Alberto Charro, presidente ejecutivo de BBVA Uruguay
El 2022 ha sido un buen año para BBVA, y así lo establece el máximo ejecutivo del banco en el país, que a su vez remarca el apoyo de la organización tanto a las empresas como a las familias. De cara al futuro, el desafío es “crecer” en un mercado que no lo hace. Esto, según Charro, implica potenciar el crecimiento a través de la calidad y de satisfacer nuevas necesidades de los clientes. Esto, avanzando en la oferta de productos sostenibles.
¿Qué balance hace del 2022? En un contexto que estuvo enmarcado por la incertidumbre internacional, los temas geopolíticos, la desaceleración y los vaivenes económicos, ¿se cumplieron los objetivos planteados a comienzos de año?
(Sonríe) Me preguntasteis lo mismo hace un año, y respondía que 2021 había sido un año “extraño”. No quisiera repetirme… ¡pero el 2022 también lo ha sido!
El inicio del año tuvo caras opuestas: un inicio expansivo gracias al turismo, pero, a la vez, se volvieron a ajustar ciertas actividades producto del rebrote de covid.
A pesar de ese golpe de inicio, la sociedad uruguaya continuó comportándose de manera ejemplar, aguantó y reaccionó con rapidez y responsabilidad, y eso permitió que los motores de la economía mantuvieran su marcha. Hacer las cosas bien tiene su recompensa, y los efectos económicos positivos de esta actitud llegaron para quedarse durante meses.
Respecto a BBVA en Uruguay, la evaluación es la misma: volvimos a tomar medidas con rapidez para preservar la salud de empleados, clientes y proveedores, a la vez que nos propusimos ser un actor relevante para mantener activos los motores de la economía. Para ello hicimos palanca en nuestro liderazgo en transformación digital y en seguir liderando la transición hacia un futuro sostenible.
El resultado ha sido claramente positivo. En actividad comercial, el 2022 ha sido un buen año. Hemos seguido apoyando tanto a las familias como a las empresas y continuamos liderando la transición hacia ese futuro sostenible que hablábamos antes.
Mirando al 2023, ¿qué expectativas tiene para el negocio de BBVA y cuáles son los grandes desafíos?
El 2023 nos plantea un gran desafío: continuar creciendo en un mercado que no crece.
Uruguay es un país con atributos excepcionales en cuanto a estabilidad y seriedad… pero no es un país que crezca mucho. No hay empuje demográfico, ni tampoco altos crecimientos del PIB; que en 2023 rondará el 3%, por debajo de 2022, según estimaciones de BBVA Research.
Esto nos impone otro desafío, que es potenciar nuestro crecimiento a través de la calidad y de satisfacer nuevas necesidades de nuestros clientes, pues conocemos los límites de la cantidad.
Por eso profundizaremos en el camino a la excelencia en el servicio al cliente, para que más familias y más empresas nos elijan como su proveedor financiero de confianza.
Creemos, además, que nuestra experiencia en transformación digital y los proyectos que se han ido concretando en los últimos tiempos, tendrán un rol relevante en este crecimiento de calidad.
¿Qué líneas de negocio ve con posibilidades de crecimiento en el país?
BBVA es un banco universal, y para nosotros crecer es ayudar a crecer a las familias y a las empresas. Vamos a seguir fortaleciendo la financiación a las familias tanto en consumo como en medios de pago e hipotecas, priorizando los productos sostenibles.
Pero para que el Uruguay crezca también tenemos que ayudar a crecer a las pequeñas y medianas empresas, directamente o a través de alianzas estratégicas. Este es el caso del acuerdo estratégico celebrado con la tecnológica uruguaya Scanntech, en el marco de la multiadquirencia impulsada por el Banco Central del Uruguay. BBVA y Scanntech, o Scanntech y BBVA, vamos a ser la referencia en sistemas de pago para las pymes uruguayas.
Las pymes agregan valor y dan empleo, y para que puedan seguir haciéndolo a futuro les vamos a apoyar en su transición hacia modelos de negocio sostenibles. Contamos con un equipo comercial de excepción para atender este segmento, y prueba de ello son los resultados que obtenemos año tras año.
Lo mismo pasa con las familias, a las que debemos apoyar para que tengan modelos de consumo y de inversión más sostenibles.
