Fernando Brum, presidente de la Agencia Nacional de Investigación e Innovación (ANII)
Para soñar con un Uruguay abierto al mundo es necesario priorizar áreas e impulsar programas de desarrollo y atracción de conocimiento que nutran la innovación y la investigación.
¿Cómo imagina que será Uruguay dentro de 10 años en materia de investigación e innovación?
Hace tiempo aprendí que mirar la bola de cristal es un ejercicio que no me sale bien, todo cambia demasiado rápido como para hacer pronósticos. Sueño con un Uruguay totalmente incorporado a la sociedad del conocimiento, abierto al mundo, con confianza entre los actores: empresas, academia, gobierno, emprendedores e inversores; atractivo para inmigrantes. Vale decir, con una trama consolidada, muchos proyectos conjuntos, amplia confianza entre los actores y bajos costos de transacción.
¿Qué tres o cuatro tareas fundamentales debería impulsar el próximo gobierno de forma prioritaria pensando en el desarrollo de la investigacióny la aplicación de nuevos conocimientos a la realidad productiva y social del país?
Cumplo con limitarme a señalar cuatro. En primer lugar, debe definir prioridades. Es imprescindible elegir áreas -pocas- y dotarlas de recursos especiales. Hay sectores en los que necesitamos más técnicos, masters y doctores que en otros. Hay áreas que son más relevantes. Es muy importante que el nuevo gobierno elija, defina sectores prioritarios, e invierta con mucho foco en pocos sectores.
En segundo lugar, debe aumentar el número de ingenieros y, en general, técnicos orientados al sector productivo. Creo que son necesarias inversiones específicas para potenciar las carreras de ingeniería y afines de todas la Universidades, también para promover que los jóvenes se acerquen a dichos sectores, especialmente las mujeres, así como también programas para atraer inmigración de técnicos. Vale decir, orientar a la educación al mismo tiempo que desarrollar programas de corto plazo para aumentar la cantidad de técnicos en el país.
En tercer lugar, debe llevar adelante un programa agresivo de promoción de la innovación abierta en el sector público –incluyendo empresas e instituciones-. Esto implica inversiones, pero con un enorme efecto de apalancamiento de empresas locales y promoción de soluciones eventualmente disruptivas. Este esfuerzo requiere una gran apertura y capacidad de flexibilizar o directamente cambiar regulaciones.
Por último, señalo el potenciar los Centros Tecnológicos (CT) existentes y crear nuevos. Los centros funcionan exitosamente como puntos de encuentro entre empresas e investigadores orientados por la demanda. Los CT pueden crecer, llevar adelante más proyectos y, a su vez, que sean de mayor porte; y también internacionalizar su operativa. Asimismo, es importante diseminar la experiencia y crear nuevos CT. En algunos casos será necesario eliminar barreras regulatorias, en otros abrirse a las mejores prácticas internacionales y suscribir los acuerdos globales vigentes.
¿Cuáles son los temas en que Uruguay, como país, tendría que poner énfasis, sin importar nivel ni sector de actividad, apuntando a un mayor desarrollo de su sociedad y de su economía en la próxima década?
Una vez más, elijo cuatro sin definir un orden de prioridades entre ellos. Educación -en todos los niveles-; adopción de las mejores prácticas internacionales y adherir a acuerdos; innovación -con las enormes derivaciones del tema-; y empleo con énfasis en la defensa del trabajador, no del puesto de trabajo.