Alfredo Cabrera, presidente del Banco de Previsión Social (BPS)
Culmina un año muy positivo para el BPS, donde se cumplieron casi todos los objetivos planteados. Sin embargo, hacia el futuro la institución deberá sortear nuevos desafíos puesto que, en caso de que se apruebe la reforma del sistema previsional, tendrá que cumplir un rol muy importante, lo que demandará un proceso de adaptación. Otro reto a destacar es la implementación del nuevo sistema de certificaciones médicas, tema que ha generado dificultades al país.
¿Qué balance hace de la performance del BPS durante el 2022? ¿Se cumplieron las metas establecidas?
El balance sin dudas es positivo. Durante este año se fueron cumpliendo la gran mayoría de los objetivos que teníamos previstos en las diversas áreas de nuestro plan estratégico, consagrando mejoras para los usuarios.
Así, se incorporó un código QR en las facturas de los contribuyentes que permite abonarlas sin necesidad de completar otros datos; se implantó un nuevo chat para dar asistencia a los servicios personales en la declaración jurada que se realiza en forma anual; se instrumentó un servicio en línea que permite a las empresas conocer el cálculo de sus obligaciones incluyendo las multas y recargos y un sistema que envía recordatorios a las empresas previo al vencimiento del pago de sus obligaciones. A su vez, se incorporó una nueva caja virtual, que facilita el pago de facturas CESS e IRPF, permitiéndoles usar distintos medios de pago o pagar varias facturas en una sola transacción y en una misma aplicación.
También se puso en marcha un nuevo servicio en línea por el cual los trabajadores pueden ingresar denuncias de irregularidades o diferencias en los aportes declarados en su historia laboral por parte de sus empleadores.
Con el objetivo de facilitar el acceso a los servicios del organismo, se instaló en el edificio sede del BPS un sector de asesoramiento al usuario donde realizar gestiones sin agenda previa y recibir orientación para trámites de mayor complejidad.
Además, fortaleciendo el primer nivel de atención se implantaron puestos de autogestión (tótems), donde los usuarios acceden a diferentes gestiones. Finalmente, se incorporaron nuevas herramientas de gestión interna (BPM y CRM) que permiten mejorar los tiempos y la calidad de atención a los usuarios.
Asimismo, este año se produjo el relanzamiento del Programa Ibirapitáque busca promover la inclusión digital de las personas mayores en Uruguay y mejorar la inserción social. Con este programa, en convenio con Antel, se facilitó a los beneficiarios el acceso a un dispositivo móvil sin costo y a un Plan Móvil Ibirapitá que les proporciona 20 gigas para navegar, lo cual implicó una gran mejora en el paquete de datos con el que contaban los jubilados hasta ahora.
El trámite de Asignaciones Familiares también fue simplificado, evitando duplicaciones innecesarias.
¿Cuáles son los mayores desafíos que tiene el banco por delante, sobre todo, en un contexto de debate en torno a la reforma de la seguridad social?
Para los próximos años el BPS se enfrenta a un doble desafío: por un lado, debe mantener la continuidad de la prestación de todos los servicios que hoy brinda a la población uruguaya, a la vez que profundiza una necesaria transformación de los sistemas informáticos de la institución, que termine consolidando una transformación digital, con el fin de mejorar la calidad de las prestaciones y servicios pensionales que ofrece a la ciudadanía, que le permitan consolidarse como una institución moderna y eficiente, centrada en el ciudadano.
Por otro lado, en el muy probable escenario de que se apruebe la reforma de la seguridad social, el BPS tendrá que asumir un desafío de gestión muy importante que implicará nuevas responsabilidades, lo que conlleva el desarrollo de procesos y funciones, para lo que deberá prever la incorporación de herramientas tecnológicas y desarrollos. En la medida en que el nuevo régimen tenderá a la unificación de todos los subsistemas de seguridad social, se deberán construir sistemas informáticos atendiendo a la necesaria interoperabilidad entre instituciones y la homogenización de la información, y el banco va a tener un rol primordial en esa tarea, dado su carácter de principal prestador.
Así, por ejemplo, a nivel de recaudación, hoy el BPS actúa como ente recaudador y distribuidor de contribuciones de otros prestadores. Este rol, que se cumple con limitaciones tecnológicas en virtud de la antigüedad del sistema utilizado y sin interoperabilidad con otros actores, deberá ser actualizado ante una eventual reforma, que implicaría, entre otros, que el BPS recaude y apoye la distribución de los aportes que correspondan al pilar de ahorro previsional provenientes de las demás entidades, entre otras funciones. Del mismo modo, a nivel de prestaciones, el BPS tendrá a su cargo la liquidación del suplemento solidario de todo el sistema.
Otro desafío muy importante es consolidar un único sistema de información que otorgue al ciudadano información oportuna y de calidad sobre sus derechos y beneficios, ya que, en un escenario de puesta en práctica de un nuevo régimen, la necesidad de procesar información de los ciudadanos será mayor. El BPS tendrá que estar en condiciones de dar un asesoramiento integral a sus afiliados, comprendiendo la totalidad de sus derechos previsionales, e incluir asesoramiento sobre los derechos en curso de generación y poder presentar las opciones para mejorar la trayectoria esperada, si fuera del caso. Y esto debiera cumplirse en todo el país, con disponibilidad remota pero también presencial.
¿Qué expectativas tiene para el año próximo? ¿Cuáles son los principales objetivos planteados?
Además de los proyectos ya comentados, tenemos objetivos importantes planteados, como por ejemplo, finalizar la consultoría iniciada este año en el Centro Nacional de Defectos Congénitos y Enfermedades Raras (Crenadecer) con la declaración formal de Centro Nacional de Referencia y la implementación de una política nacional de atención integral de las personas con enfermedades poco frecuentes que sea efectiva y eficiente y, por sobre todo, coordinada e integrada con los restantes prestadores e instituciones del Sistema Nacional Integrado de Salud.
A su vez, poner en funcionamiento al 100% el nuevo sistema de certificaciones médicas, mediante la integración del sistema nacional de certificaciones médicas y el sistema de historia clínica electrónica. Este proyecto, que está en sus etapas finales de implementación y que comenzará a ejecutarse antes de fin de año, consagra un nuevo paradigma para las certificaciones médicas y su control, que como es sabido, se plantea como un problema para el país y los usuarios desde hace mucho tiempo.
Por último, tenemos la expectativa de que, a través de un nuevo sistema de atención que estamos desarrollando, podamos mejorar la experiencia de usuario de todos los beneficiarios del banco, a través de todos los canales, y mejorar los tiempos de atención, que es nuestra principal preocupación.