Alberto Charro, Country Manager de BBVA Uruguay
El año muestra importantes desafíos para BBVA, tanto desde el plano institucional como comercial. Honestidad, responsabilidad y ética dentro del mundo financiero son pilares fundamentales para la entidad.
¿Cuáles son las expectativas que tiene para el banco en 2020, teniendo en cuenta, no solo el cambio de administración de gobierno, sino también la desaceleración regional y mundial de la economía?
En BBVA sabemos que el 2020 no será un año de gran crecimiento económico, y prueba de ello es el consenso general de los expertos en la materia, incluido nuestro servicio de estudios, BBVA Research. No obstante, lo vemos como un año de grandes desafíos, tanto desde el punto de vista comercial como institucional.
El cambio de gobierno no representa para nosotros una afectación del transcurso habitual del negocio. Uruguay es un país que cuenta con una extraordinaria tradición de estabilidad institucional, lo cual nos garantiza un clima de negocios en donde se respetan las reglas de juego y en donde los gobernantes se esmeran en hacer lo mejor para el país. Como empresa local, y perteneciente a un grupo internacional, están extremadas las garantías para un funcionamiento normal de nuestro negocio.
En medio de un contexto de desaceleración o de menor crecimiento tanto en Uruguay como en la región, ¿qué líneas de negocio ve con posibilidades de crecimiento en el país?
Las previsiones para Uruguay son, efectivamente, de un ritmo de crecimiento menor, pero no debemos olvidar que es una economía que ha crecido ininterrumpidamente. Esto permite que los proyectos sigan avanzando y que vayan cumpliendo los hitos que nos marcamos años atrás.
Varios de estos proyectos estratégicos giran en torno a la transformación digital, incrementando, por un lado, las prestaciones y la experiencia usuario en nuestras aplicaciones móviles, y por otro, facilitando que el cliente se relacione con el banco sin tener que ir nunca la oficina, incluso cuando quiera relacionarse con un ejecutivo de cuentas. Es decir, para BBVA poder hacerlo todo sin ir nunca al banco no significa que el cliente lo tenga que hacer él solo, sino que puede contar con apoyo humano sin desplazarse a la sucursal.
En el mundo de empresas seguiremos trabajando para seguir siendo el referente tanto de las pymes como de las grandes corporaciones en Uruguay, con una oferta atractiva de productos y servicios, y buscando anticiparnos a sus necesidades.
¿Cuáles son los desafíos que tiene por delante el banco, y cuáles son los temas de mayor preocupación?
Además de los desafíos de negocio, en BBVA entendemos que nuestro futuro debe incorporar valores que trascienden a la honestidad, responsabilidad y a la ética dentro del mundo financiero.
Estamos firmemente convencidos en que nuestro rol debe ser el de un activo agente del cambio en la transición a un futuro más sostenible. Para ello, BBVA ha publicado su ‘Compromiso 2025’, el cual está basado en tres pilares y constituye la estrategia de cambio climático y desarrollo sostenible del grupo. En BBVA Uruguay estamos dando pasos muy importantes en esta materia.
¿Cómo observa el proceso de bancarización? ¿Ve algún riesgo de que pueda enlentecerse su marcha?
No vemos como un riesgo el enlentecimiento, sino como una consecuencia natural del tiempo transcurrido desde su implantación.
