Benavente: “Los indicadores de déficit fiscal siguen siendo preocupantes”

Ec. María Dolores Benavente, presidente del consejo directivo de Academia Nacional de Economía y gerente general de UniónCapital Afap


Pese al incremento de la recaudación y al ajuste de ingresos fiscales realizado -ya sea por la vía de más impuestos o por incrementos de tarifas públicas-, alerta por el déficit fiscal. Alude a los problemas que tiene Uruguay para ser competitivo y tener un crecimiento sustentable, con empleo de calidad; y establece la necesidad de cambiar la estrategia de inserción internacional.

¿Qué evaluación hace del 2017 en materia económica? ¿Cuáles cree fueron los temas más relevantes y en los que se centró el gobierno?

Durante 2017, se consolidó un crecimiento de actividad más importante que el de 2015 y 2016, al tiempo que se redujo la inflación. Sin embargo, cabe destacar que la mayor parte de este crecimiento se dio en el sector de Transporte, Almacenamiento y Comunicaciones, que tiene baja incidencia en el empleo.

Los indicadores de déficit fiscal siguen siendo preocupantes, pese al incremento de la recaudación luego de tantos años de crecimiento económico y al importante ajuste de ingresos fiscales realizado, tanto por mayores impuestos como por incrementos de tarifas públicas. Por otra parte, el ajuste de gasto de los últimos años se ha hecho en base a reducción de inversiones, tanto en el gobierno como en las empresas públicas, lo cual repercute negativamente en la actividad económica -recientemente Yehenew Endegnanew (FMI) señalaba que en Uruguay la Inversión pública tiene un multiplicador fiscal positivo y mayor que uno-.

A su vez, los indicadores del mercado laboral muestran un deterioro que se arrastra ya desde años anteriores. En efecto, la tasa de empleo ha estado cayendo en forma permanente desde el año 2015, tanto en Montevideo como, especialmente, en el Interior del país. En igual sentido, la tasa de informalidad, que había caído sistemáticamente hasta fines de 2015, se estancó y hasta tuvo un pequeño crecimiento en 2016 y 2017. No se puede dejar de señalar que en todos los informes sobre competitividad, el indicador de eficiencia del mercado de trabajo ubica a Uruguay en una de las peores posiciones del mundo.

En materia de inserción externa, se advierte que no se están acompañando las tendencias internacionales en cuanto a firma de tratados de libre comercio,  y ello disminuye las posibilidades de comercio, inversión y crecimiento del país.

Por último, los indicadores de calidad de la educación siguen señalando un deterioro y  una mayor desigualdad respecto a  la registrada en los ingresos: los hogares más pobres reciben una educación peor aún que la que cabría estimar dado su nivel de ingresos.

¿Cómo vislumbra el futuro inmediato -2018-, y cuáles son los desafíos que tiene por delante la economía uruguaya?

Se prevé que durante 2018 el Producto continúe creciendo y las tasas de inflación sean similares a las de este año. Sin embargo, las luces y sombras señaladas en la anterior pregunta, nos llevan a analizar un problema mucho más importante que tiene Uruguay y que se ha puesto de manifiesto en las recientes discusiones sobre la instalación de UPM: sus condiciones para ser competitivo y tener, por tanto, un crecimiento sustentable, con empleo de calidad.

¿Qué posibles amenazas ve en el horizonte?

Pese a que se observa un escenario regional mucho más favorable que el de los últimos años, tanto Argentina como Brasil no tienen economías tan consolidadas como para resistir un eventual cambio en el contexto internacional, con una suba de tasas de interés. Y una repercusión negativa en nuestros dos vecinos, sin duda, podrá tener impacto local.

“En todos los informes sobre competitividad, el indicador de eficiencia del mercado de trabajo ubica a Uruguay en una de las peores posiciones del mundo”.

Esta eventualidad debería encontrar a Uruguay lo más saneado posible en materia fiscal y con una mayor flexibilidad para no sufrir debido a un shock internacional y regional adverso.

¿Qué aspectos se deberían corregir para seguir manteniendo el crecimiento?

Precisamente, los aspectos que deberíamos corregir tienen que ver con aquellos factores en los que tenemos peor desempeño: resultado fiscal, aplicando una regla fiscal que ajuste el gasto y no las inversiones y permita reducir el peso de los impuestos sobre la economía; relaciones laborales más flexibles y cooperativas; inserción internacional, a través de la firma de acuerdos de libre comercio; infraestructura, potenciando la inversión a través de la Participación Público Privada; mejor educación a través de una adecuada evaluación, autonomía de los directores y, finalmente, un voucher escolar.

¿Qué posibilidad de avance en la inserción internacional ve para el año que viene?

Los trabajos de la Academia indican que es necesario que el país cambie su estrategia de inserción internacional y avance en la firma de acuerdos de comercio bilaterales. La economía política de estas decisiones está demostrando no ser sencilla. Hay que seguir insistiendo con propuestas basadas en estudios sólidos.

¿Qué expectativa le genera en materia de comercio internacional los avances anunciados entre la Unión Europea (UE) y el Mercosur, tras la reunión de la OMC en Argentina?

La realidad regional está permitiendo un avance más acelerado hacia un acuerdo entre Mercosur y UE.  En efecto, tanto el gobierno de Mauricio Macri como el de Michel Temer son más afines a este tipo de negociaciones.

Tras décadas de negociación, la firma de un compromiso político como el anunciado resulta muy auspiciosa, aunque éste debe ser considerado como un primer paso en un camino que no será sencillo, puesto que la UE tiene sectores “sensibles” tradicionalmente muy protegidos, como el agrícola y el cárnico. Los países del Mercosur tienen mucho para ganar en un acuerdo comercial con la UE puesto que podrán acceder a un mercado de más de 500 millones de personas. Y porque además, con el comercio llega la inversión, y eso significa tecnología, puestos de trabajo y bienestar de la población.

Para Uruguay, sería un paso más en la senda correcta de integración con el mundo, dado que el Mercosur hasta ahora ha resultado un freno para el desarrollo comercial de los países más pequeños del bloque.