María Dolores Benavente, economista, presidente del consejo directivo de la Academia Nacional de Economía, gerente general de Unión Capital Afap e integrante del consejo editorial de Empresas & Negocios
En tiempos de incertidumbre financiera, los inversores juegan con la especulación al momento de apostar en un país para sus negocios. Eso implica la necesidad de demostrar que el territorio es adecuado para que las empresas lleguen. En ese contexto, Benavente afirma que es necesario trabajar para una economía ordenada.
¿Cuáles fueron las debilidades y cuáles las fortalezas que tuvo el gobierno en materia económica?
Uruguay continúa destacándose por su seriedad y la previsión de sus normas. Recientemente, en la conferencia organizada por CFA Society Uruguay y Academia Nacional de Economía, el escribano Arturo Porzecanski señalaba que, en tiempos de calma, el inversor discrimina adecuadamente y elige países como Uruguay. Sin embargo, en términos de incertidumbre, ya no discrimina y todos los emergentes sufren. En este sentido, Uruguay debe avanzar en la integración comercial con el mundo y en ordenar sus cuentas fiscales, de manera de no presentarse tan vulnerable a estos vaivenes internacionales.
¿Qué desafíos tiene el país en materia económica en 2019, teniendo en cuenta que es año electoral y que todos los anuncios apuntan a una desaceleración de la economía y que contexto regional aparece como complicado?
En la Academia entendemos que el gran desafío es lograr consensos multipartidarios mínimos, en temas como papel del Estado, regla fiscal, inserción internacional, educación, seguridad social, entre otros, que permitan al próximo gobierno avanzar sobre una senda de crecimiento sostenible sin pagar los costos políticos de las reformas más profundas. Estos consensos, además, permitirán reforzar el concepto de valores compartidos, o de un paradigma común detrás del cual se alinee todo el país.
Pensando más allá del 2019, ¿qué medidas fundamentales deberían formar parte de la agenda y estrategia económica del próximo gobierno?
Justamente, a partir de estos consensos, las medidas deberían orientarse en lograr una economía ordenada en sus cuentas públicas, con bajos niveles de endeudamiento e inflación, integrada con el mundo, con una educación que permita la inserción de los jóvenes en el cambiante mundo laboral.
