Labat: “Nuestro mayor reto sigue siendo avanzar hacia una inflación más baja”

EDICIÓN ESPECIAL 2022

Diego Labat, presidente del Banco Central del Uruguay (BCU)

Luego de dos años de pandemia, el 2022 no estuvo exento de desafíos para el país. El BCU no fue ajeno a esta realidad, pues la incertidumbre global generada por la guerra en Ucrania trajo consigo presiones inflacionarias que debió atender. En este escenario, aún complejo, la más grande contribución que puede hacer la autoridad monetaria para favorecer el crecimiento es lograr una disminución de la inflación.

¿Qué análisis hace de la performance del BCU durante el 2022?

El año 2022 fue sin dudas desafiante. Una vez que el mundo parecía que iniciaba una etapa de salida de la pandemia, nos encontramos con un escenario internacional complejo por la guerra en Ucrania. Las tensiones e incertidumbre global trajeron mayores presiones inflacionarias a los países como no se veía desde hacía 40 años. En el caso de Uruguay, un país con una economía pequeña y abierta al mundo, no quedamos ajenos a los vaivenes de ese contexto global.

Este escenario implicó para el BCU, como agente relevante de la política macroeconómica, un año de adaptación y monitoreo permanente a corto plazo, sin perder de vista los objetivos y la agenda que teníamos pensada a largo plazo.

Por supuesto que, para cumplir las metas, desde el punto de vista organizacional, la clave ha estado y está siempre en las personas que integran el BCU. Somos una institución que se destaca en el sector público por el profesionalismo y tenemos una gestión que de forma permanente busca adaptarse a los nuevos tiempos y desafíos.

¿Cuáles son los mayores retos que tiene la institución a futuro?

Nuestro mayor reto sigue siendo avanzar hacia una inflación más baja. Esa es la mayor contribución que podemos hacer al crecimiento del país. En 2020 iniciamos una agenda de reformas que nos permitieran fortalecer la credibilidad de la política monetaria. Para ello, entre otras cosas, adoptamos la tasa de interés como instrumento, hicimos cambios en la frecuencia del Copom (Comité de Política Monetaria), trabajamos en el fortalecimiento de las encuestas de expectativas económicas y de inflación, así como mejoras a la comunicación en general.

Es necesario seguir trabajando para tener un sistema financiero cada vez mejor. En particular estamos poniendo el foco en la agenda para el desarrollo de un sistema de pagos sólido, eficiente, innovador y accesible. Al inicio de esta administración presentamos una Hoja de Ruta 2020-2022, que se ha cumplido en casi todo lo que propusimos, por ejemplo, en la digitalización de cheques, la multiadquirencia para las empresas que prestan servicios en pagos con tarjeta de crédito y las transferencias inmediatas, entre otros.

Para el próximo año tenemos por delante la implementación de lo que se llama “sistema de pagos rápido”, donde el usuario en pocos pasos pueda realizar pagos desde su teléfono móvil, con rapidez, mayor competencia y menores costos de transacción, que hacen más eficiente el sistema. Para ello, estamos mirando los ejemplos de sistemas de pagos rápidos que desarrollaron con éxito Brasil e India. El objetivo es un sistema de pagos al servicio pleno de la ciudadanía, donde las nuevas tecnologías beneficien y permitan el desarrollo de las personas y las familias. Es necesario promover mayor competencia, dando más espacio al sector fintech, y actualizando y modernizando el sistema de pagos. Estamos trabajando en una agenda ambiciosa en estos temas. El lema es “dar espacio a la innovación sin perder la estabilidad”.

¿Qué perspectivas maneja para el año próximo respecto a la economía nacional? ¿Cuáles son las metas marcadas?

El año próximo esperamos una economía que continúe con una buena dinámica de crecimiento, basada en reglas de juego claras para todos los agentes económicos. En particular esperamos un nuevo descenso de la inflación convergiendo al rango meta establecido.