En el segmento de grandes empresas, continuaremos apoyando y promoviendo los proyectos y el crecimiento. Somos un banco comprometido con el país y seguiremos impulsando la concreción de proyectos locales y promoviendo la inversión externa para beneficio del Uruguay. Estamos presentes en varias regiones del globo, y allí donde detectamos una empresa en crecimiento que puede aportar valor, de inmediato le abordamos para animarle a invertir en el Uruguay. Y cuando lo hacen, y tienen la experiencia de trabajar aquí, nos lo agradecen.
¿Cómo ve posicionado a Uruguay en esta economía mundial y regional de hoy, con amenazas de recesión en algunas naciones e incertidumbre en el mercado laboral?
Lo comentaba antes, Uruguay es un país con atributos excepcionales.
Es reconocido internacionalmente por su compromiso con las instituciones y su estabilidad. Esto le ayuda a crecer en los rubros tradicionales, pero también le sitúa en un lugar de privilegio para posicionarse en nuevos mercados, como la energía a través del hidrógeno verde para la exportación. Tengamos la ambición de sumar nuevas áreas, de aspirar a duplicar nuestro PIB incorporando verticales de exportación nuevas. ¿Por qué no? Hay que salir a ganar por goleada, es la única forma de sobrevivir y vencer en un mundo de grandes jugadores.
Esta gran oportunidad, en mi opinión, tendremos que trabajarla alineados con la Unión Europea (UE), con quien tenemos raíces comunes que harían muy fácil una asociación de mutua confianza para la exportación, la importación y la inversión. Y ojalá esto pueda hacerse realidad en el ámbito del acuerdo Unión Europea-Mercosur.
En relación al mercado laboral, vale reflexionar sobre la situación en la que Uruguay –y el mundo- estuvieron inmersos en los últimos dos años. Hoy, sin lugar a dudas, estamos mejor. Esta etapa nos ha demostrado algo que debería ser regla: hay que caminar juntos, por el bien de la sociedad y del país. No hay margen para gastar energías en peleas entre hermanos.
¿Cuáles son las amenazas y los temas de preocupación teniendo en cuenta, precisamente, ese escenario antes planteado?
En este escenario, a las amenazas las vemos como oportunidades.
Si bien el entorno es complejo, Uruguay tiene buenas perspectivas en distintas áreas y es un socio confiable para países extranjeros. Allí radica su fortaleza y es por donde el país puede seguir avanzando y concretando logros.
Aunque muchos ven a la sostenibilidad como una amenaza, en BBVA la consideramos como una gran oportunidad.
Tenemos un reto ineludible de transformar el planeta en un muy corto plazo y con una inversión inédita en la historia de la humanidad.
Es un tren al que todos tendrán que subirse, y del que BBVA está siendo locomotora desde hace varios años.
La sostenibilidad es una de nuestras seis prioridades estratégicas, está por tanto en nuestro ADN, como lo está crecer en clientes o ser excelentes en nuestra operación. La sostenibilidad es un vector transversal a todo cuanto hacemos y proyectamos.
En Uruguay pasamos del marco teórico a la acción: emitimos el primer bono sostenible del sistema financiero uruguayo, a lo que le sumamos el lanzamiento de varios productos eficientes y, por encima de todo, el apoyo a nuestros clientes en esa transición, a través del asesoramiento y la financiación.
En 2023 continuaremos profundizando este compromiso, avanzando en la oferta de productos sostenibles a nuestros clientes y seguiremos traccionando al mercado, porque todos necesitamos transformar el Uruguay y convertirlo en referente mundial en sostenibilidad. Y si es posible, con la Unión Europea como referente y socio, porque Europa es líder mundial en sostenibilidad y son el mayor mercado del mundo de productos de valor agregado, y Europa va a marcar las reglas del juego.
¿Algo más que quiera agregar?
Me gustaría reiterar que estamos ante uno de los cambios más disruptivos de la historia y Uruguay en muy buena posición de salida, pero hay que moverse rápido. Porque también Uruguay está entre los países potencialmente más afectados por el cambio climático.
Por eso todos los actores sociales, públicos y privados, debemos comprometernos en esa transición. Entre todos podemos.
Uruguay tiene en BBVA un aliado fiel y en primera línea para liderar esta transformación, con la convicción de que el cambio y el éxito, aunque supongan un gran esfuerzo, son posibles. Al fin y al cabo, BBVA también es uruguayo.