en la espalda, estarás bien”, comentó. Sin embargo, cuando “uno se cae del tigre, te come”. En ese sentido, dijo estar “terriblemente asustada” de que justamente eso le pase al gigante asiático.
“Temo porque China se caiga y quede en un estado terrible”, confesó.