Lestido: «El motor de crecimiento está siendo la evolución del consumo privado»

Julio César Lestido, presidente de la Cámara Nacional de Comercio y Servicios


En comparación con los últimos tres años, los sectores comercio y servicios cierran el 2017 con un mejor desempeño. En diálogo con Empresas & Negocios, Julio Lestido anunció que, «el 2018 encontrará a la Cámara continuando su trabajo para cumplir con uno de sus objetivos de primer orden: el fortalecimiento del entramado empresarial y social».

¿Qué evaluación hace del 2017 para los sectores comercio y servicios del país?

Con los últimos datos estadísticos, tanto a nivel oficial como a nivel de la propia Cámara, correspondientes al tercer trimestre del año, es posible establecer en términos de actividad para el sector, un año donde se alcanzó una mejor ‘performance’, sobre todo comparando con los tres años anteriores, que evidenciaron sucesivas tasas de contracción. Este resultado está basado principalmente en un contexto de inflación controlada, moneda local apreciada, aumento del poder adquisitivo de los hogares y un escenario regional favorable para el país. En este sentido, la Cámara está previendo que los sectores Comercio, Reparaciones, Hoteles y Restaurantes cierren el año 2017 con un crecimiento cercano al 7%.

¿Cuáles cree que fueron los temas más relevantes que se dieron en el año a nivel de comercio y servicios?

Los datos publicados en la Encuesta de Actividad del Sector Comercio y Servicios, que publica la Cámara de forma trimestral, dan cuenta que en el tercer trimestre del año, de los 28 subsectores analizados, el  68% registró una tasa de variación positiva en sus niveles de ventas medidos en términos reales.

¿Cuáles son los rubros más rentables para el país?

En términos generales, se destaca particularmente el comportamiento de los rubros dedicados a la venta de bienes de consumo duradero de origen importado: automóviles, maquinaria agrícola, motocicletas. También se observó una recuperación, aunque de menor magnitud, en las ventas de electrodomésticos, tanto en casas del ramo como en grandes superficies.

«La Cámara está previendo que los sectores Comercio, Reparaciones, Hoteles y Restaurantes cierren el año 2017 con un crecimiento cercano al 7%».

Por su parte, el gasto de los hogares en relación a la compra de materiales para la construcción y mantenimiento de la vivienda mostró un crecimiento, el cual se refleja en las mayores ventas en mostrador en ferreterías minoristas y pinturerías. En sentido contrario, evolucionaron rubros como ferreterías y barracas, lo que se condice con los resultados en términos de actividad del sector de la construcción.

Si bien estos datos muestran un comportamiento en general favorable de la actividad comercial, es posible percibir cierta volatilidad en el resultado de algunos rubros en particular, como lo es por ejemplo el caso de vestimenta, calzado, jugueterías, bazares, así como los relacionados con los proyectos de inversión de gran magnitud, como se mencionó anteriormente. Esto demuestra las debilidades que aún persisten y que no permiten consolidar una situación de crecimiento sólida y generalizada en el sector.

¿Y cuáles son los menos rentables?

Concretamente, de la consulta efectuada a las empresas allegadas a la Cámara, un 37% no ha percibido hasta el momento (considerando los nueve meses del año) un incremento en sus niveles de venta y rentabilidad en su negocio, asociado a un mejor desempeño de la economía general a lo largo del presente año. Esto es el resultado de importantes debilidades que aún persisten en la economía, algunas de ellas asociadas a los desequilibrios macroeconómicos que continúan sin corregirse, como lo son la sostenibilidad fiscal (déficit fiscal, deuda pública), deficiencias en términos de infraestructura, ineficiencia de las empresas públicas y desequilibrios en términos de competitividad cambiaria, los cuales se traducen en un aumento de los costos y por lo tanto en menores márgenes de rentabilidad para las empresas.

Pero también a nivel microeconómico la actividad privada enfrenta importantes restricciones que se transforman en verdaderas barreras a la concreción de nuevos procesos de inversión: intervención del Estado (regulaciones, tributos, tarifas públicas), escasa apertura comercial que dificulta el acceso a nuevos mercados, regulaciones laborales inflexibles, complejo clima de las relaciones laborales, y deficiencias en materia educativa y mano de obra capacitada.

¿Cómo está el sector en materia laboral? ¿Qué evaluación puede hacer?

Un fiel reflejo de estas restricciones que enfrentan las empresas es que en la actualidad los mayores niveles de crecimiento económico a nivel global del país no se traducen en nuevos procesos de inversión privada ni en contratación de mayor mano de obra por parte de las empresas. Es decir, el motor de crecimiento está siendo la evolución del consumo privado, mientras que, por el contrario, los niveles de inversión están atravesando un escenario de contracción. Esta situación incorpora altos niveles de inestabilidad pensando en una trayectoria de crecimiento más sólida para el país desde una perspectiva de largo plazo.

Los altos costos que deben enfrentar las empresas, tanto laborales como no laborales, se traducen en menores niveles de rentabilidad, escasos nuevos procesos de inversión, así como en un freno a la hora de decidir contratar mayor mano de obra o incluso optar por la incorporación de nuevas tecnologías más económicas con menores restricciones, que permitan mejorar la productividad a un menor costo.

«A nivel microeconómico, la actividad privada enfrenta importantes restricciones que se transforman en verdaderas barreras a la concreción de nuevos procesos de inversión».

Bajo este escenario de crecimiento económico sin su correlato en una generación de nuevos puestos de trabajo, se va concretar a mediados del año próximo una nueva Ronda de Negociación Salarial en la cual estarán negociando más de 200 mesas sectoriales. Por lo tanto, el principal desafío tanto para las autoridades, como para los trabajadores y los empresarios, será negociar nuevas pautas de ajustes salariales que permitan alcanzar mayores niveles de creación de empleo.

También se estará discutiendo una Rendición de Cuentas, que a su vez es la última de este período de gobierno. El desafío en este caso será que esta nueva instancia no se traduzca en nuevas disposiciones que tienen como único fin aumentar la recaudación fiscal, vía el aumento de la carga que debe enfrentar el sector privado.

¿Cómo vislumbra el futuro inmediato y cuáles son los desafíos que tiene la cámara por delante?

El 2018 encontrará a la Cámara continuando su trabajo para cumplir con uno de sus objetivos de primer orden: el fortalecimiento del entramado empresarial y social. La educación, la formación, cumplen un rol fundamental en este sentido. Un buen empresario, ante todo, es un buen educador de su entorno, por lo cual tiene responsabilidad en su accionar. Su propia capacitación, así como la de los trabajadores de su empresa, es vital para poder lograr parámetros de calidad en la producción y comercialización de bienes y servicios, que les permita competir exitosamente en el mundo.