Roberto De Luca, director ejecutivo de Asociación de Bancos Privados de Uruguay (ABPU)
La banca del futuro será aquella que estará disponible las 24 horas, los siete días de la semana, con ofertas personalizadas para cada cliente, vislumbran desde ABPU.
¿Cómo imagina que será el sector de la banca privada en Uruguay dentro de 10 años?
Estamos en el principio de la Cuarta Revolución Industria. Esta revolución está cambiando de manera fundamental la forma de vivir, de trabajar y de relacionarnos unos con otros. En su escala, alcance y complejidad, no se parece a nada que la humanidad haya experimentado antes. Aún tenemos que comprender plenamente la velocidad y la amplitud de esta nueva revolución. Nunca ha habido una época de mayor promesa o potencial peligro.
Es la impresionante confluencia de avances tecnológicos que abarca amplios campos, como inteligencia artificial (IA), robótica, Internet de las Cosas (IoT), blockchain, vehículos autónomos, impresión 3D, nanotecnología, biotecnología, ciencia de materiales, etcétera.
Empresas de todas las industrias están siendo afectadas, o lo serán en el futuro. Veremos desaparecer empleos, se crearán otro que requieren nuevos conocimientos y competencias. Lo seguro es que todos los empleos se transformarán, en alguna medida.
A lo largo de la historia, la banca se ha ido adaptando y lo continuará haciendo en los próximos años. Nos imaginamos una banca que haya procesado una gran transformación digital. Esto le permitirá estar más cerca de los clientes, con múltiples canales de atención, con gran predominancia del mundo móvil, ganar eficiencias, mejorar la gestión de los riesgos, y la ciberseguridad.
Cambiará el rol de las sucursales. El banco estará disponible los siete días de la semana, las 24 horas, desde donde el cliente quiera operar. La tecnología permitirá un mayor conocimiento de estos, y que las ofertas a los clientes sean personalizadas. La competencia estará intensa y la innovación en productos y servicios será constante. El uso del dinero disminuirá sensiblemente. Se utilizarán intensamente las tarjetas y las transferencias bancarias.
¿Qué tres o cuatro tareas fundamentales debería impulsar el próximo gobierno de forma prioritaria pensando en el desarrollo de la banca?
Para el desarrollo de la banca se requieren los mismos temas que para el desarrollo de otros sectores de la economía: estabilidad y crecimiento económico, seguridad y educación.
En particular, para la banca es necesario que la regulación se vaya adaptando a la transformación digital que se está procesando, continuar con los programas de educación financiera y disminuir la importante carga fiscal que soporta la actividad.
¿Cuáles son los temas en que Uruguay, como país, tendría que poner énfasis, sin importar nivel ni sector de actividad, apuntando a un mayor desarrollo de su sociedad y de su economía en la próxima década?
La educación es la gran prioridad para Uruguay en la próxima década. En especial, cuando enfrentaremos una década con grandes transformaciones, con empleos que desaparecen, que se transforman, que se crean. El conocimiento se expande permanentemente y se vuelve obsoleto en un corto plazo; eso nos transformará en estudiantes perpetuos. En esta década debemos desarrollar competencias nuevas, y eso implica la transformación de la educación.