Pablo Moya, economista, socio de Oikos
El déficit del gasto público, para Moya, fue una limitante de relevancia que condicionó la posibilidad de llevar adelante una política fiscal adecuada. Esto redundó en una inflación elevada y pérdida de competitividad.
En materia económica, revisando esta última administración de gobierno, ¿qué se puede rescatar y en qué temas- si así lo considera-, se desvió de rumbo?
Como tema positivo, destaco la estabilidad de la moneda frente a las fuertes presiones devaluatorias regionales e incertidumbre financiera generalizada.
¿Cuáles fueron las debilidades y cuáles las fortalezas que tuvo el gobierno en materia económica?
El déficit creciente del gasto público fue una importante limitante para poder llevar adelante una política fiscal activa, de manera de reducir la inflación y dotar de mayor competitividad a las empresas.
¿Qué desafíos tiene el país en materia económica en 2019, teniendo en cuenta que es año electoral y que todos los anuncios apuntan a una desaceleración de la economía y que contexto regional aparece como complicado?
Es necesario incentivar la economía, que muestra estancamiento en sectores importantes –fuertes demandantes de mano de obra–, como la industria.
Otro tema pasa por contener el gasto público, que en año electoral siempre tiende a incrementarse.
Pensando más allá del 2019, ¿qué medias fundamentales deberían formar parte de la estrategia y la agenda económica del próximo gobierno?
En el corto plazo, reducir el déficit fiscal –aunque solo sea posible de manera marginal-, de manera de poder dar señales del compromiso con este objetivo, así como poder reducir la carga tributaria sobre los sectores productivos.
En el mediano o largo plazo, afianzar los estímulos educativos a los sectores tecnológicos y trabajar para revertir los magros logros de la educación formal tradicional.
