Antonio Carámbula, presidente de Uruguay XXI
Promover la inversión y visibilizar las bondades de Uruguay a nivel mundial son algunas de las actividades con las que este organismo estatal contribuye al crecimiento de nuestro país.
¿Cómo imagina el rol de Uruguay XXI, en general, en el mediano y largo plazo?
El rol de Uruguay XXI siempre será el de acompañar los lineamientos y objetivos del gobierno nacional, trabajando junto a actores públicos y privados para promocionar las inversiones, dar impulso a las exportaciones y hacer cada vez más visible la reputación de Uruguay en el mundo.
Con el tiempo, la institución ha incorporado nuevas áreas de trabajo a su tarea, y es posible que en el futuro esto se repita. Un ejemplo muy claro es el Programa de Servicios Globales. Es un rubro estratégico que el país decidió potenciar, y Uruguay XXI es responsable de ejecutar un programa específico para ese sector. Nuestra labor tiene que estar abierta al cambio y a los eventuales nuevos desarrollos que impulse el país.
Pero en todos los casos se trata de un trabajo que se inserta en una estrategia de promoción de los valores que Uruguay ha sabido cultivar, como su fuerte institucionalidad, la seguridad jurídica y, sobre todo, la confianza que ha generado en los inversores y en todos los interesados en realizar negocios aquí.
Uruguay es hoy ampliamente reconocido por sus virtudes, que van desde su preocupación por el cuidado de los alimentos que produce, por la utilización de energías renovables y el cuidado del ambiente, por el reconocimiento de derechos de última generación y un adecuado clima de negocios, que junto con la calidad de vida hacen que sea un lugar interesante para visitar, invertir y vivir.
Estoy seguro de que la defensa de ese posicionamiento es una tarea permanente, constante y enriquecedora, y de que proteger ese activo es uno de los cometidos fundamentales que tiene y que tendrá en el futuro Uruguay XXI.
¿Qué tareas fundamentales debería encarar el próximo gobierno en forma prioritaria pensando en el desarrollo de las exportaciones, las inversiones y la Marca País?
Uno de los desafíos más importantes será el de conservar y mantener logros que han sido muy relevantes para el país en los últimos 15 años, y continuar avanzando. En esto incluimos la recuperación del grado inversor para la deuda uruguaya, cumplir 14 años de crecimiento ininterrumpido, haberse consolidado como el país con mejores niveles de distribución de la región, que lidera los principales ranking internacionales para América Latina en materia de tolerancia, democracia, bajos niveles de corrupción, igualdad, entre otros.
Hay otros elementos que se están trabajando pero que continuarán siendo desafíos en el futuro. Por ejemplo, mantener el clima de negocios, apostar al agregado de valor para las exportaciones de bienes y servicios. Eso nos ha abierto puertas de mercados que hasta hace no mucho eran ajenos para Uruguay. Un ejemplo claro es el de la exportación de servicios no tradicionales, y cómo el país se ha convertido en un gran exportador en esta materia.
Al mismo tiempo, Uruguay debe continuar trabajando para mantener las fortalezas que lo han convertido en un destino confiable y atractivo para la inversión. Somos un país con una estabilidad económica, política y social que nos distingue; contamos con un marco jurídico que promueve y protege la inversión, una infraestructura adecuada, un clima de negocios favorable, y el acceso a un mercado ampliado de más de 400 millones de personas.
En ese sentido, será muy importante seguir trabajando en una mayor eficiencia de acceso a mercados, generando más acuerdos con destinos estratégicos, mejorando las condiciones de ingreso de la producción uruguaya a otros países, y fortaleciendo las condiciones de competitividad del trabajo de los uruguayos.
“Es fundamental apalancar la inversión extranjera directa, que es un factor decisivo en el crecimiento del país”.
Hoy tenemos una herramienta muy fuerte para salir al mundo que es nuestra Marca País, Uruguay Natural, un instrumento formidable que hemos sabido cultivar y que representa en el exterior todo lo que somos, lo que sentimos y nuestra forma de hacer las cosas. Tenemos el orgullo de que más de 600 empresas y organizaciones hayan decidido incorporar la marca a su propuesta de internacionalización. Es un trabajo que no se puede cortar, es un compromiso que debe continuar.
¿Cuáles son los temas en que Uruguay, como país, tendría que poner énfasis, sin importar nivel ni sector de actividad, apuntando a un mayor desarrollo de su sociedad y de su economía en la próxima década?
Creo que uno de los desafíos que tenemos por delante es el de continuar mejorando nuestra inserción internacional. Tenemos que lograr más acuerdos que nos permitan mejorar las condiciones de acceso a mercados, para ser más competitivos frente a competidores directos. Espero podamos concretar esos acuerdos con países como China y regiones muy relevantes para el comercio internacional, como la Unión Europea. Es fundamental lograrlo para insertar a Uruguay en el nuevo escenario comercial.
Esto es esencial en la medida en que el comercio y la inversión han sido dos factores principales para explicar el crecimiento ininterrumpido alcanzado por nuestro país en esta casi década y media. Buscando más acuerdos estamos también defendiendo el trabajo de los uruguayos.
Tenemos que poner énfasis, además, en ponderar las condiciones que hacen de Uruguay un lugar ideal para convertirse en el hub logístico y tecnológico de la región, un polo estratégico de negocios con proyección hacia Latinoamérica, y que se convierta en su salida al mundo.
Podemos decir que otro desafío asociado a este desarrollo es el de la generación y mantenimiento de las capacidades necesarias para los recursos humanos, que cuentan con calificación adecuada, con costos competitivos, pero que no resulta suficiente para responder a las demandas de algunos sectores que se han convertido en los más dinámicos de la economía, como los servicios globales –el diseño, la industria farmacéutica, las industrias creativas, la arquitectura, los servicios financieros y, desde ya, las tecnologías de la comunicación y la información-.
Finalmente, entiendo que es fundamental apalancar la inversión extranjera directa, que es un factor decisivo en el crecimiento del país que debemos continuar incentivando. Uruguay es un destino atractivo para la inversión, pero hay que potenciarlo como un factor de desarrollo para sí mismo.